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02/03/2017

Discurso de las varias presidencias de Macri

Discurso de las varias presidencias de Macri | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Este presidente habla de la unidad, consenso, armonía, etcétera; pero se contradice cuando insistiendo en letristas de la autoayuda prefiere marcar al individuo. Y si nos piensa como sociedad prefiere hablarnos de la suma de las buenas intenciones y sensibilidades.

Gabriel Rafart *

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El 1 de marzo de 2017 Mauricio Macri inauguro su segundo año como presidente. En el ilusorio mundo de la libertad que dicen defender el Pro       y sus aliados, en esa exaltación de un régimen liberal enfrentado al universo de los populistas, la nueva presentación de Macri ante el Congreso confirmaría ese lugar de culto al Estado de Derecho. Ese Estado que, según sus principios, gobierna el legislador y la ley, siempre dentro de la Constitución.

Sin embargo, ese Macri que cumple un tercio de mandato expuso, como ocurre con cualquier Jefe de un régimen presidencialista -del pasado y seguramente del futuro-, que lo suyo es ser un presidente de varios rostros. Que estos no solo se deben a los modales, aunque él haga gala de que las formas lo son todo. Hablamos de formas pensadas desde el lugar en que el macrismo arma su escena para que toda presentación de su jefe político sea prolija. Para que siempre nos hable un presidente de la cortesía. Y todo ello hace a una presidencia de la moderación decidida a enfrentar otra siempre en acecho, tosca, de la confrontación, del populismo del pasado reciente. Se habla de formas, de esas que separan y hace suyo un imaginado consenso frente al universo de las antinomias. Es ese Macri que reclama la unidad pero supone unanimidad de valores y preferencias para enfrentar a los que insisten en ser representantes de la exclusiva parte de una vanguardia que se propone arrastrar a un todo. Aún ese discurso de la unidad estuvo ausente en el mensaje de este 1 de marzo.

Hablamos de un Macri que todo lo resume a las formas. Que no es necesario grandes conceptualizaciones. Que todo realismo político que nos refiere a una sociedad como conjunto de desigualdades originada en la apropiación abusiva de sus beneficios es una quimera. Este presidente que habla de la unidad, consenso, armonía, etcétera; pero se contradice cuando insistiendo en letristas de la autoayuda prefiere marcar al individuo. Y si nos piensa como sociedad prefiere hablarnos de la suma de las buenas intenciones y sensibilidades. Frente a ello el odio, el rencor, cosas malas, modos de una sociabilidad propia del populismo, que siempre anda enojosa por la vida.  

En los hechos su reciente exposición ante el Poder Legislativo solo es un escollo que debe superar para completar su primera mitad de mandato como jefe de dos presidencias. Una de esas presidencias arranca con un acumulado de desaciertos económicos y otra apunta cada vez más a demostrar que es una presidencia pensada para su propio mundo familiar y empresario. También del colectivo de ex ceos y grandes fortunas que colonizaron el Estado.

Posiblemente esta exposición estuvo mejor armada que las anteriores sin llegar nunca a ser una pieza que pudiera ser compendiada en aquellos viejos libros titulados “Los titanes de la oratoria”. Con muy poco o nada conceptual, por momento mejor leída y esta vez no repitiendo un largo párrafo, aunque cargada de palabras no siempre complicadas pero que puede le resulta difícil de pronunciar, hizo una presentación un poco más extensa que las dos anteriores. Aún así, no resulto mejor que aquellas exposiciones de hace 15 meses cuando juraba como titular del Ejecutivo y la otra, exactamente una año atrás al inaugurar su  primer año legislativo. En este discurso del 2017, hacia el final, se dio un tiempo para hablar como una suerte de presidente de las almas sentimentales sin requerir el auxilio de papeles, ofreciendo una vez más ese atril que nos tiene acostumbrado para un aprendiz de pastor de iglesias ya viejas, de esas que nacieron para el mundo del homovidens.

Macri expuso otra presidencia, la que mira al país y le habla a los representantes del pueblo de la Nación. Una presidencia que tiene a los gobernadores replicándolo en sus respectivos territorios. Es la presidencia de los ejecutivos. Una de esas presidencias territoriales está encabezada por su aliado gobernador de Jujuy, militante de la vieja UCR republicana, que hizo  trizas varios de los principios del Estado de Derecho con la detención ilegal hacia Milagros Sala e integrantes de su movimiento social.

A la hora de identificar algún contenido Macri describió un país de pocos ganadores. Señalo al selecto grupo de agroexportadores. También a los del crédito fácil, que glorifica a un presidencia de la “inversión” financiera. Además hubo un presidente que habla del trabajo como un capital que debe ser limitado con pautas inflacionarias pensadas por ese monetarismo que cree que solo la moneda importa. Y que a los sindicatos y sindicalistas no deben ser protegidos, porque son agentes del poder, de un poder desmesurado. Finalmente, hubo una presidencia recargada de voluntarismo y otra que no le importa la verdad.



(*) Historiador, autor del Libro “El MPN y los otros”
29/07/2016

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