Columnistas
12/11/2016

Análisis rionegrino

El negocio de la carne y la capacidad de lobby

El negocio de la carne y la capacidad de lobby | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Intereses económicos, relaciones familiares y otras cuestiones parecen estar incidiendo más que las medidas sanitarias. Funcionarios nacionales ya hablan de barrera comercial y decisiones técnicas.

Hernán D´Andrea

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"La entrada de cerdos en pie y sus derivados al único que perjudica es al productor de la región que no puede competir con los precios del cerdo pampeano", dijo en la semana un productor del valle inferior rionegrino al referirse a la habilitación de pasar cerdos del norte a la Patagonia.

Explicó que "ya desde hace un tiempo se hace muy difícil comprar el alimento porque los precios del cereal se torna prohibitivo para nosotros, así que esta resolución nos perjudica aún más".

En Viedma está instalado el frigorífico Fridevi, una sociedad anónima que en 1983 inició su actividad con una planta faenadora que tiene una capacidad operativa de 8.000 vacunos mensuales y capacidad frigorífica de aproximadamente 1.500.000 frigorías.

En el mes de agosto pasado la empresa inauguró una planta de faena de cerdos que permite el procesamiento mensual de unos 1.500 animales, y con proyección de llevarlo a 4.000 cerdos al mes próximamente.

Fridevi debió realizar una importante reconversión en 2013 cuando se dispuso el cierre de la barrera sanitaria y hoy es un férreo defensor de su mantenimiento porque obviamente no tiene competencia desde el norte del Río Colorado.

Ahora bien, parece ser que el frigorífico viedmense, posiblemente el mayor de la Patagonia tiene una posición cuando se habla de la barrera sanitaria para la carne vacuna y otra distinta si el tema es la carne de cerdo.

Incluso al inaugurarse la planta para porcinos llamó la atención que en una reunión con los productores locales y regionales no se puso mucho énfasis en ofrecerles servicios, al contrario podían llevar la producción pero el precio lo fijaba unilateralmente la empresa.

El mismo productor comentó que “no creo que Fridevi salga perjudicado. El negocio de Fridevi es otro”.

Los carniceros de la región del valle inferior comentan que Fridevi, montó a mitad de año la planta de faena de porcinos pero la zona no cuenta con el stock suficiente de cerdos, debido a que la producción porcina no ha alcanzado el nivel de desarrollo necesario para abastecerlo. Por lo tanto, el frigorífico habría gestionado con insistencia al Senasa que le habilite el ingreso al sur de la barrera sanitaria, de cerdos en pie.

En ese proceso se asegura que se asoció con La Anónima en lo relativo al mercado de cerdos, ya que esta cadena de supermercados tiene frigoríficos en La Pampa y Buenos Aires, pero  desde allí no puede abastecer a sus carnicerías ubicadas debajo del Colorado, por lo que una planta de faena debajo de la barrera le viene como anillo al dedo.

En definitiva, el frigorífico viedmense juega a dos puntas o como se dice habitualmente atiende por dos ventanillas. Por un lado rechaza el levantamiento de la barrera de carne de vaca con hueso y por otro se suma al lobby de la familia Braun, dueña de La Anónima para que ingrese la carne de cerdo.

Por si hay algún desprevenido vale la pena recordar que ésta empresa es conducida por Felipe Braun, tío del Jefe de Gabinete Marcos Peña y de Miguel Braun, Secretario de Comercio de la Nación, por lo que la capacidad de lobby del gobernador de La Pampa, más las relaciones familiares e indudablemente los intereses económicos, hoy sin dudas forman parte del negocio de la carne, tan complejo como importante para la mayoría de los argentinos

Por supuesto que la presión de La Anónima no se limita solamente a la carne de cerdo, sino que para ellos ha sido apenas un auspicioso comienzo para seguir junto a Verna insistiendo para la habilitación del paso de carne de vaca con hueso al sur del Río Colorado.

La cuestión surge a partir de su necesidad de colocar excedentes de cortes de carne, que le genera la cuota Hilton. Mediante este mecanismo, se exportan algunos cortes de carne, que son los requeridos por los consumidores de otros países, quedando para el mercado interno, cortes como la paleta o cuarto delantero, aguja y asado con hueso, que pretenden vender a través de sus bocas de expendio, incluidas las que se encuentran al sur del Río Colorado.

En este caso no se sumaría Fridevi, que hoy ejerce en ese sentido un monopolio con la carne vacuna en una extensa región de la Patagonia, y al que desde esta semana y sobre todo por su capacidad operativa  generará ahora otro monopolio con el de la carne de cerdo, en desmedro del productor local.

En este sentido el martes pasado el subsecretario de Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, aseguró que la barrera norte “es sanitaria” y “no hay fundamentos técnicos para mantenerla”. Las declaraciones fueron publicadas en el portal de noticias ADN de Viedma, y tuvieron escasa repercusión.

El funcionario, que es el que más gravita con sus decisiones en el tema ganadero, agregó que “no se pone en riesgo” el estatus sanitario de la Patagonia con la resolución del Senasa.

Pero fue más allá en su análisis y dijo textualmente “la Argentina es un solo país, y no podemos tener barreras comerciales”.

“Hay miedo en los productores y los entendemos” reconoció Troncoso, pero afirmó que “lo importante como país, es que estamos tomando decisiones técnicas” y reiteró que “de ninguna manera se pone en riesgo el estatus sanitario”.

A juzgar por los dichos del funcionario nacional, muy similares a los expresados no hace mucho tiempo atrás por el propio ministro Buryaile y el gobernador pampeano,  la decisión adoptada en cuanto al paso de carne porcina, es la antesala del levantamiento de la barrera para todo tipo de carnes. El tiempo lo dirá.

Por lo pronto, los gobiernos de Río Negro y de Neuquén han presentado amparos ante la justicia federal para que no se avance con la resolución del Senasa y del gobierno nacional que se basan en cuestiones sanitarias y  solicitan no innovar respecto del ingreso de carne de cerdo desde zonas libres de fiebre aftosa con vacunación a zonas sin vacunación, pero la preocupación por supuesto es también económica o comercial porque afecta fuertemente al sistema de producción y la supervivencia de crianceros, productores y empresas dedicados a la actividad.

29/07/2016

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