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El filósofo Paul Virilio, que ha desarrollado buena parte de su trabajo en el estudio de las consecuencias del progreso de la técnica, explica que ningún progreso ha podido ser llevado a cabo sin acercarnos “a sus aspectos negativos específicos”. En 1995 -los albores de la Internet que conocemos hoy en día- alertaba en un artículo publicado en Le Monde Diplomatique que el potencial negativo de las autopistas de la información sería la “pérdida de la orientación en lo que se refiere en la alteridad (el otro); la perturbación en la relación con el otro y con el mundo”.
La velocidad de circulación de la información en Internet, señalaba, tendría consecuencias en la democracia participativa: “La dictadura de la velocidad al límite chocará cada vez más con la democracia representativa”, escribió. Conceptos como "ciberdemocracia" o “democracia virtual” vendrían a poner en crisis a la democracia de partidos políticos que conocíamos.
Si al desarrollo de los medios masivos de los siglos XIX y XX correspondió una homogeneización de la opinión pública, en el siglo XXI la circulación instantánea de información opera sobre la sincronización de las emociones. Los “sobresaltos de adrenalina” y la “administración del miedo público” son “instrumentos letales que favorecen la manipulación masiva, en detrimento de las posibilidades de acción política eficaces”. Muchos coinciden en que las condiciones de circulación de la información de este tiempo amenaza la subsistencia de las prácticas políticas en la forma en que las conocimos.
El crecimiento exponencial de la red, el flujo de información permanente y la omnipresencia de las plataformas sociales globales han disparado nuevos “accidentes” -siguiendo el razonamiento de Virilio- que podríamos identificar como el sistema de vigilancia global, el tráfico de datos y perfiles de usuarios, la aparición de discriminación y acoso, y la censura (generalmente) aplicada por los algoritmos como en los casos de Facebook.
Facebook censura de nuevo
Esta semana el diario noruego Aftenposten denunció a la red social más extendida del planeta por haber censurado una publicación en la red del escritor noruego Tom Egeland, que estaba acompañada por la famosa foto "la niña del napalm". En la reconocida toma de 1972 en la que se ve a niños y niñas vietnamitas escapando de un ataque incendiario estadounidense, Kim Phuk, de 9 años, aparece totalmente desnuda. Según una notificación de Facebook la fotografía fue anulada porque mostraba un desnudo femenino. Obvio.
La famosa foto de 1972 censurada por Facebook por “contener un niño desnudo” (Foto: Nick Ut). |
El director del diario denunció que “en vez de ampliar la libertad de información, así se la limita". No tardó en responder Facebook, publicó la foto pero a través de su vocera buscó defenderse: “aunque reconocemos que esta foto es un ícono, resulta difícil distinguir en cuál caso resulta oportuno permitir la publicación de un niño desnudo". Y agregó “buscamos hallar el justo equilibrio entre permitir a las personas expresarse y garantizar a las comunidades globales una experiencia que sea segura y respetuosa", "nuestras soluciones no serán siempre perfectas, pero continuaremos buscando mejorar nuestras políticas públicas y el modo en que las aplicamos".
Para completar el cuadro la primera Ministra de Noruega Erna Solberg, publicó en la misma red la foto con la frase: "Facebook tomó la decisión equivocada al censurar esta foto" y también desapareció tiempo después. Según la TV estatal noruega no fue ella la que la borró.
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La tapa con que el diario noruego respondió a Facebook “Estimado Mark Zukerberg: no voy a cumplir con el requisito de extraer una fotografía documental de la guerra de Vietnam tomada por Nick Ut. Ni ahora ni en el futuro”. |
Justamente, la arbitrariedad de las políticas de las redes sociales como Facebook instauran un estado de situación en el que el navegante queda inerme. Javier Echevería, filósofo español entrevistado hace unos meses por el diario Página/12 usaba la metáfora de la “servidumbre” feudal que generan las condiciones que imponen las redes sociales. “Cualquier usuario de un software o una red social llega a un momento clave que es el del `acepto´. Uno acepta o no. Si no lo haces no accedes a las redes sociales, y quedas excluido de ese ámbito social, ámbito ciudadano, te quedas sin nada. Y si aceptas, has firmado un contrato donde aceptas todas las condiciones que te impone el señor del aire y que nadie lee. Eso es lo típico de un poder feudal”.
Antes lo hicieron con Brasil
En abril de 2015 el Ministerio de Cultura de Brasil publicó en la misma red social una foto de una pareja indígena que data de 1909. Pese a que luego del reclamo Facebook autorizó la publicación, el gobierno de Dilma Rousseff llevó al caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde denunció la censura. João Brant, Secretario Ejecutivo del Ministerio de Cultura de Brasil explicó que “las plataformas digitales operan como espacios públicos de circulación de información. Tienen una fuerte tendencia a la concentración y su influencia es decisiva sobre la producción y distribución de cultura a escala global. Por ende debe ser considerado un tema de orden público, no privado de la plataforma”.
La foto de una pareja indígena publicada por el Ministerio de Cultura de Brasil y censurada por Facebook. |
En su presentación Brasil propuso a la CIDH “generar un amplio debate entre los países miembro de la OEA en un espacio multistakeholder para promover la libertad en Internet; realizar estudios temáticos sobre derechos culturales en Internet, enfatizando el papel de las empresas; que la relatoría formule recomendaciones sobre la actuación regulatoria para que las empresas respeten los derechos en Internet, con foco en la libertad de expresión y la diversidad cultural”. Habrá que ver cómo sigue este tema habida cuenta del violento giro producto de la destitución de la presidenta Rousseff.
Sancionados
Limitar o directamente anular la posibilidad de publicación en esa red por, supuestamente, infringir las políticas detalladas en sus Normas Comunitarias, es el derecho que la empresa se reserva. Lo hace cuando aceptamos sus políticas la primera vez que accedemos para registrarnos como usuarios y cada vez que una actualización nos lo solicita. Las más de las veces sin leer por completo a qué cosas nos sujetamos.
Dice Facebook: “Eliminamos fotografías que muestren los genitales o las nalgas en su totalidad y de una forma directa. También restringimos algunas imágenes de pechos de mujer si se ve el pezón, pero siempre permitimos fotos de mujeres que estén dando el pecho o que los muestren con cicatrices por una mastectomía”. No fueron pocos los problemas en el pasado con fotos de mujeres dando de mamar que fueron directamente suprimidas, en este punto ha habido más de una actualización de las normas.
En la Argentina son varios los editores de medios digitales que han denunciado que Facebook los ha sancionado en algún momento.
Han denunciado la persecusión por parte del gigante la página de Facebook "Choripan & Vino" y "Todo Negativo", la Agencia El Vigía del periodista Dante López Foresi y el sitio En Orsai del periodista Javier Romero.
Facebook acaba de bloquearme la cuenta por 3 días. La censura no exis pic.twitter.com/rVS4cJIRPg
— Profe Romero (@romerodiario) 1 de agosto de 2016
También en Brasil sucedió algo similar con el Blog de Fer nando Morais, un reconocido escritor que en los últimos meses había sostenido públicamente desde su espacio la denuncia de la actitud destituyente del Congreso con el gobierno de Dilma Rouseff.
Como en todos los otros casos, los motivos no quedan claros, Facebook solo dice que se trata de una infracción a sus normas.
“Nuestra política es inhabilitar las cuentas de las personas que infringen los derechos de propiedad intelectual de terceros en reiteradas ocasiones, cuando lo creemos oportuno. Asegúrate de que todo el contenido que publicaste y vayas a publicar en el futuro no incumple ni infringe los derechos de otras personas” se lee entre las aclaraciones que la red social hace a sus participantes.
Gobiernos que piden informes
El mismo Facebook se encarga de proporcionar información acerca de las solicitudes que reciben de parte de los gobiernos de los países donde prestan servicios, para restringir algún tipo de contenido. Generalmente se trata de algún tipo de infracción a la legislación local. “Si, tras un meticuloso análisis jurídico, llegamos a la conclusión de que el contenido es ilegal en virtud de la legislación local pertinente, hacemos que deje de estar disponible en el país o territorio en cuestión” informa la empresa.
Se puede acceder a un minucioso informe con detalles país por país, no solo de solicitudes gubernamentales sino también de privados y ONGs. EE.UU. puntea el ranking y explican que proporcionan datos a solicitud de las agencias de seguridad -las fuerzas del orden, las llaman- no solo sobre Facebook sino que también información de los “datos no relacionados con contenido” es decir metadata (puede incluir el nombre de la persona, su ubicación y su historial de IP) de Facebook Messenger, WhatsApp e Instagram, otras redes propiedad de la misma empresa.
Hace unos días trascendió que la policía de Londres, la famosa Scotland Yard, está trabajando en una unidad especial para contrarrestar la actividad de los llamados "trolls", usuarios falsos que comandados por otros (también por gobiernos) realizan comentarios ofensivos sobre otras personas. Un "ejército de voluntarios" señalará los comentarios inapropiados en Facebook o Twitter para que las autoridades decidan si se trata de delitos.
El líder de los demócratas liberales británicos Tim Farron, subrayó que el riesgo de medidas como la que intenta la Scotland Yard es que se termine limitando la libertad de expresión: "Queremos más agentes que patrullen las calles, no una policía del pensamiento".
Mientras tanto, en Buenos Aires la ministra de Seguridad de la Nación solicitó allanar y detener a dos jóvenes que escribieron supuestas amenazas a Macri en una cuenta irrelevante de Twitter. “A los que utilizan las redes sociales para intimidar o amedrentar, sepan que los vamos a buscar uno por uno. No vamos a permitir que se genere incertidumbre ni miedo en la población”, dijo Bullrich. El jefe de la División Cibercrimen de la Policía Metropolitana, Carlos Rojas, fue un poco más sensato “En principio diría que son dos muchachos aburridos y que no sabían qué hacer”.
La posibilidad de detectar a los propietarios de la cuenta de Twitter @HassanAbuJaaf es posible desde el momento que las fuerzas de seguridad pueden tener acceso a los datos de los usuarios. El entramado entre redes sociales con sus propias normativas, que en muchos casos pasan por encima de aspectos constitucionales, y gobiernos cuyo concepto de seguridad pasa por fiscalizar la publicación en las redes sociales merece que los partidos políticos y la sociedad civil tomen nota para intervenir en defensa de sus propias libertades.
Para lograr tecnologías de la información y la comunicación (TICs) al servicio de la democracia debemos enfrentarnos al poder global que representan las grandes empresas multinacionales apropiándose de las autopistas de la información que en muchos casos son producto de la inversión pública. Es preciso construir conciencia ciudadana y una fuerza social organizada que ponga en igualdad de condiciones a la plataforma de derechos humanos con el poder, como se logró para conseguir la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. He ahí el desafío de lo que hoy se denomina “convergencia”.
Epílogo (pos publicación)
La nota terminaba en la línea anterior. Pero como si se tratara de una alerta del más allá o un castigo de los dioses, en la mañana del lunes 12 intenté compartir en Facebook este artículo. Lo hice mecánicamente, no pensé en ese momento que podría estar enfrentando al zorro disfrazado de gallina.
Pero hete aquí que alguna alarma saltó en los servidores de Mark Zuckerberg y esta fue la respuesta de la red social, que al parecer se cuida muy bien a sí misma, filtrando aquellos mensajes que le pueden ser inconvenientes.
Obediente, seguí el consejo del mensaje de alerta, seguro de que se trataba de un error, de hecho ellos me sugerían ese camino. No pude menos que sonreír por mi ingenuidad cuando vi la siguiente pantalla, estos tipos las tienen todas con ellos: ahora dicen que “lamentan” que yo considere que se eliminó por equivocación. Es decir, no lamentan que pueda haber una equivocación,lo lamentable es que un usuario discrepe con las decisiones de los algoritmos.
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