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Columnistas
09/04/2017

Tiempo de cólera

Tiempo de cólera | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El gobierno de Cambiemos en sus orígenes se presentó como una nueva derecha capaz de sacarse de encima los pecados de sus antecesoras, sin embargo en poco tiempo hizo evidente el núcleo duro de su pensamiento.

María Beatriz Gentile *

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En la Argentina, la violencia discursiva, la descalificación y la humillación se han desatado más allá y más acá de las redes sociales. Animadores televisivos, funcionarios y hasta el propio primer mandatario no escatimaron adjetivos negativos e insultos –ostentando un especial desprecio por los sectores populares- al momento de referirse a todos aquellos que en estos días de conflictividad social manifestaron su disconformidad con el gobierno.

La derecha ha tenido su happy hour. Frases dichas en la marcha de apoyo al gobierno como “desaparecieron los que tenían que desaparecer” o el vómito lanzado por el conductor radial Baby Etchecopar de “cada palazo en el lomo de esta gente nosotros lo disfrutamos y cantamos gol en casa y cada vez que veía que bajaba un machete de la Gendarmería, yo ponía en himno nacional” no se hacían tan explícitas desde los tiempos en que la Liga Patriótica Argentina salía a cazar obreros anarquistas y socialistas en la Semana Trágica de 1919.

Sin eufemismos estamos frente a una derecha cultural y política que en nuestro país se consolidó en reacción a las tendenciasigualitarias y liberadoras del momento, cualesquiera hayan sido éstas. Su cohesión interna se fundó en el temor aque losimpulsos niveladores debilitaran el respeto por la autoridad, el orden yla propiedad privada. Camuflada por momentos con ropaje institucional y republicano pero la mayoría de las veces no, su reaparición en la escena pública siempre estuvo vinculada almarcohistórico socialinmediato. Y a medida que éste se fue modificando ella hizo lo propio.

La vieja derecha de finales del XIX aceptaba el gobierno representativo y otros principios liberales en grado variable. Eso demostraba su deseo de mitigar el desafío liberal a sus ideas y su voluntad de apañar el status quoafin de mantener el control en sus manos.Más autoritaria y antiliberal que su predecesora, fue laderecha que se consolidó después de la Primera Guerramundial y su expresión fueron precisamente las famosas Ligas anticomunistas y antisocialistas. Después de 1945 reaccionó aquí y en gran parte del Occidente, contra los estados de bienestar y la política de masas. Cuando no pudo materializar su aspiración por el lado de las leyes de la república, ejecutó la defensa de sus intereses a través de las Fuerzas Armadas.

El gobierno de Cambiemos en sus orígenes se presentó como una nueva derecha capaz de sacarse de encima los pecados de sus antecesoras, sin embargo en poco tiempo hizo evidente el núcleo duro de su pensamiento. Hoy expresa la síntesis de las tres vertientes que han conformado ésta camaleónica identidad político-cultural: la conservadora opositora al cambio social; la reaccionaria restauracionista apegada a los valores de la tradición, la familia y la propiedad; y la radical extremista que está dispuesta a ejercer laviolencia yquebrar el estado de derecho.

El cambio que se propone no pretende avanzar a partir de las conquistas sociales y políticas consolidadas en el siglo XX, sino en contra de ellas. Eso fue lo que festejó esa minoría intensa desbocada en su furia hacia los sectores populares y por eso sintieron que era hora de sacarse la capucha.

En una novela de Gabriel García Márquez, el personaje dice “Cuando los encuentre, fíjese bien suelen tener arena en el corazón”, de eso se trata.En la Argentina de hoy pareciera haber una epidemia de cólera pero sin una bella historia de amor que suavice sus desafortunadas consecuencias. 



(*) Historiadora, decana de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue.
29/07/2016

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