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14/04/2024

Aguafuertes del Nuevo Mundo

Fraternidades emancipadoras

Fraternidades emancipadoras | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Malvivimos entre retrocesos sociales y nuevos agravios a nuestra humanidad. Ante un régimen apátrida y despojado de toda sensibilidad urge reconstituir el tejido social lacerado por un ajuste salvaje. Una vía imprescindible es la construcción de fraternidades emancipadoras.

Ricardo Haye *

Alguna vez le preguntaron a Ray Bradbury si pensaba que ese mundo cruel y desangelado de su libro “Fahrenheit 451” era una predicción. La respuesta del escritor de Illinois fue tajante: "Diablos, no. No estoy tratando de predecir el futuro. Simplemente hago lo mejor que puedo para evitarlo".

En épocas de auge feroz de las distopías esa anécdota describe un compromiso que merece ser replicado.

La singularidad del caso argentino es que ese porvenir indeseable no quiso esperar y se abalanzó sobre nosotros con una saña indecible.

Sus manifestaciones más escandalosas son los desocupados que aumentan en número a cada hora, los enfermos que no pueden comprar los remedios, las familias sin los recursos suficientes para renovar el alquiler de sus viviendas, la suba desmesurada en la tarifa del transporte y los servicios, la alimentación cada día más cara y los salarios a cada momento más débiles e insuficientes.

El contexto es terrible, sobre todo por los esfuerzos inauditos de un gobierno consagrado a la innoble tarea de destruir el Estado. Cualquier mecanismo que en el pasado hubiese servido para combatir y atenuar los padecimientos sociales choca de lleno hoy con la intención de reducir a la nada las reparticiones oficiales pensadas para esos propósitos.

El brote de dengue ofrece una demostración clarísima de la actitud gubernamental reprochable de abandonar a su suerte a la comunidad. Llama la atención que no se haya producido un aluvión de presentaciones judiciales reclamando el cumplimiento de los deberes a tanto funcionario público, como los que en estos días florean su desgano.

La emergencia virósica causada por el mosquito aedes aegypti provoca efectos inmediatos, tal como revelan los indicadores de contagios y decesos. En cambio, el incremento desaforado del desempleo, el cierre de numerosas empresas, el desabastecimiento de los sistemas sanitarios o la asfixia económica de las instituciones educativas tendrán consecuencias tremendas a mediano y largo plazo. Cuando la actual administración concluya su obra habrá dejado un muerto extraordinariamente difícil de levantar y la hipoteca sobre nuestro futuro alcanzará a varias de las próximas generaciones.

Pensar en el mañana y actuar para evitar que ocurra trágicamente, como se autoimponía Bradbury, es una responsabilidad de todos. Nadie está disculpado de hacerlo. Por eso, es penoso que los sectores que se dicen opositores al gobierno no se manifiesten de manera indubitable y contundente respecto de unas políticas de ajuste tan salvaje que incluso merecieron recomendaciones mitigadoras por parte del Fondo Monetario Internacional. Si hasta una organización global a la que no se le puede sospechar sensibilidad alguna se manifestó inquieta por las consecuencias de las políticas implementadas, no se entiende que los sectores nacionales presuntamente refractarios al régimen libertario apenas balbuceen frases contemplativas. No es sensato ni tolerable que se comporten como meros espectadores de una realidad tan angustiante si es que acaso pretenden ser algún día arquitectos de su transformación.

Lo que cabe esperar de sectores trabajadores, empresarios y estudiantiles es firmeza en el reclamo y fortaleza para la confrontación.

Un caso que nos atañe particularmente es el del papel a cumplir por el ecosistema mediático en las presentes circunstancias. En tal sentido, cabe esperar un desempeño que, mediante la articulación entre compromiso social, creatividad y sensibilidad, tenga como propósito la construcción de fraternidades emancipadoras.

La expresión aúna la cuestión vincular, es decir la de las necesarias relaciones de hermandad, confianza y solidaridad, con la causa -también imprescindible- de la autonomía; de una autodeterminación que haga palpable nuestra condición soberana.

Los promotores del vasallaje colonial pueden ser individualistas o egoístas a ultranza, pero los que pretendan emanciparse solo van a conseguirlo a través del esfuerzo asociado y colaborativo. Hacia esos ideales debe orientarse la edificación de sentidos de los medios; hacia la reivindicación de los proyectos colectivos que posibiliten una mayor calidad de vida y un mejor ‘estar en el mundo’ para todas las personas que habitamos este suelo.

Aunque resulte difícil mensurar la proyección en el tiempo que tendrá el daño colosal que la Argentina sufre actualmente y que nos asoma a un abismo insondable, sabemos que, si no cambiamos la ruta de la indiferencia, la mezquindad y el egoísmo por la senda de un altruismo consciente y desinteresado, el hundimiento será inevitable.

La acción comunicativa debe servir para hacer posible la capacidad social de las personas, motivando sus apetitos más nobles y estimulando su capacidad de soñar futuros deseables (futurables). Ese espacio de militancia y aportación puede contribuir a aunar dialécticamente la realidad con el mundo de las ideas y expandir así los niveles de conciencia crítica.

Las amenazas y los ataques recurrentes al sistema público de medios, e incluso a medios privados que han actuado como comparsas de La Libertad Avanza, testimonian la vocación represiva del oficialismo hacia cualquier instancia que estimule los índices de participación ciudadana, acreciente el capital simbólico de las personas y cree espacios de relaciones más solidarias.

A sus personeros les duele que se resguarden espacios para la utopía social, lo cual constituye una razón de peso para implementar estrategias comunicativas y expresivas que la hagan posible mediante el resguardo de la memoria, la preservación del conocimiento y la experiencia adquiridos y un esclarecimiento de la situación del presente que permita avizorar las acechanzas a futuro, desprendidas de las políticas implementadas por el Poder Ejecutivo Nacional.



(*) Docente e investigador del Instituto Universitario Patagónico de las Artes.
29/07/2016

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