Entrevistas
09/06/2024

Pablo Cervi

Un veto de Milei a la movilidad jubilatoria “se podría levantar”

Un veto de Milei a la movilidad jubilatoria “se podría levantar” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El diputado nacional por el radicalismo neuquino estimó que el Congreso podría revertir una decisión del presidente, quien dijo que le importaría “un carajo” vetar el proyecto que mejora el índice para actualizar los haberes. Lamentó la “violencia verbal” que el mandatario “traslada a la sociedad”.

Marcelo Castro

Luego de que la Cámara de Diputados aprobara por amplia mayoría una nueva fórmula para actualizar las jubilaciones y que el presidente Javier Milei dijera que va a “vetar” cualquier ley en ese sentido porque le “importa un carajo”, el diputado nacional neuquino Pablo Cervi aclaró que no puede hacer “futurología” pero consideró que “se podría levantar tranquilamente un veto presidencial” porque en las dos ramas del Congreso habría votos suficientes para hacerlo.

El legislador de la Unión Cívica Radical (UCR), tras explicar los beneficios que traería la fórmula propuesta respecto de la vigente -que se dispuso por decreto presidencial-, afirmó que “sería un error” si el mandatario la vetara, “entendiendo que él basó su campaña diciendo que era la casta quien pague el ajuste, y no creo que los jubilados sean la casta”.

Advirtió que mediante los calificativos de “degenerados fiscales” y “lacras” que Milei lanzó contra los legisladores, “traslada a la sociedad o al entorno un nivel de violencia verbal que se está naturalizando pero que no debe ser normal”. Al presidente “le ha tocado un desafío muy difícil” pero “preocupa la falta de gestión”, apuntó, y puso como ejemplo que “si hay que cubrir alrededor de 5.000 cargos en el Estado nacional para poder gobernar, no han cubierto más de 1.500”.

Entrevistado por Va Con Firma, Cervi también manifestó que “en los hechos se ve que Juntos por el Cambio no existe más”, y que “no hay nada definido” en la UCR neuquina para las elecciones de senadores y diputados nacionales el año próximo.

-¿Cómo se logró el consenso entre los diputados de la oposición para poder aprobar la ley de movilidad jubilatoria?

-En principio se venía trabajando desde la comisión que preside Gabriela Brouwer de Koning. Se trabajaron los dictámenes. En el caso de la UCR (Unión Cívica Radical) era un dictamen de minoría, y el de mayoría de Unión por la Patria (UxP). Y se llegó al recinto con esta dificultad, es decir que si no salía ninguno de los dos dictámenes, por un año no se podía tratar. Entonces había que encontrarle la vuelta y fueron largas discusiones a lo largo del día, porque se trababa. Entonces se logró llegar a un entendimiento de que de alguna manera UxP bajaba su dictamen y con alguna modificación al de la UCR, se acompañaba, y la vedad es que tuvo un buen acompañamiento de votos.

-¿Y cómo fue el trato con los diputados del oficialismo? ¿Hubo algún tipo de presión?

-En principio sí. Cuando uno escucha las alocuciones y el dictamen que tenía tanto UxP y el Pro, que básicamente hace lo que le dice La Libertad Avanza, porque votan en conjunto. Si uno ve la votación, algunos de LLA votaron a favor y hubo varios ausentes, que al no estar de acuerdo y al no querer de alguna manera tener incidencia en esto, no participaron de la votación.

-Esta ley, que ahora debe pasar al Senado, ¿en qué mejora la situación de los jubilados?

-En principio un 8 por ciento que se habían comido respecto a la inflación cuando cambia la fórmula que impuso el gobierno nacional por decreto, lo que se hace es corregir ese 8 por ciento y fijar una actualización mensual por IPC (Indice de Precios al Consumidor) y dos veces al año una revisión en función del indicador basado en los salarios. Y si ese índice es mayor que el IPC, se corrige a la suba, y si es distinto no se toca. En un momento hubo una gran inflación y hoy, en algunos casos, si se abre la importación o se saca el impuesto PAIS es posible que algunos precios bajen, y no así tanto el índice de los salarios, que estaban en un piso. Entonces, que las jubilaciones sigan al ritmo de los activos que en algún momento estuvieron enganchados. Y también atado a algún tema de recaudación, es decir que a una mejora en los ingresos del Estado se pueda generar una mejoría en las jubilaciones.

-Si el Senado finalmente sanciona la ley, ¿qué va a hacer la Cámara de Diputados en caso que el presidente la vete, como ya anunció?

-Me parece que sería un error que haga eso, entendiendo que él basó su campaña diciendo que era la casta quien pague el ajuste, y no creo que los jubilados sean la casta. Uno no pude hacer futurología, pero entiendo que con el número que salió, que supera ampliamente los dos tercios, se podría levantar tranquilamente un veto presidencial. Y calculo que también en el Senado, porque creo que va a correr similar suerte porque si uno mira la composición, es factible que tenga similar cantidad de votos. Por eso, entiendo que un veto se puede levantar y sería un costo político muy alto para el presidente.

-¿Cómo le cayó a usted el calificativo de “degenerados fiscales” y de “lacras”, que el presidente les atribuyó cuando se aprobó la ley jubilatoria?

-La verdad es que sale el mismo día en que él amplía las partidas al Senado para Desarrollo Social y para otros ministerios. O sea que me parece que usar calificativos así cuando la realidad es que por otro lado ya están previendo que en junio no van a tener el déficit cero-que estaba fabricado porque fue en función de no pagar Obra Pública, o la Energía al no pagar a las (empresas) generadoras-, no ayudan en nada. Lamentablemente traslada a la sociedad o al entorno un nivel de violencia verbal que se está naturalizando pero que no debe ser normal. Si no te gusta lo que vota el Congreso, que es un Poder independiente, incluso en la Constitución está establecido que nadie puede ser juzgado o perseguido o cuestionado por lo que vota. Creo que debería leer la Constitución el presidente de la Nación, y entender cómo funciona la división de poderes y la democracia.

-Teniendo en cuenta lo que usted dice, ¿cuál es en líneas generales su opinión de estos seis meses de presidencia de Javier Milei?

-Le ha tocado un desafío muy difícil. Pero lo que nos preocupa es una falta de gestión. Si hay que cubrir alrededor de 5.000 cargos en el Estado nacional para poder gobernar, no han cubierto más de 1.500. Y con los problemas que estamos viendo, como los de (el ministerio de) Capital Humano y los que nos comentan, de la falta de gestión. Porque están muy concentrados en la macro, pero no se toman otras medidas o no se trabaja en la microeconomía y en los problemas de la sociedad en general. Veo que han encarado su plan, que tiene un apoyo importante de los argentinos que queremos que le vaya bien al país y las cosas funcionen, pero con una dificultad grande para gestionar y para sacar leyes. En un momento hicieron una autocrítica por haber mandado un proyecto tan grande que de alguna manera dilató (N. de R.: se refiere al primer proyecto de la “ley Bases”, que era llamado “ley Ómnibus”), y eso son errores propios. Por un lado el presidente nos insulta, pero por otro lado ministros como Francos, que ahora toma la posta de llevar las negociaciones con los gobernadores y con el Congreso, hacen autocrítica de muchas cosas. Entiendo que la soberbia, el enojo o el no contar hasta diez antes de publicar en Twitter, es complejo. Y por otro lado estamos viendo que funcionarios del gobierno reconocen los errores que han cometido.

-¿Cómo ve la UCR ahora y qué debería hacer el partido a nivel nacional para volver a ser una alternativa en el 2027? Y en ese sentido, ¿cuál es el futuro de la alianza con el Pro?

-Ya en los hechos se ve que Juntos por el Cambio no existe más. El Pro vota con LLA y es una escribanía. No tienen derecho a plantear nada distinto, sino que votan lo que les dice LLA. Como están compuestos los bloques, Juntos por el Cambio ya en el Congreso no existe. Puede seguir en algunas provincias con la fórmula gubernamental o en las Legislaturas, como alianza. Y la UCR creo que se debe dar una discusión hacia adentro, ver las realidades provinciales que son muy distintas, como CABA (ciudad autónoma de Buenos Aires) o provincia de Buenos Aires, con el interior, y aceptar que hay realidades distintas. Ver cómo se encaran las elecciones de medio término; ver si se arma un espacio de centro, pero creo que para el 2025 no se estaría llegando.

-¿Están discutiendo o acercando posiciones con algún sector del peronismo?

-No me consta, pero seguramente hay charlas. Si las hay, no participo de ellas.

-¿Cómo está la UCR en Neuquén y qué expectativas tiene para las elecciones de medio término? ¿Usted tiene pensado presentar su candidatura a senador?

-No hay nada definido. A partir de todo lo que pasó en el partido hay que fomentar la misma discusión que a nivel nacional. Evaluar que puede haber quien tenga una postura y otros, otra. Así como correligionarios que son parte de la gestión actual, que no es el caso mío, entendemos que la UCR tiene que ser oposición, controlar que las cosas funcionen pero marcando la cancha. Creo que habrá que buscar la forma de convivir las distintas posturas y ver a nivel nacional qué hace el partido.

29/07/2016

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