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-¿Cual es su visión del año que finaliza?
Un año difícil en lo político porque fue el comienzo de una nueva etapa en el gobierno de Río Negro, en el que nosotros estábamos muy ilusionados pero perdimos las elecciones.
Pero además ha sido un año complicado para la provincia, que no es la que pintó el gobernador el 1 de marzo. Un cambio muy profundo que tiene que ver con la falta de recursos, con compromisos asumidos y no cumplidos y terminando un año con serias dificultades.
La provincia endeudándose, nosotros hemos sido parte decisoria en eso, porque le hemos aprobado al gobernador la autorización para emitir Letras del Tesoro, y la verdad que es un escenario que nadie desea, uno en lo personal desea que al gobierno le vaya bien, pero estamos realmente en una situación complicada por distintos factores.
Fundamentalmente por las políticas implementadas por el gobierno nacional que afecta a la provincia que ha dejado de percibir entre 700 y 800 millones de pesos, que no es poca cosa, solo tenga en cuenta que la masa salarial es de un poco más de 1000 millones de pesos.
Igualmente no se han administrado bien los recursos, sobre todo con la plata que ingresó con la renovación de las concesiones de los contratos petroleros, con cuyos montos ni siquiera se cumplió con los compromisos que tenía el gobernador. Por caso los hospitales de Allen y Catriel, la ampliación de los de Cinco Saltos y Campo Grande, la ruta a Peñas Blancas, es decir tampoco eso se hizo. Por lo cual son varios los factores para que la provincia esté como está.
-¿Se ha aprobado además un presupuesto que no nos permite ser muy optimistas?
-En ese presupuesto hemos autorizado una emisión importante de Letras para pagar las emitidas éste año y habilitar fondos para que se puedan pagar los sueldos el año que viene, a mí me gustaría endeudarme para desarrollar una provincia, para tener dinero que sea destinado a determinados emprendimientos de desarrollo, pero acá nos estamos endeudando para pagar los sueldos.
El 2017 va a ser un año de mucha recesión, hay solo unos 800 millones de pesos en obra pública para distribuir entre todos los municipios, si se lo compara con años anteriores es irrisorio.
A mi me gustaría endeudarme para desarrollar una provincia, no para pagar los sueldos
Es un presupuesto muy austero, el propio gobernador lo ha dicho, en el que el ejecutivo se dedicará a pagar sueldos, y nos queda una esperanza de algún crédito internacional para que se puedan hacer algunas obras, pero tenemos otra dificultad porque el gobierno carece de técnicos o cuadros políticos que puedan generar, orientar inversiones o trabajar en el desarrollo provincial.
Junto a otra legisladora del Frente para la Victoria hemos aprobado el presupuesto en general, porque creemos que es una herramienta que tienen que tener los gobiernos que para esos ganaron las elecciones, y también por expreso pedido de la mayoría de los intendente del FpV que quieren algunas obras para mejorar la calidad de vida de la gente donde ellos gobiernan.
-Fueron dos las oportunidades en que decidió junto a otros legisladores votar en contra de la decisión del bloque que representa y del presidente del partido. Esto propició algunas especulaciones
-En cuanto a la primera, que fue la aprobación de los pliegos del agente financiero, es una decisión muy bien fundamentada, porque el servicio que presta actualmente el Banco Patagonia es malo, pero porque las condiciones que se establecieron en el 2006 no los obligaba a realizar inversiones y mejoramientos que se necesitan.
Los nuevos pliegos nos van a permitir que el próximo agente financiero haga inversiones, incluya 12 sucursales en los pueblos que tengan más de 5000 habitantes, y otras exigencias que hoy no tiene.
Uno como legislador tiene que tener una mirada amplia y tiene que escuchar a quienes tienen el poder político territorial y gobiernan todos los días, que son los intendentes, que son la caja de resonancia de todos los problemas que tiene su comunidad y fuimos cuatro legisladores peronistas que votamos pensando en eso.
Lo mismo pasó con el tema del presupuesto. Son decisiones de las que se pueden hacer distintas lecturas y yo lo acepto. He decidido en línea con lo que quiere y la gente y con lo que uno piensa.
Se necesitan dirigentes que traten de buscar consensos, más allá de las diferencias
Yo ya hice el duelo, fui uno de los que estaba ilusionado de gobernar esta provincia junto con Miguel Pichetto y cuando se asume una derrota electoral, se debe asumir un papel de oposición constructiva, de diálogo, de consenso, de discusión, porque es lo que quiere la gente.
A mí me parece que lo que pasa en el País y por supuesto en Río Negro, necesita de dirigentes que traten de buscar consensos, más allá de las diferencias. Cuando no se trata de procesos electorales hay que ayudar a gobernar en el buen sentido de la palabra, lo que no significa de ninguna manera que uno esté con el oficialismo.
El bloque tiene distintas voces que vienen de distintas vertientes del peronismo, distintos estilos, donde hay un sector que responde al presidente del partido y habemos otros que tenemos otra impronta que tiene que ver con esos consensos que le decía y tratar de ayudar a que la provincia le vaya bien.
-En las dos sesiones usted dejó claro su posición diferente al presidente del partido Martín Soria y en la del presupuesto incluso dijo que no defendía a los intendentes que cacarean en Río Negro y arreglan en Buenos Aires.
-Martín es un intendente exitoso al que respeto, pero no coincido con su estilo. Tampoco coincidía con el estilo de su padre. El peronismo está acostumbrado a tener dirigentes que tenían diálogo permanente con toda la dirigencia. Lo hizo Remo Costanzo en su momento, o Pichetto cuando pretendió encabezar un proyecto como el que quiere encabezar Martin Soria que quiere ser candidato a gobernador. Hoy ese diálogo permanente no está y el estilo Soria nos complica a todos.
Yo creo que hoy es el momento para estar juntos, más allá de lo que representa cada uno en lo político, porque la situación está muy complicada.
-¿Por lo que comenta el camino a las legislativas dentro del justicialismo no será sencillo?
-Pensar hoy en las elecciones del año que viene es prematuro y hasta le diría irresponsable. La política es dinámica y pensar de acá a un año y más aun dentro de la situación del País, a mí me parece poco serio.
Martín es un intendente exitoso al que respeto, pero no coincido con su estilo. Tampoco coincidía con el estilo de su padre
Habrá que empezar a hablar el año que viene. Más allá de los que quieren ser, Martín ha dicho que quiere que repita su hermana la diputación, entiendo que dentro del Frente para la Victoria hay otras expresiones, figuras importantes que gobiernan o son legisladores o dirigentes que deben estar pensando en ser protagonistas el año que viene representando al peronismo, pero es una discusión para el primer trimestre del año que viene y ahí veremos si los peronistas tenemos la capacidad de poder unificar una candidatura y de no imponer nada.
En el peronismo de Río Negro ya se terminó la imposición de candidaturas que, o venían del gobierno nacional o de determinados dirigentes. Hoy el panorama está mucho más abierto, hay legitimidad de dirigentes que han renovado su banca o han sido reelectos como intendente o dirigentes que tienen buena imagen y por lo tanto estamos todos en igualdad de condiciones.
-La historia del peronismo rionegrino marca que la única vez que pudo derrotar al radicalismo fue cuando estuvo unido.
-Efectivamente. El peronismo cuando estuvo junto y desinteresadamente en algunas circunstancias, fue en el 2011 y ganamos las elecciones. Y se dio cuando Miguel Pichetto dijo vamos a acompañar, vamos a jugar fuertemente con el “gringo” para que sea gobernador y allí el peronismo se unió. Pero había dos dirigentes que querían el poder en serio.
Después, las otras elecciones todos sabemos la historia. El peronismo nunca estuvo junto. Los resultados electorales en cada ciudad o pueblo indican el proceder o la actuación que tuvo cada dirigente. En mi pueblo, Campo Grande, Pichetto ganó por 1.600 votos y yo gané por 1.600 votos.
Lo veo a Massa como una figura que puede aglutinar a la totalidad del peronismo
Muchas veces el peronismo no fue gobierno, por ejemplo en el ’95 cuando Remo Costanzo perdió por 500 votos la provincia y en Roca perdimos por 7.000 votos. En ese momento íbamos a ser gobierno, pero evidentemente o por falta de compromiso, mezquindad o por culpa del candidato no llegamos al poder.
Por eso digo que en el 2011 el peronismo estaba unido y ganó las elecciones pero depende de quien lo conduce.
Mi papá decía que “la bota de potro no es pa’ cualquiera” y es verdad. El que conduce un proceso político tiene que tener amplitud de criterio, tiene que tratar de ser cauto, tiene que tratar de incentivar a todos los dirigentes, los intendentes y los concejales y tiene que tener una mirada amplia, para poder mirar un proyecto desde arriba, convocar a todo el mundo y hoy en Río Negro esa figura no existe.
Yo no veo hoy un dirigente como fue Carlos Soria, Miguel Pichetto o como en su momento fue Remo Costanzo. Hoy no hay un dirigente que elabore una estrategia, que marque el rumbo, hoy el peronismo está muy disperso, no tenemos tampoco una referencia nacional fuerte porque también a nivel nacional el peronismo está dividido.
Yo soy de los que cree que los ciclos se terminan, si bien soy un hombre agradecido de la política nacional implementada por Néstor y Cristina, también se reconocer los errores, y me parece que es un ciclo que está prácticamente terminado y que tienen que emerger figuras nuevas, lo veo a Massa como una figura que puede aglutinar a la totalidad del peronismo, sobre todo si gana las elecciones del año que viene en la provincia de Buenos Aires y que la Argentina pueda ser vuelta a gobernar por un peronista.
En Río Negro no veo nada de eso. Acá hay muchos dirigentes que tienen legitimidad pero todos en una línea horizontal, nadie emerge con esa calidad y ese liderazgo que tenían otros dirigentes como los que nombré anteriormente.
Pichetto fue el gobernador encubierto de los últimos diez años en la provincia de Río Negro
-¿Y cómo aparece la figura de Massa? Justamente fue la figura que en su momento cuando Weretilneck decidió apoyarlo en 2014, lo hizo romper la relación con Pichetto y el peronismo.
-Hubo una elección. Una elección que perdió el peronismo. En esto también hay que sincerarse. No hubo una decisión política de apoyarlo a Scioli, Esta es la verdad. Si el gobierno nacional hubiese jugado de la manera que debería haber jugado, haber solucionado el tema de la provincia de Buenos Aires, donde había un candidato como Randazzo, pero no, hubo una actitud posiblemente mezquina o no hubo un apoyo como debería haber tenido Scioli. En consecuencia hoy el escenario es otro, y los resultados electorales te llevan a reflexionar.
A mí me parece que la elección que hizo Massa, fue una elección interesante y me parece que lo que el pregonaba del recambio generacional y que podía haber otra Argentina y que había que darle lugar a otro proyecto, la verdad que a uno lo van haciendo reflexionar.
Con lo que está pasando hoy en la Argentina veo a Massa como una figura importante, con decisión política, rodeado de gente importante que en su momento aportó mucho al País, como el caso de Roberto Lavagna, e imagino que armar un proyecto político detrás de esa figura es una muy buena alternativa
La expresidenta es una figura que todavía tiene muchas adhesiones y sobre todo porque la gente compara como estaba la Argentina y como está hoy con Macri y lógicamente genera un apoyo importante hacia ella. Igualmente en lo personal creo que ese ciclo está terminado y que el peronismo va a pasar por otras figuras y fundamentalmente por Sergio Massa.
-¿Y cómo está Pichetto. Sigue o no vinculado y con intenciones de participar en la política activa en Río Negro?
-Miguel es un político de raza. Fue el gobernador encubierto de los últimos diez años en la provincia de Río Negro. Es un hombre de Estado y también de nuestro partido porque fue sin lugar a dudas, quien implementó todo lo que necesitaba el gobierno que se fue en el senado de la Nación. Es un hombre que hoy está un poco más libre.
Miguel se ha alejado en lo físico de la provincia. Nosotros nunca pudimos con Miguel como candidato a gobernador expresar en el mensaje, lo que pretendíamos hacer con Río Negro y entonces la gente optó por una continuidad. El otro día cuando argumenté mi voto en el tema del presupuesto dije que no me hacía cargo de lo que estaba pasando en Río Negro porque nosotros pensamos y soñamos en hacer otra provincia, una provincia desarrollada.
Pichetto está en una etapa reflexiva, es un hombre con un reconocimiento muy importante a nivel nacional, tan es así que es el nexo entre los gobernadores peronistas y el gobierno nacional y trata siempre de defender los intereses de la provincia y cumple el rol institucional que corresponde a todos aquellos políticos de bien, que entienden que tienen que darle gobernabilidad a un gobierno que ha sido legitimado por el pueblo.
Volviendo a su pregunta, hoy la política de Río Negro es impredecible y está pasando algo similar a lo que pasa en Nación. Si esto no mejora, cosa que espero que ocurra, yo creo que la figura del senador Pichetto va a ser muy valorada y en lo personal opino que es uno de los pocos dirigentes que tiene la provincia de Río Negro, que puede gobernar una provincia como lo hizo otro gran dirigente que fue Pablo Verani, que le toco estar en momentos muy difíciles de la provincia y del País.
-¿Aunque usted diga que es apresurado, la bisagra van a ser las elecciones de medio término para dilucidar qué pasa con el partido provincial de Weretilneck y que con el partido de Macri?
-La política siempre se mide con los resultados electorales. Por esos yo digo que es importante armar un proyecto de consenso, de diálogo y de convencimiento y con aquellos que querían representar a determinados partidos políticos.
La ciudadanía nos mira y nos evalúa todos los días y en su momento evaluará a este gobierno de hoy en Río Negro y dirá si fue malo o bueno, si cumplió o no. Pero también evaluará a la oposición.
Para mí la actitud de mi bloque de no aprobar el presupuesto es una chiquilinada, nunca en la historia de la provincia se les negó el voto en general a los gobernantes.
Hay que ser oposición en serio, dar herramientas a quienes ganaron las elecciones, participando de aquellas cosas que le hacen bien a los rionegrinos y de exigir el cumplimiento de los compromisos que asuma el poder ejecutivo y este es mi estilo y mi impronta, le guste o no le guste al presidente de mi partido.
Si eso lleva a que se rompa el bloque será lamentable, pero yo no voy a dejar de ser lo que soy, ni de decir lo que tengo que decir y de defender los intereses de los intendentes y de los rionegrinos.
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