En la pantalla se proyecta una cuenta regresiva: “Comenzamos en 1:59″; 1:58″; 1:57″. Se apagan las luces del fondo. 1:56″. Ahora, las que iluminan el centro del salón. 1:50″. Lxs de remera roja acomodan a lxs recién llegadxs. Les entregan un sobre para el diezmo y les muestran las sillas vacías. Ahora se proyectan indicaciones: “Este es un tiempo para buscar a Dios”; 1:42″; Nadia baja por las escaleras, camina por el costado derecho y se sienta en primera fila. 1:36″; La música se eleva, envuelve, marca el ritmo de lo que se proyecta. “Cuidar la limpieza y el orden del lugar”; 1:32″. El templo esta colmado. Las gradas del fondo también. “Durante los próximos minutos, Dios se manifestará de una forma única y especial”. Sobre el escenario esperan pacientes: cinco coristas, una mujer sentada frente al órgano, cuatro cantantes, un bajista, un guitarrista, un percusionista y un baterista. Todxs vestidxs de negro. 1:07″. Los de seguridad, credenciales visibles, custodian las puertas. Se dan el ok con la mirada. 00:51″; “¿Estás preparado?”, la pregunta sobresale en la proyección. Dos cámaras sobre trípodes altos filman el minuto a minuto. A las 0:08″dos personas sentadas en las filas del costado izquierdo se paran. Caminan al frente y suben al escenario. La música se eleva, penetra, envuelve. El reloj marca las 00:00. Ella aprieta el micrófono y grita: ¡sean muy bienvenidos a la iglesia Jesús es Rey! Él de saco y pantalón de vestir, biblia en mano, sonríe. A pocos metros, concentrada, mirando al frente, sentada en primera fila, está la candidata de Neuquén que en las PASO más votos saco.

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Nadia Márquez empezó a trabajar en política en 2018. Desde esa fecha pasó por tres partidos y se asoció con diferentes referentes: jugó en la interna del MPN en las elecciones de 2018; ganó una banca en el Concejo Deliberante de Neuquén con el “Partido Demócrata Cristiano”, fue electa diputada provincial por “Arriba Neuquén” en el “Frente Neuquinizate” creado por Rolando Figueroa y ahora es candidata a diputada nacional con Milei a la cabeza.

“Yo siempre dije”, confiesa sentada en su oficina, en la planta alta del templo, “yo no represento partidos políticos. Para mí los partidos políticos son vehículos”. Y ejemplifica: “vos tenés que llegar a tu casa, podes ir en colectivo, en un autito propio, en un auto prestado, alguien te lleva en moto. Uno quiere siempre ir en el mejorcito, en lo que más te representa”. Se acomoda en el sillón y termina la idea: “para mí lo importante no es el vehículo, es lo que lleva adentro, los valores, las convicciones”.

A sus 40 años nunca fue al boliche. “Soy malísima bailando”, se ríe, “no toleraría ir a un lugar donde vea gente borracha, un pibe apretándose a una piba”. Y se enorgullece de sus decisiones: “me casé virgen. Nunca probé un cigarrillo”. Tampoco toma alcohol, a excepción de algún que otro aperitivo suave, como un Campari o un Gancia. Al vino le dice que no y a la cerveza también. “Pero”, aclara, “no por una cuestión religiosa, sino porque no me gusta”.

Comparte con su familia el culto. Su marido predica, sus padres también, su tío uruguayo es pastor, el de Necochea también. Nadia es la segunda de una familia numerosa. Todxs, sus cinco hermanxs, incluida la que vive en Estados Unidos, comparten el espacio del templo.Y sus tres hijxs también.

“Para nosotros no sirve la religión, o sea la religión como la gente la concibe, como un conjunto de rituales que vos tenés que cumplir para llegar a tu salvación o lo que sea. Nosotros lo vivimos y lo vemos distinto, como un estilo de vida”. Técnicamente “Jesús es Rey”,el templo que administra con su familia, es unaIglesia Evangélica Bautista, sobre calle Roca al 400, en pleno centro de Neuquén, que a pocos metros de la Casa de Gobierno ostenta poco. No tiene una gran fachada ni una puerta bañada en oro. “Para nosotros lo esencial”, redondea, “es que Dios te cambie la vida”.

“Jesús es Rey” tiene muchas actividades: los viernes son para jóvenes; los domingos hay culto a la mañana y a la noche, que se transmiten de manera online en redes sociales; una vez por mes hay reunión solo de mujeres y otra solo para hombres y los niñxs tienen sus propios encuentros. “Jesús es Rey” tiene una sucursal en San Martín de los Andes, otra en Chos Malal y otra en Concordia. En Neuquén está construyendo otro templo frente a la terminal de ómnibus, sobre la ex-Ruta 22. De noche se observa bien, hay una cruz gigante que indica, que ahí, pronto se inaugurará una iglesia para 4.500 personas. La mitad de lo que puede albergar el Ruca Che.

La construcción del nuevo templo va al ritmo del crecimiento de los fieles. Según un estudio del Conicet, en nuestro país, los grupos evangélicos a diferencia de lxs autodenominadxs católicos crecen de manera exponencial: en once años – entre 2008 y 2019 - pasaron de ser un 9% de la población a más del 15,3%. Y Nadia suma un dato más: a nivel Patagonia ese porcentaje es más elevado que el promedio nacional. El 24,5% de quienes viven en estas tierras practica la religión evangélica.

El estudio dirigido por Fortunato Mallimaci, Verónica Giménez Béliveau y Juan Esquivel explica que la religión evangélica creció en mayor medida entre las personas con menores estudios. En cuanto a la edad, 2 de cada 10 evangélicxs son jóvenes, tienen entre 18 y 29 años.

Nadia fue al colegio AMEN desde que llegó de Buenos Aires a vivir a Neuquén con sus padres. Fue a sala de 5, primaria y secundaria. Después fue docente y presidió el Consejo Directivo y ahora es miembro de la Junta Fiscalizadora. El colegio nace del corazón de “Jesús es Rey”. De hecho, sus padres fueron docentes y hoy su madre es directora. Nadia se ufana: “si nosotros hoy abrimos otro colegio, lo llenamos porque tenemos mucha demanda”.

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Es domingo 19:30 horas y en “Jesús es Rey” no hay silla vacía. Hay más de mil personas. Algunas sentadas, otras paradas, la mayoría esperando la palabra de Dios. La señora de la 5ta fila de la izquierda hurga en su cartera. Saca un pañuelito blanco. Se sopla la nariz y aprovecha para limpiarse una lágrima. La mirada la tiene en el escenario. Los brazos, ahora, levantados.

Las cámaras fijas apuntan a la pantalla que proyecta las letras de las canciones que lxs cantantes al unísono entonan: “Todo se lo debo a él”. Se escucha fuerte, potente, el bajo, la guitara, el órgano, la percusión y la batería, todo junto. “A ti Jesús” vocaliza el cantante con ojos cerrados y varios pasos al frente. “Mi casa, mi familia, y todas mis canciones. Todo se lo debo a él” responde el coro y el público. “Solo a ti Jesús”, entona el cantante. Al mismo tiempo coristas, músicxs y parte del público: “todo se lo debo a él”. De a poco la música baja el volumen, un hilo de “todo se lo debo a él” se fusiona con los aplausos que desbordan del público: “Si ese aplauso era para los chicos, me parecía que estaba bien” se escucha a Nadia pero no se la ve, “pero si ese aplauso es para Dios”, aparece en escena y sube al escenario, “a quien le debemos todo”, apoya apuntes y hojas en un atril que le colocaron en el medio del escenario, “quizás lo podamos hacer más fuerte”. El órgano se escucha de fondo y queda opacado por el aplauso del público. La señora de la 5ta fila sonríe, le susurra algo al joven del costado. “Iuuuu” grita Nadia como una estrella de rock. “Buenas noches, ¿Cómo están?”, abre sus apuntes sobre el estrado, “feliz septiembre, feliz mes de la primavera”, cuenta con los dedos, “mes de la juventud”, levanta el índice, “mes del estudiante, mes de la biblia. ¿Quién cumple años?”, levanta la palma derecha, “en septiembre, feliz cumpleaños”, señala a alguien del público: “61 años, te vi en redes, te vi, te vi.”. El órgano constante, envuelve, unifica, crea un ambiente apacible. Las cámaras filman, registran y transmiten en vivo por redes sociales.

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Nadia Márquez es abogada. Estudió en la Universidad Nacional de Salta en Neuquén. Antes de ser política tuvo su propio estudio, hasta que en 2018 su vida cambió: Rolando Figueroa la invitó a competir en la interna del MPN, a ser precandidata a diputada provincial por la Lista Violeta que competía contra la oficialista de Omar Gutiérrez. “Yo no lo conocía a Rolo”, confiesa, “pero tengo una persona intermediaria que me dijo Rolo quiere hablar con vos”.

“En el 2018 con todo lo que eran los movimientos “provida” tomamos otra exposición”. Nadia se refiere a la posición que rechazaba la legalización del aborto voluntario que se debatió en la Cámara de Diputados. “Ahí fue donde quizás me empezaron a ubicar más”. De hecho, fue activista en el juicio en el que condenaron al ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra por impedir el aborto legal en curso de una joven de 18 años.

Además, en ese momento el colegio AMEN, dependiente de la iglesia “Jesús es Rey”, tenía un sumario porque Agustín Laje y Nicolás Márquez de la Fundación Libre dieron una charla en el colegio en el que -según el relato de lxs propixs estudiantes- hicieron expresiones discriminatorias, con odio hacia el colectivo LGBTI y en contra de la Ley de Identidad de Género. En ese momento el razonamiento de Nadia fue así: si la gestión de Gutiérrez sumarió su colegio y Figueroa está en contra de Gutiérrez, entonces, ella tenía que aceptar su propuesta. “Papá me dijo”, cuenta Nadia, “no vas a ser diputada porque es muy difícil que ganes una interna. Yo le dije no importa, si yo no voy a hacer política, yo voy a representar mis valores. De hecho, yo no siento que hago política en términos clásicos. Yo represento valores y uso la política para eso. En el buen sentido. ¿No?”.

En 2019 Nadia ganó una banca en el Concejo Deliberante de Neuquén con un poco más del 9%, cerca de 15 mil votos. Lo hizo a través del “Partido Demócrata Cristiano”. “Yo nunca pedí nada, en política siempre me llamaron” y cuenta que Gastón Sobisch, que envía a sus hijos al colegio AMEN, fue quien le ofreció participar en una lista. “La verdad es que nosotros somos muy buenos”, piensa y habla en voz alta, “hacemos marchas y después nos jactamos de que no dejamos ni siquiera un papelito tirado porque no somos como los otros que dejan toda una mugre. Pero me dije: las leyes se sancionan adentro de los recintos legislativos y nosotros estamos afuera. Y aunque nunca había pensado participar en política, acepté ir en una lista de concejales y así ingresé”.

“Soy concejal, no concejala”, se acomoda en el sillón, “porque a los hombres no le dicen concejalo”.

En 2023 Nadia mutó de vehículo. “Yo quería sumarme al Frente Neuquinizate (armado por Rolando Figueroa para competir en las elecciones provinciales) y Sobisch no lo veía tan así. Igual no podíamos usar la Democracia Cristiana porque estaba sancionada. Y me prestaron este partido que tampoco es mío, que se acababa de conformar”. Así es como comenzó a transitar con “Arriba Neuquén”, cuya presidenta es Gisselle Stillger, hermana de la concejala de “Juntos por el Cambio – Pro” Denisse Stillger y cuñada de Leandro López, exdiputado nacional por el Pro. En 2023 ganó una banca en la Legislatura neuquina. Sumó al Frente Neuquinizate dos diputadxs.

Con ese mismo sello se presentó en las PASO nacionales de agosto con Milei como candidato a presidente. “Me buscaron también”, y la risa resuena en la oficina, “todas las veces, lo juro”, la biblia observa desde el escritorio. También jura que ni ella, ni nadie por ella, pagó por el cargo, como denunciaron algunxs exmilitantes de “La Libertad Avanza”. En las PASO fue la candidata que más votos obtuvo en Neuquén, 32% de votos válidos; aunque los números muestran que obtuvo menos que Milei. El líder libertario obtuvo en la provincia 39%.

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Es domingo, y más de mil evangélicxs prestan atención a lo que dice Nadia sobre el escenario. “El mensaje de hoy se titula: Cuando Dios llega. Digan conmigo”, señala al público, “cuando Dios llega. ¿Qué pasa cuando Dios llega?”, juega con las uñas largas y pintadas sobre el micrófono. Simpática, propone: “vamos a hacer un poco de historia”. Y los próximos minutos serán una lección, rapidita y casi de memoria sobre el sacerdocio universal, la reforma protestante, la alfabetización y la educación. De fondo, en la pantalla, como si fuese una clase con Power Point aparecerán imágenes de Lutero; del pastor y educador Diego Thomson y de Sara Eccleston, de vestido, corset y volados.

“Sara Eccleston”, señala la imagen que aparece en pantalla, “vino con un conjunto de maestras de Estados Unidos. Fue una mujer de raíz protestante. La trajo… no sé si lo ubican un tal Domingo Faustino Sarmiento”, levanta la mirada, la mano izquierda en alto, mira al público y pregunta “¿Quién lo ubica?”. La punta de su zapato derecho se levanta, se apoya solo sobre el taco y la pierna izquierda. Segura, de negro, al lado del atril, lee sus apuntes y da la señal para que pongan play a un video. Las imágenes en movimiento mostraran a Sara Eccleston, su nacimiento; sus estudios; su trabajo; el viaje a Argentina y la fundación de la educación inicial.El público mira concentrado. Termina el video y Nadia, excitada pide un “¡aplauso para esta mujer!”, y grita “cuando Dios”, extiende su mano derecha a la audiencia y el público responde al unísono “llega”, recoge el brazo y termina la oración “porque cuando Dios llega nuestras vidas cambian. Cuando Dios llega empezamos a entender el sentido y el propósito que tenemos, no solamente en términos personales” se toca el pecho y recorre el escenario, “sino de poder afectar nuestras naciones, de poder afectar nuestros países”.

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La plataforma electoral de “La Libertad Avanza”, la que lleva a Javier Milei como candidato a presidente, a la que Nadia Márquez adhiere, propone “volver a ser el país pujante que éramos a comienzos del año 1.900”, misma época de la que habla Nadia Márquez sobre el escenario de la vida de Sara Eccleston y otros educadores evangélicos que vinieron a al país.

-¿Qué te gusta de Milei?

-“Yo cuando empecé en política hace cuatro años identificarme como una mujer “provida” y no feminista, no te digo que era pecado porque no van a la iglesia, pero casi que era delito o mala palabra y hoy es normal”.

Ríe y sigue:

-“Lo que me gusta de él es que logró hacer que la Argentina de un paso a la derecha. El centro de la Argentina estaba muy a la izquierda.

-¿Qué significa que Argentina estaba muy a la izquierda?

-Pensar que el Estado nos tiene que dar todo como si fuese nuestro padre, que tiene que estar en todo, que se tiene que meter en nuestra vida, que nos tiene que decir cómo tenemos que educar a nuestros hijos.

Y da dos ejemplos: “El Estado me obliga a mí a decir a través de la Ley de Identidad de Género que un hombre vestido de mujer, es mujer. Yo no tengo drama a Raúl llamarlo Martha o a Martha llamarla Ernesto. Pero cuando el Estado me dice que yo tengo que reconocer tu identidad, está violando mi fuero personal”.

Nadia se refiere a la Ley de Identidad de Género aprobada por el Congreso de la Nación en 2012. Contrario a lo que plantea Nadia: “Para mí un hombre vestido de mujer sigue siendo hombre, y una mujer vestida de hombre sigue siendo mujer”, la normativa reconoce el derecho de las personas a ser inscriptas en su DNI acorde con su identidad de género entendida como autopercibida, es decir, "la vivencia interna e individual tal como cada persona la siente”.

El segundo ejemplo que da Nadia es el de la ESI. “El Estado me quiere imponer a través de la Ley de Educación Sexual lo que yo le tengo que enseñar a mis hijos, lo que yo pienso que es mejor o peor no importa, el Estado que es este paaaadreeee", hace señales con los dedos como si fuesen comillas, “que se te mete en todos lados, tiene que determinar que le enseño a mis hijos en términos de valores, en términos morales”.

El Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) fue creado por la Ley 26150 en 2006. Y propone visibilizar que niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho y garantizar su cumplimiento que está presente en la Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (CDN) que el Estado argentino ratificó en 1990 y les otorgó rango constitucional en 1994.

Según el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género la ESI es una herramienta fundamental para las infancias a la hora de denunciar abusos y acosos sexuales. Según sus estadísticas siete de cada diez niñas y niños en situaciones de violencia sexual fueron violentadxs por alguien de su entorno cercano. Y en contexto de Cámara Gesell declararon que reconocieron su abuso gracias a las herramientas que aprendieron con la ESI.

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-¿Y de la vicepresidenta de tu espacio Victoria Villaruel que te gusta? ¿Qué opinás de que ponga en duda el plan sistemático de asesinato y tortura de la última dictadura cívico - militar?

-Yo creo que se desvirtúa un poco lo que ella dijo.

Y se explica: “sí hubo un plan sistemático, lo aborrezco. Sí, se le fue de las manos. Lo aborrezco. Sí, algunos se fueron de mambo, lo aborrezco. Ese es el problema para mí de los argentinos, que parece que una cosa justificaría lo otro. Ponele el título que quieras y siempre te voy a decir lo mismo: lo aborrezco”.

“Vos me preguntas a mí Nadia ¿son 30 mil? no tengo idea”, abre los ojos y hace una pausa, “voy a los registros del Estado, los registros públicos y tienen una cifra que ronda los 8 mil. Los nombres uno por uno establecidos son unos 8 mil. No hay 30 mil. Pero vos me decís que eso ¿significa que yo avalo lo que pasó? Aborrezco lo que pasó. ¿Entendés? Pero no fueron, por lo que dice el Estado, por lo que a mí me informa el Estado, como ciudadana no fueron 30 mil”.

Nadia ahora se ampara en las cifras del Estado, el organismo que hoy, aun con la exigencia de los organizaciones sociales y de DDHH no abre sus archivos ni informa donde están las personas que secuestró y torturó. Ni donde están los bebés que robó. La cifra 30 mil, como dice Martín Kohan, hay que postularla, no probarla en términos de una prueba de comprobación empírica porque el Estado ilegal reprimió clandestinamente.

Nadia es partidaria de achicar el Estado. “Yo tengo la concepción de un Estado ni mega archi gigante ni mega archi pequeño. Lo justo que tenga que ser, que tenga salud, seguridad, educación”. Para ella hay que reducir en gasto, en personal, y en regulaciones. Es partidaria, por ejemplo, de eliminar el ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Nación. “No sirvió para nada”. Incluso, para ella, a contrapelo de lo que establece la ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres; las convenciones internacionales a las que suscribe Argentina y las cifras que muestran que Neuquén es la segunda provincia con más femicidios del país, “la violencia no tiene género, tiene víctimas”.

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“Si les parece, terminamos cantando una canción”, cierra Nadia sobre el escenario. “Cuando Dios”, grita desde el escenario y señala al público, “llega” responden, “la vida de una persona cambia. ¡Muchas gracias y el señor les bendiga!”. Como si estuviese milimétricamente ensayado: el público se pone de pie, el cantante micrófono en mano empalma con la batería, el bajo y la guitarra: “Señooor, con tu poder”. La música sube el volumen, en la pantalla se proyecta la letra, “purifícame y lávame”, el público empieza a retirarse, los guardias vuelven a estar atentxs, “renuévame, restáurame, señoooor” canta el coro, lxs que estaban sentadxs en las gradas bajan. La música de apoco decrece. “Purifícame y lávame, renuévame”, se escucha cada vez más bajo, “restáurame, seeeñoorrrr”. Ya quedan pocas personas en el salón. Se corta la transmisión en redes sociales. Lxs de remera roja con inscripción en el pecho “Jesús es Rey” acomodan las sillas. Ya no hay música ni imagen que proyectar. El salón y el escenario están vacíos. Las cámaras, hasta el domingo que viene, se apagan.