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Declaraciones mediáticas del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, en el marco de acuerdos comerciales con Brasil para la importación de carne de cerdo, pusieron en estado de alerta al gobierno rionegrino, productores y representantes de sociedades rurales e industrias frigoríficas de las provincias de Río Negro y Neuquén y el Partido de Patagones (Buenos Aires). Tras haberse conocido la intención de habilitar el ingreso de cortes frescos que no entraban a la Patagonia, hubo un encuentro el lunes pasado comandado por el subsecretario de Ganadería de Río Negro Norberto, Tabaré Bassi. Allí se supo que habrá una reunión pautada para las semanas próximas entre la gestión rionegrina y la Nación.
El lunes 8 por la mañana tuvo lugar en la localidad de Choele Choel un plenario de trabajo organizado por el ministerio de la Producción de Río Negro, al que asistieron productores e industriales de carnes porcinas. Allí se planteó la posibilidad de la flexibilización de la barrera sanitaria fijada en Patagonia Norte, al sur del Río Colorado, para el ingreso de cortes frescos de carne de cerdo a la Patagonia.
Los argumentos esgrimidos por los asistentes fueron organizados bajo tres grandes ejes. Por un lado el estatus sanitario de la región, por otro lado el desarrollo socio-productivo, y finalmente el vínculo con los consumidores patagónicos. Respecto del primero se hizo hincapié en el valor comercial internacional de ser zona declarada libre de aftosa sin vacunación, situación que permite el acceso a los mercados extranjeros que más pagan por la importación de estas carnes.
En cuanto al desarrollo socio-productivo se manifestó que la actividad de cría porcina tuvo una fuerte promoción gubernamental en los últimos tres años, que tanto pequeños como medianos productores se encuentran en situación de afianzar sus sistemas productivos, y que las inversiones de la industria local fueron millonarias y necesitan reglas de juego claras que aseguren el recupero. Respecto a esto último el gerente de compras de Fridevi Marcelo Linares, sostuvo que el frigorífico situado en Viedma inauguró recientemente una planta de faena con capacidad mensual de 1.200 cerdos. Asimismo, se destacó el resurgimiento del frigorífico situado en la localidad de J. J. Gómez, explotado por una cooperativa de trabajadores.
Sobre los beneficios que se presumen obtendrían los consumidores patagónicos mediante el aumento de la oferta de cortes porcinos, los distintos actores del sector sostuvieron que difícilmente se constate una baja del precio. Al respecto Daniel Fraile, interventor del Ente de Desarrollo Cinco Saltos-Contralmirante Cordero-Campo Grande, sostuvo que “el 65 % de la carne porcina llega al público patagónico mediante las cadenas de supermercados, y es poco común que dejen de ganar bajando los precios”.
Fue tras esta intervención que apareció entre los productores presentes el rumor a voces que afirma que la flexibilización de la barrera sanitaria es un salvoconducto para que la cadena de supermercados La Anónima pueda ingresar las carnes producidas al norte del Río Colorado para venderlas en sus 113 sucursales patagónicas. Cabe destacar que la producción en las provincias de La Pampa y Buenos Aires poseen ventajas comparativas respecto de la regional, dado que los criaderos del norte acceden a insumos de trabajo y alimentos de engorde más baratos.
Una definición técnica
El presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Río Negro, Marcelo Pierini, manifestó un argumento de orden técnico para sostener la rigidez de la barrera sanitaria. Pierini sostuvo que “la biología del cerdo es particular y difiere respecto del vacuno al momento de la faena” y argumentó que “esto es un dato definitivo porque la carne vacuna reduce su PH a 4,5 antes de alcanzar el rigor mortis y el virus de la fiebre aftosa queda inactivo, mientras que el cerdo alcanza el mismo estado antes de que su PH baje del 6 y el virus no entre en estado de latencia”. De esta manera, el experto veterinario expuso la imposibilidad de asegurar que el ingreso de cortes frescos de cerdo de una región sanitaria con estatus diferente al patagónico, no provoque un brote de fiebre aftosa en las distintas zonas del sur.
No es un conflicto bilateral
Consultado respecto de la situación general de la producción porcina en la provincia de Río Negro, el subsecretario de Ganadería Norberto Tabaré Bassi, afirmó que “es una producción en vías de desarrollo que se fomenta desde hace tres años desde el gobierno provincial, en la que se pueden encontrar establecimientos pequeños y medianos que llevan adelante progresos de eficiencia productiva”, y agregó que “la posibilidad de flexibilización de la barrera sanitaria pone en riesgo el trabajo local y las inversiones industriales en el sector.”
Por tales motivos Bassi aseguró que el gobierno de Alberto Weretilneck prevé defender la actividad regional a través de la acción articulada con actores del sector y demás gobiernos patagónicos en el diálogo con la Nación. Se pretende la confección de un documento que exprese las condiciones socio-productivas y que acerque la voz de los productores e industriales al encuentro a desarrollarse con Buryaile, como así también una definición al respecto del Parlamento Patagónico y los demás gobernadores de la región.
Al referirse sobre la posibilidad del ingreso de carnes de cerdo desde el norte, Bassi expuso que “no es un problema entre dos provincias, Río Negro y La Pampa, sino que afecta a toda la región patagónica que recibirá el impacto de una oferta no producida aquí.”
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