“Rechazamos el intento de privatización del Banco Nación, que primero intentaron a través de la ley ómnibus (Ley Bases) y ahora lo intentan a través del DNU (70/23), contratando al estudio de Horacio Liendo (ex ministro durante la última dictadura militar) para privatizar un banco que no tiene necesidad, ni urgencia y es eficiente. Si están apurados es porque tienen ganasde hacer un negocio”, apuntó Sergio Palazzo, titular de la Asociación Bancaria, el martes pasado en el acto realizado en la sede central del Banco juntoa la CGT, la CTA Autónoma y organizaciones que integran la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y contó con la presencia de dirigentes políticos y ex funcionarios del Banco.

Consultadopor , Claudio Lozano, economista y miembro del directorio del Banco entre 2019 y 2022, fue terminante en sus conceptos acerca de la privatización:

“A 134 años de su conformación el BNA vuelve a ser objeto de un intento más de privatización tal como lo pretendió la sangrienta dictadura militar del 76 así y como durante la oleada liberal del menemismo, hoy los tiempos anarco capitalistas del actual gobierno reeditan una vieja ambición de los actores más concentrados y reaccionarios del poder económico: capturar al BNA como un botín de guerra a repartirse entre los nuevos saqueadores que arribaron al gobierno, así como sus secuaces, las facciones más voraces del capital financiero tanto local como internacional a costa de una institución clave en el ordenamiento económico y social de la argentina”.

Para el economista, la importancia del BN quedó demostrada, por ejemplo, “durante la pandemia del Covid 19. Fue esa institución la que permitió con sus 790 sucursales llegar a todos los rincones del país para brindar asistencia financiera a las pymes y a los sectores en dificultades a través del ingreso familiar de emergencia, la tarjeta alimentar y potenciar trabajo y las distintas líneas de crédito, algunas a tasa cero que se instrumentaron en medio de la pandemia y el aislamiento obligatorio”.

Lozano agregó que “dependiendo del ministerio de Economía, donde reside el “Dràcula” de las finanzas, Luis “Toto” Caputo, y que no descansa para chuparle la sangre a las empresas estatales, que en el marco del mega DNU están a tiro de privatización, llegan las noticias de reuniones con fondos buitre, viejos amigos de Caputo, con quienes se adoctrino en las oficinas de JP Morgan, y a los que supo beneficiar con el pago de la deuda a principios de la gestión macrista, y con los que hizo pingües negocios durante toda su gestión. Hoy parece que el turno le toca a Black Rock, viejo cómplice de artimañas del ministro que acaba de juntarse con el incendiario que está en la Casa Rosada.

“Estos piratas -continuó Lozano- pretenden hoy apropiarse del Banco Nación que representa hoy prácticamente una cuarta parte del de los depósitos del sistema financiero, es decir, de los ahorros que realiza el conjunto de la sociedad argentina. Es la institución financiera más importante en la captación de depósitos y de ahorro local, la que pretenden apropiar los buitres del gobierno y del exterior”.

En el acto realizado en el hall de la sede central del Banco Nación frente a la Plaza de Mayo,además de Sergio Palazzo, tomaron la palabra Hugo Yasky (CTA de los trabajadores) y Héctor Daer (CGT).

“No es solo una lucha de los compañeros y compañeras del Banco Nación, no es solo de la Bancaria, es un lucha del pueblo argentino. Esta institución generó el desarrollo del interior del interior de nuestro país. Es la única con capacidad financiera para el desarrollo de toda la Argentina. Lo quieren rifar, vender, porque es el principal activo que tiene nuestro país. Defender al Nación no se trata solo de una institución bancaria, pasa a ser la defensa de la Argentina“, expresó Héctor Daer. Como viene haciendo en sus últimas intervenciones marcó la importancia que los diputados y senadores tengan un protagonismo clave en la confrontación con el Gobierno y en particular en el tratamiento contra el DNU 73/2023 por “ilegal, ilegítimo e inconstitucional”. “En ese DNU está inmersa la destrucción de todas las organizaciones sindicales, por eso transitamos el camino al 24 de enero. Le pedimos a los senadores y diputados de todos los partidos que deroguen el decreto porque aún está vigente“, definió Daer.

Más de 3000 trabajadoras y trabajadores del banco y otros gremios coparon el hall del banco después de la hora del cierre y luego realizaron un abrazo simbólico en el perímetro de la institución en rechazo a las pretensiones del Gobierno de entregarlo a grupos privados luego del pedido de Federico Sturzenegger al directorio del Banco para que avance en medidas para convertir la entidad en una sociedad anónima. La Asociación Bancaria en un comunicado dijo que Sturzenegger "se atribuye una representación que no tiene, ya que no sabemos en carácter de qué puede impartir órdenes al directorio de un banco" y recordó que fue "funcionario en anteriores gobiernos memorables por sus históricos fracasos, ya hundió dos veces a la Argentina en una profunda crisis, ahora se asume como el creador de la fracasada Ley Ómnibus y es el responsable de este nuevo acto inútil y carente de sentido".

El Estudio Jurídico Liendo & Asociados Abogados SH; que encabeza Horacio Tomás Liendo, integrante del equipo de Domingo Cavallo en los 90, fue contratado por el Banco Nación para “brindar asistencia jurídica integral en la preparación de la documentación legal correspondiente y necesaria para llevar adelante el proceso de reestructuración del Banco de la Nación Argentina en Sociedad Anónima, ordenada en el DNU 70/2023". El pago de sus servicios se estima que alcanzará a 62.880.000 de pesos "cumpliendo los objetivos en 150 días", según señala en los considerandos la "resolución privativa de Directorio" según informa Pagina 12.

El estudio de Liendo prepara un andamiaje jurídico amparado en el DNU 70/2023 para avanzar en el desguace del Banco Nación, una institución que tiene un rol clave en la integración nacional y en el apoyo y direccionamiento de créditos para el desarrollo en términos productivos e industriales.

Este plan de apoderarse del banco no es nuevo. En 1996 hubo un intento de Menem que no prosperó y durante el gobierno de la Alianza hubo presiones del FMI para convertirlo en Sociedad Anónima que tampoco avanzaron.

Sturzenegger es un impulsor fundamentalista de la privatización y detrás de todas sus diatribas aparecen los intereses de los grandes fondos de inversión.

“El Banco da ganancia; se calcula que el año pasado tuvo un resultado cercano a los 700.000 millones de pesos. Es más, en los últimos cuatro años creció su patrimonio, cuando durante la etapa macrista se lo había dilapidado”, sostuvo Cristian Mercado, funcionario de carrera de la entidad en una entrevista de Sebastian Premici publicada en Ambito Financiero.

“El plan privatizador del BNA comenzó durante el macrismo. Cuando se establecieron los préstamos UVA, a pagar a 30 años, la entidad quedó descalzada frente al Banco Central; la otra movida que horadó su patrimonio fue la política de financiación hacia el Tesoro Nacional vía compra de bonos. Pero sin dudas, el mayor desfalco hacia la entidad fue el préstamo político otorgado a una quebrada Vicentin. El BNA siempre fue uno de los principales financistas de la empresa. Ese dato por sí solo no dice nada. Lo que hace pensar en un involucramiento directo del macrismo en las maniobras de estafas es el último préstamo otorgado por la entidad nacional, de 18.500 millones de pesos, a pocas semanas de finalizar su mandato”.

Hacia el cierre de la etapa kirchnerista, el BNA otorgaba el 25% de los créditos al sistema productivo primario. La estrategia de desfalco con el préstamo de Vicentin buscaba dañar el patrimonio del banco y ponerlo en una grave situación de mora. El dato sobre la mora no es menor. “Ahora algunos mencionan como explicación del intento privatista los retrasos que hay, el crecimiento de la mora. Sí, es verdad, hay mora. Pero se explica por el caso Vicentin”, explicó Mercado.

«Por supuesto que hay sucursales que no son rentables, el BNA capta depósitos en las grandes ciudades para destinar los fondos a las PYMES, economías regionales, público en general, que son los sectores más desprotegidos por la banca privada. Si es privatizado con el criterio de rentabilidad se cerrarían las sucursales no rentables y no solo quedarían los empleados sin su fuente laboral, habría amplias regiones sin atención bancaria y crediticia, las economías regionales perderían un apoyo vital para el desarrollo de sus actividades. Los intereses que impone el Banco Nación en el sistema bancario sirven de límite para el resto del sistema financiero, favoreciendo a todos los argentinos. Además, la tasa de cartera general del BNA es tomada como referencia de ajuste en infinidad de contratos y juicios de todo tipo», manifiesta en un documento el Sindicato de Jerárquicos Bancarios (APJBO).

La lucha de las y los trabajadores del Banco Nación no es un accionar aislado como no lo es el intento de privatización del banco. Es parte de la resistencia y construcción de un bloque político de poder nacional y popular que pueda enfrentar el avance de las políticas crueles y reaccionarias del gobierno que encabezan Milei y Villarruel. En sus declaraciones a , Claudio Lozano sintoniza con las palabras de Daer respecto a la importancia de la defensa del banco y define; “El Banco Nación tiene una sólida rentabilidad al tiempo que tiene 790 sucursales a lo largo y a lo ancho del país, y que al mismo tiempo tiene sedes en el exterior, es más, cuando uno establece el rendimiento sobre sus activos, alcanza el 23,8%, ubicándose entre las mejores performance del sistema financiero local. Por todos estos números que estoy comentando, que demuestran el jugoso negocio que implica quedarse con una institución de esta naturaleza, a lo que hay que agregar que el Banco Nación tiene una serie de empresas asociadas, todo un conjunto de cuestiones que permiten un negoción para estos desesperados saqueadores del patrimonio público, que con Caputo a la cabeza, aprovechando el delirio de Milei, y la expertise de guante blanco de Liendo, pretenden perpetrar un nuevo crimen contra la sociedad argentina, robarse el Banco Nación”.