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29/01/2017

¿Por qué no llegan las inversiones?

¿Por qué no llegan las inversiones? | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El gobierno ha logrado disminuir el salario real entre 7% y 10% en un año y está empeñado en seguir con esta política de reducción salarial en el futuro. El resultado de esa política ha sido la caída de la demanda de bienes de consumo, y paralelamente, de la inversión. En estas condiciones, donde la demanda de nuestras exportaciones no crece y la demanda interna cae ¿Quién va a invertir?

Humberto Zambon

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La estrategia de política económica del gobierno de Macri se basa en la idea de crear las condiciones de libre mercado que hagan posible un aumento de inversiones de capital privado, tanto nacional como externo, que actúen como motor del crecimiento económico; fue la mentada “lluvia de inversiones” que nunca llegó. Tanto la inversión interna como la inversión extranjera directa (IED) del año 2016 resultó inferior al registrado durante el 2015 y muchísimo menor al promedio anual de los 12 años anteriores.

¿Qué pasó? La explicación es muy sencilla: el plan gubernamental se fundamentó en dos ideas equivocadas que llevaron al fracaso de esa política. La primera es que el ahorro anticipa a la inversión, por eso el fomento al ahorro interno y las facilidades para recibir el ahorro externo que financie la IED. La segunda es que la inversión depende de la expectativa de ganancia del empresario y ésta de los bajos costos, especialmente el laboral por su incidencia en el costo total. Veamos más detenidamente ambas cuestiones.

1-Es ahorro es anterior a la inversión. En el caso de una persona en particular que planea una inversión es lógico que empiece a ahorrar el dinero que le permitan lograr el capital necesario para la inversión o, al menos, para lograr la financiación bancaria del faltante. Es claro que en este caso el ahorro es anterior a la inversión. Pero no es lógicamente válido extrapolar este razonamiento al plano macroeconómico, donde las leyes de funcionamiento del sistema son distintas.

Keynes demostró ya hace 80 años que, para la sociedad en su conjunto, la relación causal es la opuesta: primero está la inversión y luego el ahorro que lo equilibra. El secreto está en el multiplicador del gasto, lo que se puede ver con un ejemplo muy simple.

Sea una economía con un producto bruto de 100 compuesto de 75 en consumo y 25 de inversión; lo anterior implica que de cada peso que aumente el producto el consumo va a aumentar en 0,75 (75% del incremento del producto o ingreso); el ahorro (ingreso menos consumo) es, lógicamente, 100 – 75 = 25, equivalente a la inversión. Supongamos que hay una inversión nueva de 5 (la inversión total pasa de 25 a 30); esto significa que hay un aumento del ingreso de 5, que va a implicar un incremento en el consumo del 75% (3,75) que, a su vez, para implicar un nuevo aumento del consumo (2,81) que va a generar otro aumento (2,11) y así sucesivamente, hasta que el nivel del producto sea de 120 = 90 de consumo más los 30 de inversión. El consumo es el 75% del ingreso mientras que el ahorro es de 120 de ingreso menos 90 de consumo igual a los 30 de la inversión. El multiplicador keynesiano es el mecanismo mediante el cual la inversión genera su propio ahorro (mientras haya recursos laborales y de capital ociosos, implicará mayor ocupación y mayor riqueza real, de lo contrario será parcial o totalmente nominal).

En una situación como la argentina, si no lo hacen los particulares, es el Estado el que debe realizar las inversiones productivas que pongan en marcha la economía en un proceso de crecimiento autogenerado.

2-La inversión privada depende de los bajos costos. Es cierto que en el capitalismo el móvil de la inversión es la ganancia y que, si las demás condiciones no cambian, cuanto menor es el costo mayor es la ganancia. Pero el punto central que está detrás de la decisión de inversión es la posibilidad de realizar esa ganancia, es decir, que haya mercado que compre la producción. De nada vale producir barato si esa producción va a quedar sin vender. Ya lo dijo Marx hace 150 años, en el capitalismo el consumo depende de que haya producción de bienes pero, a su vez, esa producción depende que exista el consumo solvente que la adquiera.

El gobierno ha logrado disminuir el salario real entre 7% y 10% en un año, por diferencia entre la inflación y los incrementos nominales de sueldo de los convenios colectivos de trabajo, y está empeñado en seguir con esta política de reducción salarial en el futuro, además de otras disminuciones del costo laboral mediante la flexibilización del trabajo (como la firmada recientemente por los gremios petroleros) y el recorte de los beneficios sociales establecidos por la legislación vigente.

El resultado de esa política ha sido la caída de la demanda de bienes de consumo, y paralelamente, de la inversión, que ha tenido una disminución del 8% anual. Es que, en estas condiciones, donde la demanda de nuestras exportaciones no crece y la demanda interna cae ¿Quién va a invertir?

29/07/2016

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