Ver y oír

Bex Ediciones, una quijotada patagónica

Una sala de exposiciones de Bariloche se convirtió en una revista que desde hace casi 20 años releva la fotografía patagónica, latinoamericana y de las provincias, y que a su vez se proyectó en una editorial de libros fotográficos, impulsada por el espíritu de investigación de Jorge Piccini.

Pepe Mateos

çJorge Piccini es un diseñador gráfico y fotógrafo de Santa Fe que en el 2002 se instaló en Bariloche, donde desempeña una actividad docente en nivel medio y terciario. Su espíritu inquieto lo llevo, al poco tiempo de estar en esa ciudad a organizar un espacio destinado a mostrar la obra de fotógrafas y fotógrafos patagónicos, que se llamó “Bariloche expone”. No quedo ahí; esto derivó en un proyecto de revista que abreviando el nombre se convirtió en BEX (https://www.bexfotografia.com/).

En un principio la revista estuvo orientada a las y los fotógrafos regionales, luego, a partir de la edición 18, cada número fue dedicado a un país latinoamericano y actualmente releva la actividad fotográfica de nuestras provincias.

En este momento lleva publicados 51 números bimestrales y el último, recién publicado esta semana, presenta autoras y autores neuquinos (https://www.bexfotografia.com/neuquen/index.php), entre los que se destacan Stefanie Wolff y Agustino Mercado.

El incentivo para llevar adelante estos proyectos es la curiosidad y el afán de Jorge por investigar qué sucede con la fotografía en distintos momentos y espacios. Ese mismo afán lo llevo a ampliar el proyecto de la publicación de la revista en una editorial de libros de fotografía, BexEdiciones, que ya lleva 11 títulos publicados.

“Ante tanta virtualidad el libro es un objeto tangible, que lo tenemos en nuestras manos, nos da la oportunidad de registrar con más intensidad eso que vemos, hay un relato visual, podemos tenerlo cerca y volver a él y siempre descubrir algo nuevo”, dice Jorge hablando sobre el valor de la fotografía impresa en un libro, a diferencia de la difusión de esta a través de otros dispositivos más fugaces como las redes sociales o las páginas de Internet.

El primer libro que se publicó fue de reportajes para los que Jorge convoco a fotógrafas y fotógrafos que entrevistaron a un autor que les interesara. También hay varios libros que son temáticos y colectivos, como “Diego Eterno”, “Reforma” ligado a la represión de diciembre de 2017 durante el tratamiento de la Ley Previsional o “Ella también“, de autorretratos de fotógrafas. Algunos son de autoría del mismo Piccini, como “Antes de los aplausos”, que indaga en la vida circense y “Mensajes al poblador rural”.

“Es una editorial independiente”, cuenta Jorge, “los libros se financian con una preventa que permite cubrir los costos y la distribución es directa con las personas o librerías que lo solicitan a través del mail, [email protected]y eso genera un vínculo particular muy cercano. Apunto a que mis libros no sean caros, que tengan un costo final que los haga accesibles.”

“Mensajes al poblador rural”, es el libro que por el momento ha tenido más impacto y llegada a un público amplio.

Lleva 3 ediciones y ha sido declarado de interés cultural, provincial y patrimonial por varias provincias patagónicas, incluida Neuquén.

Jorge, viajando de mochilero por la Patagonia, había quedado impactado cuando escuchaba en la radio de los camiones, que lo llevaban en su periplo, ese género tan único que son los mensajes que desde Radio Nacional se envían los pobladores rurales. Luego de recibirse de diseñador gráfico en Santa Fe, se fue a vivir a Bariloche y encaró un proyecto fotográfico vinculado a estos mensajes, sus receptores y destinatarios. Lo que no esperaba fue hallar un tesoro.

A través de un locutor de Radio Nacional llego a Dorita Duré, que había trabajado en la misma radio y guardo por años los papeles donde estaban escritos por los propios mandantes los mensajes originales, dándole al proyecto un carácter de testimonio único de una época que va quedando atrás aceleradamente.

“Incluí mensajes de la vida cotidiana, a veces relativamente cómicos, hasta otros que dan cuenta de situaciones de vida muy duras, muy extremas, fue un trabajo conmovedor ver esas caligrafías y redacciones, por todo lo que evidencian de un modo de vida”, relata Jorge que continúa realizando trabajos referidos a la áspera vida rural en la Patagonia.

Los últimos dos libros que salieron del horno, en las últimas semanas, son “Las batallas de Monte Chingolo” de Yulién o Fernando Julián Martínez, sobre el intento de copamiento del Batallón 601 por parte del ERP en 1975, que ya casi agoto su primera edición a días de haber salido.

(Ver enlace)

El otro es “Patagonia”, editado junto a Sol Tuero, que recopila la mirada de 20 autoras y autores sobre este amplio y fascinante territorio, de un modo que se corre de los registros más convencionales.

“Mi trabajo lo divido en dos, por un lado la producción y diseño de la revista y los libros, que es mucho buscar y compartir, y por el otro mis proyectos personales como fotógrafo. Disfruto mucho encontrar y meterme en un tema, no me gusta fotografiar porque sí, necesito un proyecto. A través de la fotografía puedo intentar descifrar muchas de mis inquietudes. Soy bastante cerrado y la cámara me ayuda a vincularme. Es una herramienta para acercarme y conocer otras realidades”, define Jorge Piccini, un verdadero entusiasta y constructor de quijotadas patagónicas.

29/07/2016

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