“Quiero decirles gracias a todos ustedes, a los que están en la calle y en sus provincias, viéndonos en la tele, pero también decirles: todavía quedan 30 días. El 19 de noviembre tenemos que definir si construimos un país que incluya a todos o un país del sálvese quien pueda”.

Estas palabras de Sergio Massa hablan del alivio que surgió luego de conocerse los resultados y convocan a seguir peleando voto a voto la elección definitiva, luego de una ardua campaña que implicó ajustes en la comunicación, la presencia de los candidatos en todos los territorios posibles, el apoyo de los sindicatos y la militancia persistente de las bases que, pese a todo, recorrieron las calles puerta a puerta intentando desarmar en el contacto directo con la gente, el sentido impuesto a través de los medios y las redes sociales. Un alivio que se convirtió en alegría y se fue transmitiendo entre los miles que fueron a celebrar en las calles que rodean al búnker de UxP en el barrio de Chacarita.

"Si hace un año me decías que íbamos a militar y votar a Massa, me reía en tu cara", dice un amigo que pasó por varias instancias políticas dentro del peronismo y en particular de la actividad gremial a lo largo de décadas. Pese a eso y a muchas reticencias, Massa se instaló en la campaña mostrando algo que en el peronismo se respeta: acción y voluntad de poder, poniendo siempre la oreja en escuchar y atender a las demandas populares y no descuidar el terreno donde están instalados los poderes reales.

La victoria de Unión por la Patria en el Conurbano y el interior de la provincia de Buenos Aires fue clave para darle impulso a Massa. Axel Kicillof, con el 45% de los votos, logró la reelección del distrito más poblado del país.La recuperación de municipios claves del Conurbano y la gran elección en distritos del interior bonaerense asoman como un elemento trascendental para comprender la remontada de Sergio Massa de las PASO a las elecciones generales del domingo 22.

“La grieta se murió y empieza una nueva etapa el 10 de diciembre”, fue quizás la frase de Sergio Massa que más resonó en su discurso luego de que las cifras lo dieran como el candidato más votado, lo que de todos modos deja muchas incertidumbres frente a la elección final del 19 de noviembre.

“La campaña no terminó”, dijo Axel, “la campaña termina cuando Sergio Massa sea el próximo Presidente de la Argentina”, consciente de que aún queda por recorrer un arduo camino.

En otro momento de su discurso, Sergio Massa afirmó: “Quiero convocar a que entendamos que la Argentina que viene es la Argentina del abrazo, del campo y la industria, del interior y la ciudad, del desarrollo ferroviario, de empresarios y trabajadores sentados en la misma mesa, construyendo la suma de capital y trabajo. Más desarrollo argentino. Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poder poner punto final a la idea de la destrucción del otro, a la idea del amigo-enemigo. Si hay algo que ha quedado claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa desde el 10 de diciembre en mi gobierno”, dijo al remarcar lineamientos que venía expresando en la campaña.

Quedan muchos y largos días de acá al 19 de noviembre. Tal como se vienen desarrollando todas las variables, principalmente la implosión de Juntos por el Cambio y el visible desequilibrio del candidato opositor, todo puede suceder. Todo adquiere un carácter de desquiciada comedia trágica y turbia que hace difícil prever para dónde se pueden mover las piezas.

Nuestra sociedad tiene un porcentaje altísimo de gorilismo, antiperonismo, desprecio por el campo popular, como queramos decirle, que puede llevar a dejarnos al borde de un abismo con consecuencias que no podemos dimensionar.

La lucha es voto a voto, día a día. Como dijo Axel, “la campaña termina cuando Sergio Massa sea el Presidente de los argentinos”.