Las distintas comisiones de la Legislatura provincial comenzaron a analizar el pliego licitatorio del agente financiero de Río Negro habiéndose establecido ya algunas modificaciones al proyecto presentado por el ejecutivo el pasado 7 de octubre. El análisis ya pasó por Asuntos Económicos y Planificación y ahora debe ser visto por la de Constitucionales.

Si bien se había manifestado que los legisladores podrían analizar con el tiempo suficiente el proyecto incluso se había estimado su tratamiento legislativo para fines de noviembre, el gobernador Weretilneck aceleró los plazos en el transcurso de la semana con la finalidad de hacer el llamado licitatorio durante el mes que viene. Así las cosas se dispuso realizar una sesión el 4 de noviembre.

De igual manera el contrato actual con el Banco Patagonia deberá prorrogarse, ya que vence el 31 de diciembre y el proceso de la licitación tiene fijados tiempos que requieren aproximadamente 5 o 6 meses, ya que lo que se resuelve ahora son las condiciones del llamado a licitación y no la definición del agente financiero.

“No entiendo el apuro”, manifestó el titular del bloque del Frente para la Victoria, Alejandro Marinao. Consideró que esta actitud repentina del gobernador de acelerar los plazos se debe a que “el diseño presentado está realizado a medida del banco Patagonia y así se les resta tiempo a eventuales competidores para sus adecuaciones. Por ejemplo, tienen seis meses para disponer de las mismas sucursales, cajeros y dependencias del Patagonia”.

El ex ministro de Economía y actual presidente del bloque de legisladores de Juntos Somos Río Negro, Alejandro Palmieri se encargó de explicar “cuanto antes se avance, antes se podrá firmar el nuevo contrato que es sensiblemente ventajoso para la provincia, los municipios, las empresas y los empleados públicos”. Estimó que el vínculo significaría un “ahorro de cuatro a cinco millones mensuales” para la provincia, que no está en condiciones de regalar esa suma”.

Igualmente, el legislador resaltó que “28 días no es poco tiempo para fijar una postura” por parte de los bloques, considerando que la presentación y elevación se cumplió la primera semana de octubre.

El proyecto fue presentado por el Ejecutivo el 7 de octubre. Legislatura lo ingresó el 11 de octubre, bajo el expediente 888/2016, y al otro día, el 12, fue remitido a la Comisión de Asuntos Económicos.

El gobierno definió las condiciones del nuevo contrato que establece, a diferencia del vigente, un pago del privado por la disponibilidad de los fondos estatales, mayor cantidad de sucursales y cajeros, un tratamiento especial de líneas crediticias para empresas y empleados públicos rionegrinos y el fomento a la actividad productiva y comercial.

El ministro de Economía, Isaías Kremer señaló que “hay que tener en cuenta que debe ser un banco que acompañe con los recursos de la provincia a la actividad productiva”. Agregó que “cualquier agente financiero necesita tener utilidades, pero el tema básico pasa en qué medida este banco va a acompañar a la provincia en el desarrollo, necesitamos un banco que ponga énfasis en el aspecto fundamental de volcar recursos al desarrollo de la provincia”, finalizó el titular de la cartera económica de la provincia.

Se pretende corregir aspectos cuestionados por la oposición y demandas de intendentes y entidades empresarias, comerciales y sociales, respecto del actual funcionamiento del Banco Patagonia.

También plantea la oposición que la fragilidad financiera que sufre la provincia está llevando al gobierno a ceder a todo tipo de presiones tanto del gobierno nacional de Mauricio Macri, como de sectores financieros como el Banco Patagonia al que la provincia ha recurrido en los últimos tiempos para cumplir con el pago de salarios.

El Banco de Río Negro se privatizó en marzo de 1996, en ese momento Milne SA adquiere la mayoría del paquete, comprendiendo el manejo del total de cuentas y pagos del Estado –agente financiero– por 10 años, con un pago por ese servicio.

Cumplido ese plazo, en marzo de 2006,  el entonces gobernador Saiz prorroga el contrato y cumple con la licitación por un nuevo contrato, que se inicia el 31 de diciembre de ese año y finaliza ahora. En ese lapso el Patagonia, fundado por la familia de Jorge Ricardo Stuart Milne, cedió la mayor parte de su paquete accionario al Banco Do Brasil, por lo que el agente financiero rionegrino es una entidad transnacional. El Estado solo tiene el 3% de las acciones.

En la licitación anterior (2006) hubo dos oferentes, el Patagonia y el Banco Nación. Finalmente, con ofertas en mano, la comisión legislativa encargada de definir al mejor postor opta por renovar el acuerdo con Patagonia.

La idea de Weretilneck era iniciar todo el proceso hacia fines del 2015 para tener definido a mitad de este año 2016 al nuevo adjudicatario, tiempo suficiente para realizar todas las actuaciones y de ser necesaria la transición del Patagonia a quien resultare nuevo adjudicatario.

Pero esos plazos no se cumplieron y hoy se inicia un proceso que necesita en principio una prórroga de contrato de por lo menos seis meses. La idea del ejecutivo es llamar a licitación el mes que viene o a más tardar antes de finalizar el año.

El vínculo del Patagonia con el estado de Río Negro constituye un contrato interesante en la unidad de negocio de esa entidad financiera.

El pago de sueldos, el pago a proveedores y la coparticipación a municipios, son solo algunos de los movimientos que se realizan a través de los servicios del Patagonia, que maneja las cuentas sueldo de más de 55 mil empleados estatales, a quienes les ofrece de manera automática préstamos personales y tarjetas de crédito.

Un servicio, además, que luego de 20 años está más que aceitado. Bajo ese panorama, resulta difícil pensar en una transición pacífica, si la relación se interrumpiera. No va a ser sencillo para alguna otra entidad cumplir con todos los requisitos.