Columnistas
26/11/2023

Aguafuertes del Nuevo Mundo

Sobre recelos, reconfiguraciones, resguardo y resistencia

Sobre recelos, reconfiguraciones, resguardo y resistencia  | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Nuestro país de asombros frecuentes está en vísperas de inaugurar una etapa inédita en su historia: uno de los candidatos llegará a la presidencia después de haber prometido calamidades y sufrimiento. A partir de allí se reitera la partícula “re” que acompaña el título de esta Aguafuerte: recelos, reconfiguraciones, resistencia y resguardos.

Ricardo Haye *

La definición electoral de la semana pasada confirmó que vivimos en un país asombroso: hasta el balotaje llegaron en condiciones de elevada competitividad dos candidatos con imagen muy negativa.

Milei recogía un alto rechazo social por sus proposiciones extravagantes, su enorme inestabilidad emocional, las permanentes contradicciones de su discurso y unas promesas horribles de ajustes salvajes, eliminación de subsidios, erradicación del concepto de Justicia Social y otras delicadezas por el estilo.

Massa, por su parte, llegó a la instancia electoral decisiva siendo el ministro de economía de una administración desfalleciente; el funcionario que debió cargar con la cruz de una inflación descontrolada.

Los dos cosechaban una cuota destacable de repudios y, pese a todo, también tuvieron su cupo de apoyos. Probablemente porque el mecanismo de la segunda vuelta tiende a fortalecer la polarización. Tanto profundiza en estas conductas, que no faltaron los que se pusieron a reflexionar si este es el sistema más conveniente en una nación que por sí misma ya se había dado oposiciones furibundas.

Pero ganó Milei. Y lo hizo por un margen que excedió cualquier estimación previa, incluso la de sus seguidores más entusiastas. Es cierto que en esta ocasión todas las encuestas le daban una luz de ventaja, pero ninguna se acercó a los guarismos alcanzados. Otra vez la sociedad se mostró esquiva a anticipar el comportamiento individual de sus integrantes en el cuarto oscuro. Más allá de la posible ineficacia de los métodos de recogida de datos, vuelven a ser interesantes motivos de análisis las prácticas que la ciudadanía realiza a fin de enmascarar sus decisiones.

Los análisis contrafácticos que tanto gustan a pesar de ser incomprobables, permiten pensar que sin Massa a la cabeza, la fórmula oficialista hubiera tenido grandes dificultades para siquiera arañar el 20% de los sufragios. Y esa convicción refuerza la sensación de que el desempeño del tigrense tuvo dimensiones épicas.

Una clara demostración pudo apreciarse durante el debate previo al balotaje, del que resultó un claro vencedor. Massa arrasó a Milei y dejó en evidencia sus debilidades, la falta de conocimientos y la ausencia de propuestas, incluso en el área en que debía ser más apto: la económica.

Eso ocurrió porque la estrategia del candidato-ministro funcionó con todo éxito: bloqueó, inhibió cualquier intento de Milei y lo dejó indefenso ante sus ataques. Lo redujo y lo anuló.

Sin embargo, el resultado del debate no se trasladó a la definición electoral del domingo pasado. Mientras los votantes convencidos no alteraron su decisión, los indecisos prefirieron no atender aquello que el cruce de aspirantes exponía y elegir al que presentaba menor experiencia en cuestiones de Estado, el que flaqueó en conocimientos y el que -como señalamos antes, prometió penurias.

Recelos

En una de las incontables entrevistas que concedió, tanto a medios afines como hostiles, Massa dijo que uno de sus propósitos era la “actualización de la legislación laboral”. Fue en un diálogo con periodistas de la TV pública, pero no puede descartarse que lo haya dicho también en medios refractarios a su figura.

No hubo repregunta. Quizás algunos de sus seguidores se hayan estremecido porque cada vez que se menta el tema de la “legislación laboral” aparece el fantasma de la “flexibilización”. Es un espectro temible, que pone en jaque derechos y conquistas de los trabajadores.

Puede haber sido un elemento más que engordara los recelos o las desconfianzas que suscitaba un postulante que alguna vez confrontó con el kirchnerismo en términos muy duros.

Massa hizo un esfuerzo notable para superar esas susceptibilidades. Construyó un discurso que, quizás con la excepción mencionada acerca de la legislación laboral, estuvo lleno de buenas intenciones, de promesas que endulzaron los oídos del campo nacional y popular: defensa enfática de la gratuidad de la enseñanza, de los planes sociales de contención, de la Justicia Social, protección de la actividad productiva criolla. Pero eso no fue todo ya que, además de hablar, hizo: quedó reflejado en su gestión como ministro cuando avanzó en la devolución del IVA y la eliminación del impuesto a las ganancias. Eso no lo había realizado Cristina y mucho menos Macri, a pesar de haberlo prometido.

Pero, claro, también insistió en cada tribuna en la causa noble de avanzar hacia la unidad nacional convocando a los mejores de cada fuerza, de cada sector.

La invitación de Francisco de Narváez al segundo debate con Milei no parecía ser una convocatoria que entrara en esos parámetros. Y el rumor de que Miguel Ángel Pichetto sería uno de los participantes de ese convite, tampoco.

Sí fue alentador ver al Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel presenciando desde la primera fila las alternativas de ese intercambio por invitación del candidato de Unión por la Patria. Massa incluso hizo explícito su reconocimiento por esa participación.

El aspirante oficialista tuvo que lidiar con la sombra indeseable de una administración a la que representaba, pero de la que quería y necesitaba despegarse.

Milei no tenía esa carga consigo. Era un hombre sin pasado significativo. Su desembarco en la política tenía escasa antigüedad y ofrecía un meteórico ascenso.

Massa prometía futuro y Milei -lo decimos por tercera vez- no ocultaba que su oferta incluía grandes dosis de sufrimiento. Los electores no creyeron en el promesante y prefirieron apoyar a quien les anticipaba martirios. A diferencia de otras antesalas neoliberales, cuando los candidatos victoriosos pensaron que decir la verdad era piantavotos (“si decía lo que iba a hacer, ¿quién me hubiera votado?”, 1989) y que mentir daba crédito a corto plazo (“habrá pobreza cero en la Argentina”, “el Estado te va a proteger brindándote remedios y tratamientos de calidad para toda la familia”, “ningún jubilado quedará en la pobreza. Garantizaremos un aporte mensual hayan hecho o no aportes”, “construiremos 3.000 jardines de infantes”, “los trabajadores no pagarán impuesto a las ganancias”, “generaremos dos millones de puestos de trabajo y no realizaremos ajustes”, 2015), las elecciones de 2023 serán recordadas por el acompañamiento cívico a quien propuso implementar políticas despiadadas.

Reconfiguraciones

Las especulaciones respecto de la desintegración de Juntos por el Cambio pasaron a ser enunciadas con sordina. Así lo determina el hecho de que el trasvasamiento de votos desde esa coalición hacia La Libertad Avanza arrastró también los de muchos radicales y no solo de los simpatizantes del PRO. Lo constata una simple verificación matemática: la cosecha de Milei solo se explica mediante la suma de esas adhesiones y las que en primera vuelta acompañaron al cordobés Juan Schiaretti.

En ese sentido, el cacareado desmembramiento de la que hasta el momento es la principal fuerza opositora, debería entrar en pausa.

Además, será interesante estudiar en qué posición decide colocarse a partir del 10 de diciembre próximo. La definición echará luz sobre la perdurabilidad del escenario de tercios que hace meses anticipó Cristina Fernández o dirá si proceden realineamientos que mantengan la dualidad histórica construida básicamente al calor de la antinomia peronismo-antiperonismo.

Precisamente en el flanco del cosmos peronista los únicos dirigentes que pueden presumir de los apoyos recogidos en las urnas son los gobernadores de Formosa y Buenos Aires, Gildo Insfrán y Axel Kicillof, respectivamente. Fue muy llamativa la debacle en muchas provincias donde el oficialismo había producido una significativa levantada entre las PASO y la primera vuelta. Y respecto de esa hecatombe electoral, más tarde o más temprano, tendrán que establecerse las responsabilidades de otros mandatarios (provinciales y municipales).

Es más que probable que muchos estén revisando ahora las consecuencias del desdoblamiento electivo, que pone en juego una actividad intensa cuando se juegan los porotos propios y un relajamiento limítrofe con la desidia (algunos lo llaman “traición”) cuando se trata de un ámbito que excede la territorialidad inmediata y cercana.

¿Habrá recriminaciones por ese comportamiento descomprometido o egoísta? ¿Se harán públicas o pasarán a ser motivo de vendettas privadas?

Una caja de resonancia inmediata será el Congreso de la Nación. Dos observaciones serán pertinentes: una involucra el consabido alineamiento que por motivos prácticos suelen producir las fuerzas de jurisdicción provincial y la otra se refiere al no menos acostumbrado “camisetazo” de legisladores que abandonan las filas en las que revistaban en busca de mejores lugares individuales bajo el sol.

Si quienes nos leen advierten un tono socarrón o escéptico en esta parte de los apuntes, no se equivocan: lo inspiran los antecedentes históricos. Inclusive los que provienen de otro plano de la existencia, como el de los sectores sindicales. También allí resultará oportuno seguir la evolución de algunas conducciones gremiales, particularmente las más dadas a maniobras acomodaticias.

Las posibilidades de reformateo no se limitan al ámbito político partidario.

Resguardo y resistencia

Cualquiera de nosotros conoce algún abogado o abogada a quienes considera personas de bien, íntegras y nobles. Infelizmente, trasladar esa convicción a un sistema de justicia que luce tan desacreditado, es tarea ardua en la Argentina de hoy.

Pese a todo, debemos considerar la necesidad de promover a gran escala la presentación de recursos de amparo. Ese es un derecho consagrado por la Constitución Nacional en su artículo 43, el cual establece que “toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley”.

Las presentaciones de esta naturaleza procuran obtener protección urgente de derechos o garantías que se encuentren amenazados, por ejemplo el derecho a la vida y la integridad física y moral. O la libertad ideológica.

Se nos hace inminente la necesidad de impulsar estas medidas de protección ante las manifestaciones de odio que se han hecho públicas recientemente y que remiten a hechos trágicos de nuestro pasado reciente.

Pintadas provocadoras aparecidas en la Universidad Nacional de Cuyo

 

Un comisario rionegrino celebró el resultado de la segunda vuelta electoral publicando el video amenazante de un Falcon verde.

 

Las menciones al regreso de los “Falcon verdes” son unas de esas expresiones siniestras. Incluso en alguna de ellas, se llegó a calcular cuántas personas caben en el baúl de esos coches que la dictadura sangrienta instalada en 1976 convirtió en su nave insignia. Esos indicios hacen pensar que la vida de miles de compatriotas, tanto como la salud institucional de la República pueden estar en riesgo.

Una alteración o interrupción de la continuidad democrática pondría en suspenso la vigencia de la Constitución y por eso resulta perentorio actuar en su defensa.

Si la etapa que se abre a partir del mes próximo entraña riesgos para la preservación de derechos y garantías, es razonable pensar que se producirán actividades de resistencia ante los intentos de conculcación; que habrá manifestaciones que se opongan al quebrantamiento de leyes o el incumplimiento de normas establecidas.

Estas Aguafuertes no auspician la cultura del litigio pero, en tiempos inciertos como los que corren, cualquier recurso que nos ponga a resguardo merece ser considerado.



(*) Docente e investigador del Instituto Universitario Patagónico de las Artes.
29/07/2016

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