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15/10/2023

Llegar al abismo por el absurdo

Llegar al abismo por el absurdo | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Un hombre que no dijo nada de lo que va a hacer a favor de la gente puede ganar la elección que consiste en subirse a un trono y mandar.

Osvaldo Pellin

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Caer en un abismo puede ser como consecuencia de un accidente o alguna otra calamidad, pero caer por haber hecho un cálculo de diseño fallido, advertido por una enorme mayoría e insistir en llevar adelante ese contexto desopilante con destino fatal parece cosa de locos.

La elección no está perdida pero corre alto riesgo de perderse. Y cuando digo perderse falta agregar con quien. Pienso en Milei. Me cuesta pronunciar su nombre. Y no termino de convencerme. Un hombre que no dijo nada de lo que va a hacer a favor de la gente puede ganar la elección que consiste en subirse a un trono y mandar. Este va a mandar y lo va a hacer sin importarle violación de norma alguna que lo impida. No ha sabido construir una sola frase que demuestra afectividad aun para aquellos que lo han votado. Para el resto del pueblo argentino que lo mira con recelo no hay más que indiferencia o directamente omisión.

Un tipo que aparenta ser víctima de un delirio paranoide bien sistematizado, puede llegar a ser presidente de la Argentina. No obstante es el candidato favorito de la mayoría para las próximas elecciones

Este hombre, el día que decida algo no va a haber argumento alguno que lo disuada de lo contrario porque está investido de un autoritarismo sin apelación posible.

Y si nos ponemos a pensar en los méritos para llegar tan lejos alguien podría enumerarlos sin quedar en deuda con lo que sabemos que debería ser o tener. Lo curioso que de este hombre no sabemos nada y lo que sabemos no hace más que reafirmar una infancia infeliz, una trayectoria formativa mediocre, una concurrencia laboral de segundo orden y en medio tan poca valía cada vez que habla de economía pareciera que hablara del verbo de Dios, en las palabras de los economistas austriacos, reveladas a él en proféticas circunstancias.

Se puede llegar a ser presidente con ese Currículum pero el beneficiario debería “pagar” con algún dejo humano de humildad, con un asomo de sabiduría. Nada de eso se le ve. Toda contradicción a sus dichos incuban una respuesta destemplada cargada de ira. Hasta allí se extiende su perfil de hombre público.

Qué ganas de poner a prueba por el absurdo la capacidad de resistencia de un país suficientemente maltrecho por los hacedores de un saqueo inocultable, que hoy parece no tenerse en cuenta, la de aquellos que han renovado en su persona, lo que pareciera una nueva oportunidad de acceder al poder.

Se quiere probar que se podrá salir de la situación caótica a la que lo llevará este señor luego de breve gestión, a ese extremo ¿se pretende llegar allí para probar que Argentina es indestructible?

Presenta sus herramientas provenientes del mundo absurdo que en él palpita, motosierra y destrucción de instituciones, como la sanación de los problemas. Pero, después de la destrucción ¿qué? No hemos escuchado frases que contengan algo positivo que se erija de las ruinas que propone dejar como resultado de su acción deletérea. Ni el peso nacional es un excremento. Semejante deshecho proviene de una cabeza que funciona sin principios ni valores, lejos de la historia y del sacrificio de quienes han sostenido con su pellejo la democracia y la libertad de la que se regodea como si él la hubiese descubierto.

Para colmo es vitoreado ante cada exabrupto como un César cuando bajaba el pulgar que terminaba con la vida de alguien en el Imperio. Único momento de una empatía con el pueblo imposible de distinguir basada en el afecto.


 

29/07/2016

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