Entrevistas
15/11/2016

Eduardo Aguilar, senador FpV

“Importa la boleta única, que sea electrónica es otra discusión”

“Importa la boleta única, que sea electrónica es otra discusión” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El legislador por Chaco opinó sobre el dispositivo para votar que impulsa el gobierno. Fundamentó además la ley para que los debates televisivos entre candidatos sean obligatorios, proyecto del cual es coautor. También defendió a los inmigrantes, pero sin opinar sobre los dichos del presidente de su bloque, Miguel Pichetto.

Miguel Croceri

El senador nacional por el Frente para la Victoria Eduardo Aguilar afirmó que si se implementa una boleta electoral única “será un paso adelante”, en particular “para que no se roben las boletas, o para garantizar que a nadie la quiten votos”, pero agregó que el hecho de que sea electrónica “es otra discusión, y aunque yo no lo veo mal, siempre tiene que haber un soporte de papel para que cualquier ciudadano pueda controlar y contar los votos”.

Argumentó además en favor de los debates televisivos entre candidatos presidenciales, cuya realización obligatoria ya fue aprobada por el Senado en base a un proyecto de ley entre cuyos redactores estuvo el propio Aguilar, y que pasó a consideración de la Cámara de Diputados.

El legislador, representante de Chaco, defendió que Argentina siga siendo “abierta a todas las corrientes migratorias”, e incluso afirmó que “América Latina es de hecho un solo gran país con una profunda comunidad de orígenes, de sangre y de destino”, pero evitó pronunciarse sobre las declaraciones del presidente de su bloque, Miguel Pichetto, contra los “inmigrantes pobres”, porque “trato de no opinar sobre las opiniones de otros”, dijo en esta entrevista con Va Con Firma.

-Ud. fue uno de los redactores del texto aprobado por el Senado para que los debates televisivos entre candidatos presidenciales sean obligatorios. ¿Cuáles son las cláusulas principales del proyecto que ya tienen media sanción?

-Se van a realizar dos debates, uno en Capital Federal y otro en una capital de provincia, y un tercero para el caso de que hubiera balotaje entre dos candidatos. De manera que va a haber tres instancias para que puedan intercambiar respuestas respecto de temas establecidos. Después, debido a que la participación en esos debates sería obligatoria, se prevén sanciones que implican el retiro del 100% de los fondos de publicidad electoral en el caso de que un candidato no quiera debatir. También está abierta la posibilidad de que lo debatan los candidatos a vicepresidente. Se establece además que la autoridad de aplicación, es decir la que debe organizar todo, será la Cámara Nacional Electoral. Los debates se van a transmitir a través del sistema público de medios, es decir la Televisión Pública y Radio Nacional, con señal abierta para que lo tome cualquier emisora televisiva o radial. Nos parece que se trata de un avance muy importante respecto de las prácticas políticas actuales.

-¿Por qué cree que los debates tienen que ser obligatorios? ¿En qué mejoraría esto la calidad democrática?

-Hay que mirar el punto de partida. Hoy casi todas las campañas terminan con los candidatos bailando en algún show televisivo. Y si uno mira las últimas campañas, los spots que pagamos todos los argentinos en general muestran a los candidatos bailando, besando chicos, saludando a la gente pero prácticamente no incluyen palabras. Esto va degradando a la democracia. La instancia más importante de cada campaña electoral tiene que ser una instancia de intercambio de ideas, tolerante, pluralista, donde poder interpelarse los candidatos unos a otros, y de poder explicar los problemas frente a la gente. Porque si no, la política termina totalmente dominada por una lógica televisiva que es trivial, que es de entretenimiento, que es del instante y del zapping, y que no permite a la opinión pública profundizar en ninguno de los problemas reales del país.

-¿Para qué cree que sirvió el debate del año pasado entre los candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli?

-Todos los debates sirven para que los candidatos expresen ante la opinión pública sus posiciones sobre los distintos temas. Ese debate fue lo más importante de la campaña, y permitió por ejemplo que el actual presidente fuera interpelado respecto de un conjunto de temas y tuviera que asumir posiciones muy definidas respecto de que no iba a devaluar, que no iba a haber tarifazos, hasta otros temas como que se iba a sostener el Fútbol para Todos. Yo creo que con el tiempo, lo que van a ir generando los debates es como un currículum de cada candidato para ver cuándo mienten, cuándo dicen la verdad, es decir que van a ir generando la posibilidad de despertar la conciencia cívica respecto de las propuestas que se le hacen.

-Pero la participación popular es un concepto mucho más amplio. Por ejemplo, la Constitución Nacional prevé mecanismos de democracia semidirecta, como la consulta popular y el derecho de iniciativa, y sin embargo son letra muerta en el texto constitucional. ¿No sería mejor poner en marcha esas formas de participación que son más profundas?

-Casi todos los mecanismos institucionales en Argentina funcionan mal o no funcionan. Hemos naturalizado formas de comportamiento que son totalmente nocivas para nuestra democracia. No es que un mecanismo sea mejor que otro, sino que son aportes. Son como ladrillos en una pared de mejoras institucionales que tenemos que construir para que nuestra democracia funcione mejor., y los debates son un aporte. Por supuesto que también son importantes otros, como por ejemplo activar mecanismos de participación más directa. Pero a mí lo que me preocupa mucho es la trivialización de la política, y que los problemas no sean expuestos con toda su profundidad y todas sus dimensiones ante la gente, con las propuestas que sus representantes tienen frente a los mismos. La lógica de los debates ayuda a dar un paso en ese sentido.

-¿Qué opina del sistema de boleta electrónica, que ya fue aprobado por Diputados y que pasó a consideración de su Cámara, el Senado?

-Hay dos componentes ahí. Por un lado está la boleta única electrónica, con eso estamos de acuerdo. Es un paso importante respecto de las prácticas actuales, donde con el sistema de boletas separadas hay que disponer de toda una red de referentes y militantes en todo el territorio para que no se roben las boletas, o para tener un control y garantizar que a nadie le quiten votos. Esas redes son muy costosas, particularmente para los partidos chicos, a quienes les cuesta sostener esas estructuras. Que en general terminan sosteniéndose con recursos públicos, lo que le otorga una gran ventaja a quien está a cargo del control de los recursos públicos. Entonces, ese va a ser un paso adelante. Porque también, por más que te dan un padrón gratis impreso, en general, justamente como a veces hay prácticas de robo, entonces los candidatos o partidos tienen que imprimir dos o tres padrones electorales. Eso también es un costo altísimo que pesa excesivamente a los partidos más chicos. Es decir que la boleta única va a ser un gran paso adelante. Luego, que sea una boleta electrónica es otra discusión. Yo no lo veo mal, pero me parece que siempre tiene que haber un soporte de papel para que cualquier ciudadano pueda controlar y contar los votos. Y dentro de los soportes electrónicos, es muy necesario discutir cuáles son los más baratos, y al mismo tiempo los más seguros. Esta es la discusión. Yo veo con agrado el proyecto presentado por los senadores (Juan Manuel) Abal Medina y (Omar) Perotti, que propone el soporte de papel, y luego la forma más barata y segura de implementar una boleta electrónica.

-¿Cómo cree que serán las posiciones sobre este tema dentro del bloque del PJ-Frente para la Victoria?

-La verdad es que no lo sé a nivel general. Hay senadores que hay expresado su apoyo (al proyecto ya aprobado por Diputados) como los senadores (Rodolfo) Urtubey, y (Dalmacio) Mera, y otros que se manifestaron a favor de esta idea que está expresada en el proyecto de Abal Medina y Perotti. Pero todavía no hay una posición común de todo el bloque.

-¿Cree que el Senado tratará este año el proyecto de boleta electrónica, que es el objetivo del gobierno para poder aplicarla en la elección legislativa del año que viene?

-Yo creo que sí. A nosotros no nos interesa demorar esa posibilidad. Nos parece bien que se vaya buscando la forma de mejorar las prácticas políticas democráticas. Pero también queremos ver los costos, que no sea un coto de negocios cerrados para determinadas empresas, y además la confiabilidad. No debe ocurrir que por una razón de apuro nos expongamos a resultados políticos que no sean confiables. Hay que considerar también una forma de gradualidad, porque en muchos lugares del país, por distintos motivos como pueden ser la falta de habitualidad de la gente con estos nuevos mecanismos, quizás sea mejor avanzar de manera gradual en su implementación.

-Por último, senador, ¿cuál es su opinión sobre las declaraciones del presidente de su bloque, Miguel Pichetto, respecto de los “inmigrantes pobres” que se radican en Argentina?

-Yo trato de no opinar sobre las opiniones. Me parece que la política tiene mucho de eso, y en verdad creo que se tiene que ocupar más de los problemas, y menos de la opinión de Fulano o Mengano.  Si vamos al problema, o al tema migratorio, nuestro país se ha constituido en base a corrientes migratorias, y tiene una larguísima tradición de incorporación de absolutamente todas las corrientes. En particular, creo que los distintos pueblos de América Latina son prácticamente un mismo país, separado de manera antojadiza por fronteras hermanos en sangre, hermanos en territorio. Yo mismo soy nieto de inmigrantes paraguayos en Argentina, como muchísimas personas aquí en el norte del país (N. de la R.: se refiere a Chaco, su provincia). Por lo tanto las divisiones son arbitrarias. Ahora: entiendo que el senador Pichetto se ha manifestado respecto de inmigrantes con problemas de antecedentes penales. En ese caso, sin ser un especialista, me parece muy bien que se pueda hacer inteligencia en los controles migratorios para que estemos seguros de que todos quienes ingresan al país no tienen antecedentes penales o condenas pendientes en sus propios países. Pero esto vale para cualquier inmigrante, como vale para todos los argentinos. Respecto de la otra inmigración, me parece que nuestra Constitución y el espíritu de la propia historia del país, ha sido de una apertura que tenemos que sostener en el tiempo.

-Ud. mencionó vínculos de sangre personales, directos, con familiares paraguayos. ¿Cómo es la relación en su provincia, Chaco, con comunidades paraguayas tan importantes que hay ahí?

-Acá es muy normal. Nosotros también tenemos hospitales públicos que trabajan mucho en la atención de familias de origen paraguayo, e incluso el gobierno provincial está avanzando en determinados convenios de reciprocidad, y eso no me parece equivocado. Pero el espíritu general de la Argentina es el de un país abierto a todos, y en particular paraguayos, bolivianos, chilenos, toda América Latina, es de hecho un solo gran país. Con divisiones arbitrarias en sus fronteras pero con una profunda comunidad de orígenes, de sangre, y también de destino. Porque incluso nuestra inserción en cuanto a los flujos internacionales de capitales o de comercio, es decir el peso que podamos tener como país en las decisiones internacionales, estratégicamente lo tenemos que pensar asociados con el resto de América Latina.

29/07/2016

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