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Los trabajadores que más ganan pasaron de reclamar por un techo más alto en el impuesto al ingreso, a tener que defender los puestos de trabajo. La mayoría de las paritarias bajaron sus pretensiones salariales a cambio de que se frenen los despidos. De reclamar el cumplimiento efectivo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se pasó a resistir su reforma.
Ya no se trata sólo del reclamo sino especialmente del poder expresarse en medio de vallados y represión y las organizaciones populares deben preocuparse por la suerte de sus dirigentes. Milagro Sala, una de las mayores luchadoras sociales de la Argentina, es una presa política desde enero. En medio de este difícil panorama, también cambiaron las preocupaciones del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero).
Ornella Infante es coordinadora regional de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta); Integrante del Frente de Unidad Emancipatorio por el Reconocimiento de los Derechos de Trabajadoras/es Sexuales; responsable del Frente Nacional por la Igualdad de Rio Negro del Movimiento Evita y asesora de la diputada nacional Silvia Horne. Consultada sobre la situación actual, Ornella fue contundente: “La preocupación de nosotras, el año pasado, era poder implementar lo conquistado a través de la ley de identidad, como por ejemplo tener acceso a la salud integral, al estudio, a un trabajo formal y sin que nos limiten sólo a putas modistas y peluqueras”.
Para la dirigente eso equivale a “derribar las barreras culturales, el estigma y la discriminación, por ello el reclamo constante de la ley antidiscriminatoria por la cual venimos luchando hace más de 10 años con la Federación Argentina LGBT. Pero estas preocupaciones hoy se potencian, dado el abandono del Estado a los sectores vulnerados y más postergados de los cuales formamos parte.”
Cambiar para retroceder.
Consultada acerca de si advierte un retroceso en cuanto a políticas públicas para el colectivo LGBT, Ornella destacó que “entre los más de 150.000 despedidos del sector público y privado, también hay compañeras trans que quedaron sin trabajo; con lo que nos cuesta poder ser empleada o emprendedora por nuestra construcción de género”.
Agregó que a raíz de “la brutal reducción del Estado que lleva adelante el gobierno de Cambiemos con Mauricio Macri a la cabeza nos van despojando de derechos”.
Precisó que en la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal “se negaba a cumplir con la ley de cupo laboral, las organizaciones del campo Nacional y Popular y los partidos de izquierda pudieron hacer la presión necesaria para que reincorporen a las chicas que habían tenido la posibilidad de tener un trabajo.”
El retroceso del que habla Ornella tiene su peor muestra que en la violencia institucional, de la que fue objeto de manera personal. “Hace poco el Banco Nación, mi tarjeta de débito llego con un nombre que no me corresponde. Eso es claramente un retroceso y parte de una de las violencias del Estado para con nosotras. ¿De dónde salieron esos datos?
Refirió que en distintas partes del país como Salta, Mendoza y la provincia de Buenos Aires, un sector de la policía” comenzó a perseguir y encarcelar a las chicas que son trabajadoras sexuales, a través de la famosa averiguación de antecedentes. Volvieron a estar vigentes los códigos contravencionales de la época de Onganía. DNI en mano o vas en cana”, apuntó.
Ornella sufrió en carne propia el trato denigrante que denuncia. Nació en Santiago del Estero, con 18 años se fue a Tucumán en donde fue víctima del maltrato policial. Entre otras cosas –cuenta- fue picaneada hasta caer desmayada.
Para las travestis siempre es una menos
Hubo un intento fallido de democratización de la justicia que generaba esperanzas en los casos todavía impunes de asesinatos de travestis. Pero como todo cambió, Ornella Infante avizora un futuro complicado para el sector.
“Los crímenes de odio a las mujeres trans –asegura- están a la orden del día, ya son 10 las víctimas en lo que va del año, casi siempre quedan impunes y a los asesinos condenados por las muertes de nuestras compañeras nos les aplican la ley de femicidio en la cual estamos contempladas, para nosotras siempre es una menos".
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