La Unión de Trabajadores de la Tierra acampó dos días frente al Congreso para reclamar el tratamiento de la ley de Acceso a la Tierra que ya fue presentada tres veces, en 2016, en 2018 y en 2020 sucesivamente, sin haber alcanzado que se trate en el recinto de la Cámara de Diputados.

La ley apunta a que los pequeños productores frutihortícolas puedan acceder mediante créditos blandos a terrenos propios dentro de un esquema de producción agroecológica.

"La ley es el marco para crear una política agroalimentaria que de verdad alimente a los argentinos y a las argentinas, una política que primero tiene que pensar en darle de comer a la gente y después en las exportaciones.Hay una contracción en pensar que las políticas del agro solo tienen que estar dirigidas a garantizar los niveles de ganancias que, por ejemplo, estos dos años de pandemia tuvieron las empresas agroindustriales”, manifestó Rosalía Pellegrini, vocera y referente de la Unión de Trabajadores de la Tierra.

El proyecto de Ley de Tierras propone la creación de un fondo de financiamiento administrado por el Banco de la Nación Argentina.Con esa herramienta, el Estado otorgaría líneas de créditos blandos a los productores de la agricultura familiar, con un plazo de pago de 15 a 20 años, para que puedan acceder a parcelas de 2,5 hectáreas promedio. Las mismas serían destinadas a la producción de alimentos agroecológicos y a la construcción de una vivienda propia.

Si bien en muchas oportunidades el proyecto estuvo en discusión, desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández las expectativas sobre su aprobación aumentaron. No solo por las declaraciones públicas que el propio presidente hizo al respecto (cuando prometió "democratizar la tenencia de la tierra"), sino también porque fue el mandatario quien se comprometió con las organizaciones, en primera persona, a avanzar en la problemática.

Nahuel Levaggi, dirigente de la organización, expresó en twitter varias cuestiones alrededor del problema que plantea la UTT que no se limita al tema de la tenencia de la tierra. “El modelo agroalimentario debe debatirse. Debemos avanzar en Soberanía Alimentaria. Esta ley es un paso. Un paso más también para poder impactar de forma real en el precio final de los alimentos”, dijo.