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Fernanda Vallejos, economista e integrante de Oetec, afirmó que “en materia económica, política, social y cultural, ha sido un año para el olvido” y agregó que no cree “que éste sea el producto de negligencia, ni de desconocimiento”.
Para la ex integrante del ministerio de economía del gobierno de Cristina Kirchner, Cambiemos no va a lograr la reelección en 2019 y por eso el poder real detrás de la Casa Rosada “necesita instalar un opción de continuidad o de plan B que viene a cumplir el Frente Renovador”.
Consideró que el reciente decreto que permite el blanqueo a familiares de funcionarios “es un acto de prepotencia, con un nivel de impunidad pocas veces visto en la Argentina, propia de la soberbia de clase que permanentemente ha caracterizado a estos grupos de poder”.
- ¿Qué balance hace de éste año de gobierno de Mauricio Macri?
- Desastroso, para ponerlo en una palabra. En materia económica, política, social y cultural ha sido un año para el olvido. En materia económica, todos los números son alarmantes, la economía está en recesión, ha habido una profunda pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios en primer lugar, producto de las decisiones que ha adoptado el gobierno: devaluación, eliminación de retenciones al agro y a la gran industria multinacional, a la minería; más otra serie de medidas como la eliminación de cupos en materia de comercio exterior. Todo eso impactó en el precio de los alimentos. Hoy tenemos una inflación anual del 44,7%, y ésa es la tasa general, si uno analiza la evolución de los precios que impactan sobre la canasta de los sectores más vulnerables, la inflación supera holgadamente el 50%; con lo cual la situación social se vuelve muy delicada porque las paritarias cerraron en promedio en torno del 30%, y esto es para los trabajadores dentro del universo formal. Los trabajadores informales, que son aproximadamente el 35 % y que van creciendo, para ellos esos incrementos han sido más bajos, es una pérdida muy importante del poder adquisitivo. Lo mismo le cabe a los jubilados y pensionados, porque las actualizaciones según la ley han sido del 30%, lo que los deja muy por abajo de la inflación. Lo mismo con los beneficiarios de la asignación universal por hijo y aquellos trabajadores que han perdido sus empleos que son muchísimos; el último dato que teníamos en el 3er trimestre del 2015 era una tasa de desocupación del 5,9% que venía descendiendo progresivamente y hoy estamos en una tasa del 8,5%; estamos hablando de un incremento de más de 2 puntos porcentuales. Esto implicó una caída del consumo, él último dato que tenemos para el mes de octubre es una caída superior al 5% que se suma a las que tenemos mes a mes y la economía está en recesión producto de todo esto.
- ¿Qué pasó con las promesas de inversión del gobierno?
- La inversión, que fue uno de los caballitos de batalla, también se ha desplomado fuertemente, el último registro que tenemos para el mes de octubre en el caso de la inversión es una caída del 8,6%, y es lógico, porque al no haber ventas y recortarse tan fuertemente el mercado interno, al caer el consumo y la capacidad adquisitiva de los ingresos de los argentinos, no hay ningún tipo de estímulo para que haya inversiones en el país. La utilización de la capacidad instalada de la industria está a niveles bajísimos, en torno del 65%, 10 puntos porcentuales por debajo del promedio histórico para la Argentina. Nada hay de alentador en la evolución de nuestra economía, ni siquiera el frente externo porque sabemos que el mundo está en crisis; desde la caída de Lehman Brothers en adelante el comercio internacional no se ha recuperado. Por eso muchos economistas cuando el gobierno planteaba que iba a poner acento en las exportaciones y en esta supuesta apertura al mundo como otro de los motores de crecimiento, lo veíamos como una necedad o como un acto de cinismo, porque era imposible que esto pudiera compensar la pérdida que íbamos a tener en materia de mercado interno producto de las políticas que el gobierno implementó. Y efectivamente los resultados han sido ésos. Las importaciones también han caído, para el mes de octubre tuvimos déficit en la balanza comercial, las exportaciones cayeron un 6,3% y eso que mejoraron los precios, porque las cantidades cayeron aún más. Lo único que crecen son las cantidades importadas de bienes de consumo que son las que lamentablemente compiten con nuestras industria nacional que no sólo se enfrentan a un mercado interno con un deterioro tan grande en tan poco tiempo, sino que tiene que compartir el mercado con productos importados; y cada vez que consumimos un bien importado le estamos pagando los salarios a los trabajadores de otros países, en perjuicio de nuestros propios trabajadores.
- ¿Cree que el gobierno tiene un plan para frenar la caída de todos los indicadores que acaba de describir?
- No creo que éste sea el producto de negligencia, ni de desconocimiento. Sabemos que son cuadros formados con una ideología de derecha, que adscriben a una mirada mainstream, ortodoxa de la economía y la verdad es que uno no percibe ningún tipo de desconocimiento. Por el contrario, parece un gobierno que ha llegado a la Casa Rosada con un mandato muy explícito y que lo viene cumpliendo. El mandato tiene que ver con producir una profunda transferencia de ingresos desde los sectores populares y medios hacia ese pequeño porcentaje de argentinos más ricos que se colocan en la cima de la pirámide de la distribución del ingreso. Efectivamente eso pasó, porque después de 12 años de mejora sistemática de la matriz distributiva del ingreso nacional, volvimos este año a tener un retroceso en materia distributiva. En definitiva, las políticas del gobierno lo que han hecho es sacarle a los más pobres para darles una mayor proporción al 10% más rico de la población que coincide con las grandes personas jurídicas, las grandes empresas, los grandes capitales mayormente en manos no nacionales. Los únicos que han ganado con éstas políticas son el sector financiero y el agroexportador, que también la punta de la cadena está en mano de empresas multinacionales que dolarizan los excedentes. Y el Banco Central les ha otorgado todas las facilidades para que hagan uso de lo que comúnmente se llama bicicleta financiera.
Además, la tan mentada inversión extranjera ha sido muy baja, y las inversiones han sido superadas por los capitales que se fugaron de la economía. Y a esto hay que sumarle un gravísimo sobreendeudamiento externo, en lo que va del año acumulamos más de 50 mil millones de dólares de nueva deuda contraída, y estábamos en torno, hablando de deuda bruta, del 40% sobre el PBI y hoy ya estamos superando el 55%; y eso nos pone en el camino de la insolvencia.
- Para las elecciones de término medio del año que viene, ¿cree que Cambiemos va a tomar medidas que beneficien a las mayorías o con el discurso de la pesada herencia y de la revolución de la alegría le va alcanzar?
- Lo que uno observa por la calle es que la mayor apelación que parece instrumentar el gobierno tiene que ver con sostener una estrategia de marketing. Uno ve carteles muy bonitos, de gran tamaño, que deben ser muy caros para el fisco nacional, y pareciera que el gobierno apela a instalar con consignas de marketing una idea de gestión que no se verifica en la práctica y mucho menos en la realidad de los argentinos. La semana pasada estábamos discutiendo una situación de emergencia social que está en las antípodas de lo que se vivía en la Argentina apenas doce meses atrás, hay trece millones de pobres y muchos de esos millones se han generado en los últimos meses de gestión de Cambiemos, y hay un crecimiento de la desocupación; por lo que me parece que es difícil que el árbol tape al bosque. Puede ser que en el corto plazo, porque los grandes medios de comunicación nacional y algunos locales que operan como satélites, todavía tengan capacidad de manipular en cierto grado a cierto segmento de la sociedad. Me parece que el gobierno no va a tener una buena performance el año que viene en las legislativas de medio término, y pondría las manos en el fuego si te dijera que me parece que es un gobierno, y ellos lo saben, que es irreelegible en el 2019. Basta con analizar la estrategia política de los mismos grupos de poder económico que son las bases de sustentación de este gobierno que está vaciando la economía argentina, y ve como “levantan” y buscan ensalzar a otros sectores, a los que buscan instalar como una supuesta oposición. Es el caso del Frente Renovador que en la práctica es un aliado del gobierno porque en todas las cuestiones fundamentales han votado juntos, Massa y Macri se presentaron juntos en el Foro de Davos frente al poder financiero internacional. Por lo que pareciera que el verdadero poder en las sombras, el poder real detrás de las Casa Rosada, también está tomando nota de la irreelegibilidad de este equipo de Cambiemos, por lo menos con esta impronta; y por eso me parece que este reverdecer de Massa y algunas discusiones que pretender plantear como actores antagónicos, como el caso de Ganancias, tienen que ver con esto. Desde el propio establisment están empezando a observar que necesita instalar una opción de continuidad o de plan B que viene a cumplir el Frente Renovador.
- ¿Qué opina del decreto que permite entrar en el blanqueo a familiares de funcionarios?
- Es una barbaridad, un acto de prepotencia, con un nivel de impunidad pocas veces visto en la Argentina, propia de la soberbia de clase que permanentemente ha caracterizado a estos grupos de poder de los que Mauricio Macri y la mayor parte del gabinete nacional forman parte. Desde lo estrictamente jurídico, claramente es inconstitucional; el presidente por más deseos que tenga de que su padre y su grupo económico pueda blanquear y esquivar las investigaciones judiciales que los envuelven por décadas de saqueos de los recursos de la Nación, de fuga de capitales, de evasión fiscal, de contrabando, de cánones impagos; del conjunto de cuestiones de las que se han beneficiado en cohecho con otros del mismo signo liberal, tanto durante la dictadura, como en el menemismo y la alianza. Me parece una vergüenza que el presidente por decreto decida modificar una ley que ha sido votada en el Congreso de la Nación y desde el poder Judicial y de oficio no se alce una voz clara que ponga límites a esta actitud avasalladora de las propias instituciones, de la Constitución, y de los principios democráticos que rigen en la Argentina. Lamentablemente, y como viene sucediendo no sólo con esto, si no con otros casos de gravedad, la anuencia de los grandes medios de comunicación juegan un rol bastante lamentable en el deterioro de nuestra propia institucionalidad.
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