El cura Rubén Capitanio dijo que a la ministra (de Capital Humano Sandra) Pettovello “se quedó con los alimentos que tenía la obligación de dar” y de esa forma cometió “dos delitos: mal ejercicio de la función pública y abandono de persona”. Para quien fuera colaborador del obispo Jaime de Nevares “nadie que crea en Cristo, puede dejar de denunciar y condenar esta política pública de (el presidente Javier) Milei como anticristiana.”

Hasta hace poco más de un año, Capitanio fue el cura de la parroquia San Sebastián de la localidad de Plottier. Su última congregación antes de jubilarse. Ejerció el sacerdocio al amparo del obispo por el cual Neuquén se ganó el título de “Capital de los Derechos Humanos”.

Alejado de la actividad pero no de sus creencias y convicciones, Capitanio aceptó integrar, como asesor, el ministerio de Gobierno de la provincia de Neuquén.

lo entrevistó para conocer su opinión sobre el experimento libertario –también llamado anarcocapitalista- que inauguró Javier Milei el 10 de diciembre de 2023.

-¿Cuál es su análisis de la situación social actual, a partir de la aplicación de una política de ajuste que está afectando a los sectores más pobres?

-Lo que veo es que la situación del país es muy grave, no solamente por lo que pasa, sino por lo que puede seguir pasando. Y en esa situación del país, Neuquén no es una isla, y entonces también esa crisis se proyecta en la provincia. El solo hecho de que no lleguen a la provincia los recursos que Nación debe compartir por justicia y por ley con los gobiernos provinciales, hace que repercuta en el territorio provincial. Y no quiero ni pensar lo que debe ser en provincias más empobrecidas que la nuestra, porque somos una provincia rica en sí misma por los bienes naturales y las regalías. Vimos lo que pasó días atrás en Misiones y en el resto de las provincias, por ejemplo en las del norte. Y a nivel nacional me preocupa lo que pasa y lo que va a seguir pasando mientras se mantenga un gobierno como el actual, donde se ha fijado como eje el mercado, el capital y el dinero, y no el ser humano. El ministerio de Capital Humano, y por lo tanto el gobierno, ha cometido dos delitos: el de abandono de persona con el agravante del incumplimiento de los deberes de funcionario público.A la ministra (Sandra) Pettovello le pagan para que asista a los caídos, como dijo Milei, y no solamente no lo hizo, sino que se quedó con los alimentos que ella tenía la obligación de dar. Ahí hay dos delitos: el mal ejercicio de la función pública y el abandono de persona. Es la muestra clara de que las personas no le interesan. Solo interesa que cierren las cuentas, de acuerdo a un proyecto económico donde el dinero es el centro de la cuestión.

-Milei dijo, días atrás, que si la gente se muere de hambre, algo va a hacer para no morirse de hambre. ¿Qué opinión le merece esa expresión?

-Esa es su concepción de inhumano. Es la inhumanidad llevada a la dimensión del proyecto. Nos está diciendo: para que vos no te mueras de hambre, vas a aceptar hacer cualquier cosa a cualquier precio. Y entonces vas a ofrecer tu mano de obra o tu capacidad de trabajo a cualquier precio mucho menor, que es lo que ellos quieren. Quieren que la gente se conforme con no morirse de hambre en vez de que luche para vivir con dignidad. La gente no solamente tiene derecho a no morirse de hambre, sino a vivir con dignidad. Lo que sucede es que si se considera que la persona no es lo importante, alcanzaría con que hagas cualquier cosa para no morirse de hambre. Y creo que en eso está incluida la reforma laboral. En esa frase mostró la inhumanidad de un proyecto. Como cristiano tengo que decir que nadie que crea en Cristo, puede dejar de denunciar y condenar esta política pública de Milei como anticristiana.

-En el Tedeum del 25 de Mayo, el Arzobispo García Cuerva fue muy claro; el Papa Francisco también ha sido muy contundente condenando ese tipo de políticas, pero parece que el gobierno no ha tomado nota de eso…

-El proyecto del gobierno es otro… Milei va a ver al Papa o va al Tedeum porque le conviene políticamente. Lo del encuentro con el Papa fue mucho más payasesco, y el Papa lo trató como un enfermito, lo trató como lo hace alguien con otro que se da cuenta que no entiende nada. Fuera de eso, me parece que Milei está muy lejos de escuchar algo. El va a cumplir con el rol que le manda el protocolo, pero no para escuchar algo. Después de haber escuchado al Arzobispo de Buenos Aires dijo que no hay muertos de hambre porque no vemos gente muerta en la calle. Y no es que no entendió nada, sino que no quiere entender nada porque a él no le interesa, porque lleva un proyecto que se contradice con lo que él mismo dice creer religiosamente. Habla de Moisés como el gran liberador, pero si mínimamente leyera la historia y las actitudes de Moisés para liberar a un pueblo de la esclavitud, se va a dar cuenta que toda su propuesta es contraria también al criterio y pensamiento de Moisés. Creo que por ahí está el desequilibrio psicológico. Creo que no está sano en su cabeza.

-¿Le llama la atención que pese a todo eso, todavía cuenta con una base de apoyo muy grande, sobre todo en los sectores más vulnerables, los que peor la están pasando?

-Me llama la atención, pero también trato de entender que la gente no es que se volvió loca y actuó sin pensar y, de buenas a primeras, votó a Milei. La gente expresó un hartazgo de tanta promesa incumplida. Ayer fue “Que se Vayan Todos”, y luego fue “probemos con Macri”, después fue volver a tener lo que teníamos con Néstor Kirchner, y al fin dijeron todos nos han prometido algo, nos han dicho que la solución es mañana, pero los problemas son de hoy. Y allí han dicho votemos a este loco a ver qué pasa. Creo que el voto y el apoyo a Milei es el que se vayan todos los que conocemos. Es una reacción de la gente que la clase política tendría que plantearse muy seriamente. Y una de las preocupaciones que tengo es que hay inquietud de algunos sectores de la clase política, que están pensando en asumir el poder y en cómo arreglar esto que está haciendo Milei, en lugar de hacer una autocrítica. Milei es el fruto de una gran frustración que tuvo nuestro pueblo, y por eso hay que hacer una autocrítica.Hay que descubrir por qué se llegó a esto, y por qué, a pesar del desastre, del abandono de lo público, de lo que significa dejar la obra pública, de la enorme cantidad de despidos, de la no ayuda a los discapacitados, a pesar de todo eso, un sector importante de nuestro pueblo lo sigue apoyando, aun pasándola muy mal.

-El gobierno ha denunciado a organizaciones sociales y a dirigentes, por supuestos comedores truchos, por desvío de los alimentos. Usted que tiene acceso a la base de datos oficial en Neuquén. ¿Ha visto que ocurra algo así?

-No he visto, pero tampoco me he puesto a investigar, porque estoy seguro que no hay comedores truchos. Puede haber algún comedor que no funcione del todo, incluso que el manejo de los víveres no sea del todo transparente. Puede haber alguno. Pero decir que los comedores son truchos, es como decir que como hay un policía que es coimero, despido a toda la policía de la ciudad. Es el mismo planteo absurdo y la misma locura. Entonces lo que se debe hacer es si a este policía le pude comprobar que es coimero, habrá que tomar alguna medida para averiguar si no hay otro policía coimero. Pero de ahí a decir que como puede haber otros coimeros, retiro la policía de la ciudad y el día de mañana, cuando haga una reforma, la vuelvo a poner. Eso es un absurdo total. Lo que si me consta es la generosidad y la responsabilidad y la solidaridad que tienen hombres y mujeres que atienden los comedores populares, no la tuvo ni la tiene ningún gobierno. Deberían aprender y honrar e generosidad, solidaridad, y capacidad de trabajo cuando con dos cebollas, una lata de tomates y un paquete de arroz hacen un guiso para 50 personas. Deberían declararlas personas honorables de la ciudad.

-Últimamente se han abierto comedores en casas de familias que, obviamente, no están inscriptos en ningún lado.

-Personalmente conozco, puedo dar testimonio, que cuando estuve a cargo de una parroquia hasta hace un año y medio en Plottier, en la época de la pandemia hicimos una cadena de solidaridad para los más necesitados en los sectores que nuestra parroquia San Sebastián abarcaba, y allí surgió un comedor popular manejado por los vecinos. Surgió por la necesidad concreta. Se juntaban los vecinos y unos ponían una cebolla, otro una lata de tomate, otro medio kilo de arroz, juntaban lo que había y hacían un guiso para comer todos. Eso, porque se había trasladado el basural del barrio que era una fuente laboral de Plottier. Y entonces esa gente que vivía del reciclaje se quedó sin trabajo para sobrevivir. Un primero de mayo habían hecho un locro y me invitaron para bendecirlo. Fui con mucho gusto y nos enganchamos. Desde esa fecha, hasta ahora, ese comedor sigue funcionando con el esfuerzo de os vecinos y con la colaboración que se puede conseguir. A pesar que hace un año y medio no estoy en la parroquia, la gente que me ayudaba a ayudar me sigue ayudando a ayudar. Ese comedor no está inscripto en ningún lado. Es una fuente de dignidad para los vecinos de ese barrio.

-¿Tiene registro de una situación similar que se haya vivido en el país. Es comparable a la del 2001, por ejemplo?

-El 2001 lo viví en Villa La Angostura, que tenía una realidad que no se puede comparar con otros lugares de la provincia ni del país, porque es una comunidad muy especial. En 2001 el problema del país no se sintió tanto en sectores turísticos como Villa La Angostura, porque la gente vivía de la temporada y en este país, con o sin crisis, siempre hay gente que la pasa bien. Y los que van a vacacionar en Villa La Angostura es gente que la pasa bien, y esquiaron como en cualquier otra época. Entonces la crisis no se notó. Pero sí viví, en la época del plan de las Cajas Pan de Raúl Alfonsín, en Piedra del Águila. Un pueblo chico donde la solidaridad surge más rápido. En realidad, no vi la gravedad de este momento en otro tiempo. Y agravado a que nos han inyectado el virus del individualismo. El individualismo de este sistema, nos ha inculcado eso que ocúpate de vos y los demás que se arreglen, también influye en esto de estar atentos a lo que les pasa a los otros. La miseria, más el individualismo, sumado a una serie de complicaciones como las adicciones, van sumando a una fragmentación social que hace más difícil la solidaridad popular