Entrevistas
26/05/2024

Jorge Taiana

“Milei le está haciendo un daño estratégico muy grande a la Argentina”

“Milei le está haciendo un daño estratégico muy grande a la Argentina” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El ex Canciller y ex ministro de Defensa fustigó la política de subordinación a EE.UU. y a Israel que desarrolla el presidente. Dijo que su idea del mundo está desfasada en el tiempo. Y que evidentemente no es el hombre más influyente del planeta como él cree. Pidió a los senadores que “tengan firmeza” para rechazar la ley Bases.

Marcelo Castro

El ex Canciller y ex ministro de Defensa, Jorge Taiana, opinó sobre el escándalo provocado por el presidente Javier Milei con el gobierno de España. Dijo que la política exterior del gobierno libertario “le hace mucho daño a los argentinos”. “Al volver de España (Milei) hizo un show en el Luna Park mientras una provincia (Misiones) está sumida en una crisis profundísima”, apuntó. Le pidió a los senadores que “tengan la firmeza necesaria” para rechazar la ley Bases, y tildó a Milei de “influencer de la ultraderecha”.

El que sigue es el diálogo mantenido por Va Con Firma con Taiana.

-Al reciente escándalo entre el presidente Milei y el gobierno de España ¿qué nivel de gravedad le ve usted y cuáles podrían ser las consecuencias?

-Lo que veo es una política exterior, llevada a cabo principalmente por el presidente que consiste en dos orientaciones: una, subordinación completa a lo que plantea Estados Unidos, es decir aceptar la hegemonía estadounidense y como un aditamento, un apoyo completo a la política de Israel en todas sus acciones. Ese es el eje central de lo que hace Milei. La segunda parte es que él desarrolla un perfil de influencer de la nueva derecha global. Es decir, al mismo tiempo que hace esa subordinación, busca dentro de la ultraderecha transformarse en una figura visible y muy destacada en ese escenario. En ese sentido debe pensar que la tapa del Time es un éxito. El otro día, en una entrevista por televisión, dijo que es la persona más influyente del mundo. Evidentemente no es la persona más influyente del mundo. Ojalá un presidente argentino pudiera ser la persona más influyente. Él es una persona excéntrica que se destaca por la virulencia, sus ataques y el apoyo a la ultraderecha en el mundo. Eso va acompañado con una actitud muy agresiva hacia otros países: primero, hacia la propia región, o sea todo lo contrario a lo que es una política de integración, que es llevarse bien con los vecinos. Se pelea con (Luis Inacio) Lula, insulta a Luis Petro, se distancia por excesos con Lacalle Pou, se distancia de (Gabriel) Boric y por supuesto se enfrenta con (Andrés Manuel) López Obrador. En la región, salvo (el presidente de El Salvador, Nayib) Bukele –de quien aparentemente le gusta la política de seguridad que implementa-, con el resto no tiene nada. Y también tiene incidentes con potencias emergentes, básicamente con China y Rusia. Al pelearse con España se mete con Europa y en parte lo hace porque eso tiene un reflejo en la vida política Argentina. Luego vuelve, hace un show en el Luna Park mientras una provincia (Misiones) está sumida en una crisis profundísima. Pero yo diría que la política exterior de Milei tiene esos dos ejes: sumisión a los Estados Unidos y aval pleno a todo lo que haga Israel, y transformarse él en una figura de influencer destacado de la ultraderecha.

-No nos olvidemos que también rechazó el ingreso de Argentina a los Brics (la asociación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)…

-Claro. Los Brics ofrecieron a la Argentina ingresar y ello se concretaba el primero de enero de 2024. Entre el 10 de diciembre y el primero de enero el gobierno de Milei lo rechazó, con lo que ya inicia mal. Ahora los Brics son 10, y está compuesto por países que tienen un peso económico y social muy grande. O sea que desde el punto de vista de la política exterior, es muy contraria a los intereses nacionales haber rechazado ingresar a los Brics porque, entre otras cosas, son una importante fuente de financiamiento que estaba abierta para la Argentina. Milei ha rechazado una alianza con países muy importantes y se ha puesto en solitario, en un extremo del mundo, como el gran aliado de occidente con los Estados Unidos.

-¿Esto nos deja en inferioridad de condiciones para pretender un trato igualitario con otros países?

-Por lo pronto afecta las posibilidades de recuperar aspectos de la integración, por ejemplo al Mercosur que está debilitado, lo van a debilitar aún más. Por la resistencia a la Unasur, que lanzó Lula, esa integración queda prácticamente congelada, porque hay un rechazo explícito a los intentos de integración, porque la idea no es que nos ayudemos entre nosotros para tener una voz más destacada, sino que lo que hacemos es mostrarnos como el mejor alumno de Estados Unidos. Eso se ha intentado otras veces en la Argentina, y todas han salido mal por la sencilla razón que no se obtiene el favor de los Estados Unidos porque uno quiera ser el mejor alumno sino porque, como se ha dicho siempre, hay intereses y esos intereses no parecen favorecer a esa política en la Argentina. En cierto sentido Milei retoma la política que llevó adelante Menen en lo interno con la transformación mediante la disminución del Estado –con las privatizaciones y la reducción de organismos-, con la teoría de que en Argentina es más grande de lo que debe ser, cuando todo el mundo está recuperando la capacidad del Estado. Pretender irse a esa política, 20 o 30 años después, es como un desacierto estratégico muy grande por la sencilla razón de que las condiciones del mundo son otras. Es más, esa globalización alcanzó un tope que se expresó en la crisis del 2008 que mostró su estallido. Es decir ante ese proceso, el sector productivo dejó de ser el conductor de la economía en el mundo y fue el sector financiero el que se transforma en el orientador de las políticas económicas. La actual globalización convive ahora con un proceso que es contrario a ella misma. Es decir que los países industrializados invierten en sus propios países o en los países cercanos o vecinos. Es decir ya no se van a poner fábricas en cualquier lado. Eso es lo que están haciendo los países desarrollados o los que están en desarrollo. Hay un proceso de regionalización que coincide con parte de esa globalización. Es una dialéctica complicada, pero que termina llamándose de una manera: hay en marcha en el mundo, orientada desde los Estados Unidos y seguida por muchos países, un proceso de reindustrialización. Esa etapa de aperturas y de soberanía absoluta de lo financiero, está pasando. Y se está destacando, cada vez más. La política de Milei está totalmente fuera de foco, de tiempo, y le está haciendo un daño estratégico muy grande a la Argentina.

-¿Esto tiene retorno y en todo caso cuánto tiempo nos llevaría retomar una senda normal del país?

-Eso depende de cuánto daño realice este hombre. Creo que los debates políticos en el Senado, los reclamos de las provincias o las movilizaciones en las calles tienden a evitar esa destrucción. Pero sí, va a producir daño, va a destruir. Está afectando claramente a pequeñas y medianas empresas, está ahogando a las provincias, destruyendo los medios estatales de comunicación en un país que tiene bajo nivel de comunicación. El gobierno de Milei se ha dedicado a un ajuste y a buscar un superávit que es trucho. Si no pago nada, seguramente me va a alcanzar la plata. Por eso es muy importante el debate que se está dando en el Senado con la ley Bases que tiene condiciones que son muy destructivas para la economía del país. No hay nada que sea beneficioso. Y esa es la batalla que se está dando ahora y esperemos que los senadores tengan la firmeza necesaria, porque cada daño que se haga con esta política tan antipatriótica, es un daño que cuesta tiempo y calidad de vida de la gente, en repararlo.

-Como ex ministro de Defensa ¿qué opinión le merece la instalación de esa base militar de los Estados Unidos en Tierra del Fuego?

-Yo espero que no se instale. El gobierno ha dicho cosas contradictorias. Dijo que iba a dejar una base conjunta que sea el puente a la Antártida, y lo que se está haciendo en la península detrás del viejo aeropuerto –que la empezamos nosotros- una base que sea como el pie del puente a la Antártida. Esta base de Ushuaia es una base conjunta entre los Argentinos, que haya lugar para la Fuerza Aérea y para el Ejército, pero que no tenga nada que ver con los norteamericanos.El presidente, o algún ministro, habló irresponsablemente de que eso podría ser una base conjunta. Eso no puede ser así, mucho menos con un país de la NATO, con la que ya tenemos bastantes problemas en las Islas Malvinas.

29/07/2016

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