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09/07/2023

Territorio en disputa

Territorio en disputa | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Ante los indicios notorios de la pérdida de hegemonía de los EE.UU., la disputa por los bienes latinoamericanos se agudiza, y también los instrumentos de dominación.

Rodolfo Canini

El 28 de junio se cumplieron 14 años del golpe en Honduras a Manuel Celaya, dando así paso al primer golpe denominado “blando”. A diferencia de los golpes de Estados del siglo XX, en que las FFAA instalaban dictaduras a sangre y fuego, respondiendo a intereses económicos trasnacionales, en este siglo sólo han cambiado las formas, pues el objetivo siempre es el mismo. Los golpes militares respondían a intereses trasnacionales, pero también a sus aliados, las oligarquías locales. Éstas oligarquías, ahora no tan homogéneas como en el siglo pasado, siempre han sido y son las promotoras, instigadoras, en los golpes duros como blandos.

De manera que todos los golpes de estado, del formato que sea, tuvieron y tienen detrás la defensa de los privilegios de la clase dominante local, en función de intereses de grupos económicos (socios o no) trasnacionales. Cada golpe ha inaugurado una etapa liberal o neoliberal en lo económico, y neofascista en lo político. Obviamente, en lo cultural, cada ruptura de los procesos democráticos, abona una moralidad colonial, una civilidad débil, que profundiza la dependencia.

Lo que se disputa

Los bienes naturales de Latinoamérica son requeridos por las industrias del llamado primer mundo. El golpe de Estado de Bolivia (10 al 20 de noviembre), caracterizado como “golpe blando” a pesar de los 37 muertos que dejó como trágico saldo, fue el que puso al desnudo los intereses que lo pergeñaron. El multimillonario Elon Musk, dueño de Tesla, compañía de autos eléctricos, además de haber comprado recientemente la compañía Twitter, dijo respecto del golpe de Estado en Bolivia en el 2019, a través de un tuit, textualmente:"¡Le vamos a dar un golpe a quién se nos cante, bancátela! Detrás estaba el litio, imprescindible para las baterías de autos eléctricos.

Poco más de dos meses antes de aquél “golpe blando”, el Canciller del gobierno de Macri, Jorge Faurie y el gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, (según parte de prensa 347/19 del ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina) mantuvieron una reunión de trabajo con la delegación estadounidense encabezada por la Asesora e hija del Presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump. La visita de Ia joven se enmarcó en la promoción regional de la Iniciativa Global para el Desarrollo y la Prosperidad de las Mujeres. Un programa gubernamental de los Estados Unidos que busca impulsar alrededor del mundo el empoderamiento económico femenino. La primer pregunta sería ¿Por qué en Jujuy?. Integraron su delegación, entre otros funcionarios, el Administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Mark Green. Esta agencia ha financiado a través de diferentes ONG, y tras la máscara de Programas para el Desarrollo, a diferentes grupos armados que operaban, por ejemplo, en Venezuela y Nicaragua (en estos dos países fue comprobado y denunciado). Siempre el objetivo es desestabilizar gobiernos de países no alineados a la política imperial del norte, provocando desorden y caos social. En su momento se vio como sugestiva la visita de la hija del presidente estadounidense a la provincia que limita con Bolivia, que además forma parte del triángulo del litio. Y siguiendo con datos relacionados a la provincia gobernada por el ahora precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta, el actual Ministro de Gobierno y Justicia de la Provincia, Normando Álvarez García, es quien durante el golpe de Estado a Evo Morales recibía los pertrechos bélicos, en su carácter de embajador argentino, destinados a la represión al Pueblo Boliviano, enviados por Macri a través de la Gendarmería de nuestro país.

La disputa se agudiza

Como corolario, la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EE.UU., en enero de este año, sin sonrojarse, dejó en claro el interés de su país en los recursos naturales de toda la región del sur de América, en especial el litio. Pero lo más sorprendente (sólo para personas distraídas), para finalizar su exposición, dijo en primera persona del plural: "tenemos el 31 % del agua dulce del mundo en esta región… a nuestro país (por EE.UU.) le queda mucho por hacer". La Generala fue invitada a dar la charla por el think tank (producción de ideas) Atlantic Council, una organización que distinguió a Mauricio Macri en 2018 por “su dedicación incansable y desinteresada con su país y su gente” (por EE.UU. y su gente, por si no se entendió).

Ante los indicios notorios de la pérdida de hegemonía de los EE.UU., la disputa por los bienes latinoamericanos se agudiza, y también los instrumentos de dominación. Las oligarquías locales utilizan todos los medios a su alcance, como siempre sin escrúpulos, para garantizar la acumulación de riquezas a las trasnacionales del “mundo libre”, “mundo” que paradójicamente es cada vez más fascista. Si no les alcanzara con las fake news y la cooptación de los sistemas judiciales, no dudarán en desplegar otras estrategias que rápidamente las socializarán entre las clases dominantes. Lo nuevo bajo el sol son las formas de dominación, que van mutando a cada anticuerpo que se les interponga. Lo viejo es la colonización, que mantiene actualizadas las viejas consignas para quienes se resistan: “Patria sí, colonia no” y “Liberación o dependencia”.

29/07/2016

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