El gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) “se suspendió en 2019 porque el gobierno anterior (el de Mauricio Macri) aceptó la condición del Fondo Monetario Internacional de postergar obra pública”. Esto lo reveló hace pocos días el ministro de Economía de la Nación y precandidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa.

El alto funcionario y aspirante presidencial se expresó de ese modo al hablar, el 27 del mes pasado, ante los poderosos empresarios que integran la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). Allí dijo también que “en la proyección de gastos para este año el FMI decía ‘no pongan el gasoducto en el primer semestre. El gasoducto puede esperar, pero ustedes tienen que cumplir con la meta fiscal’. En diciembre (durante una ronda de negociaciones con el Fondo) ese tema fue una pelea fenomenal”, aseguró Massa. (Un resumen de aquella disertación puede leerse en el suplemento Más Energía del diario LMNeuquén. Nota del 28/06/23). 

La inauguración del primer tramo del nuevo gasoducto en este 9 de julio, al celebrarse 207 años de la Independencia nacional, expande hacia la escena pública del país una cierta algarabía, una clima de auténtico festejo, en medio de las frustraciones que provoca la inflación y de los sufrimientos que se derivan de la falta de dinero para sostener las economías familiares en millones de hogares de Argentina.

Un hecho de gran potencia emotiva que simboliza ese espíritu celebratorio, lo protagonizó un grupo de personas que trabajó en la apertura de la quinta válvula del gasoducto, en el kilómetro 285 de la traza, en jurisdicción de la provincia de La Pampa. El festejo quedó registrado en un breve video que se hizo viral. (La agencia de noticias Télam publicó las imágenes en la red digital Tik Tok. Posteo del 05/07/23). 

Por otra parte, la finalización del GPNK en el tramo que va desde la localidad neuquina de Tratayén hasta la bonaerense de Salliqueló, constituye un éxito político de particular importancia para el hasta ahora llamado Frente de Todos que, como se sabe, competirá en las próximas elecciones con la identidad Unión por la Patria.

El acto inaugural y nada menos que en el Día de la Independencia, con la presencia de las principales figuras de una coalición gobernante en la cual sus dos principales responsables -Cristina Kirchner y Alberto Fernández- no se hablaron durante más de un año (al menos hasta donde se sabe públicamente), constituye de hecho el lanzamiento de la campaña electoral.

Decisión soberana, en un 9 de julio muy distinto

En varios sentidos, el nuevo gasoducto es un símbolo de este momento de la Argentina. Lo es, en primer lugar, porque representa el potencial gasífero, e hidrocarburífero en general, constituido por los recursos naturales situados en la formación geológica Vaca Muerta, en la Cuenca Neuquina, donde la explotación de hidrocarburos no convencionales tuvo un gigantesco salto cuantitativo y cualitativo en la última década.

En segundo lugar, porque expresa una voluntad estatal, y particularmente de un gobierno específico, como queda reflejado en las palabras de Massa citadas al comienzo de esta nota.

Lo que dijo el ministro y precandidato a fines de junio exhibe, en síntesis, las actitudes exactamente opuestas de dos gobiernos diferentes frente al poderío imperial del Fondo Monetario Internacional: el macrismo suspendió la obra porque esa institución se lo ordenó, mientras que las actuales autoridades del país no aceptaron esas órdenes y encararon su construcción. Que además se realizó en tiempo récord.

Por lo tanto, el gigantesco emprendimiento de infraestructura que se pone en marcha y que se festeja en amplios sectores políticos y sociales, es una reafirmación de decisiones soberanas que le ponen límite a las intromisiones extranjeras representadas por el FMI.

Una tercera razón, de enorme valor simbólico, es la diferencia entre este 9 de julio de 2023 con aquel de hace siete años, vergonzoso y patético, en el cual Macri y el rey de España, Juan Carlos I (quien en ese tiempo ya se había retirado de sus funciones y entregado el poder a su hijo), encabezaron las celebraciones por los 200 años de la Independencia.

El hecho mismo de que justo ese personaje fuera el invitado estelar para los festejos, convirtieron a un día glorioso en una jornada ultrajante para la memoria de los héroes de 1816 y de todos/as los/las luchadores/as, tanto conocidos/as como anónimos/as, que se esforzaron y hasta dieron la vida por defender los intereses de la Nación y del pueblo en cualquier época de la historia.

Como se recordará, el instante más humillante fue perpetrado por Macri cuando, dirigiéndose al monarca español, dijo -y supuso realmente, de manera brutal y ofensiva- que “(los patriotas de 1816) deberían tener angustia, querido rey, de separarse de España”. (El video con un breve fragmento del discurso está en YouTube, publicado por la revista digital Nuestras Voces. Posteo del 08/07/2016). 

Soberanía energética

La noción de lo “simbólico” generalmente es concebida como una abstracción, como un asunto ideal que está ajeno a lo concreto y a las experiencias de vida cotidianas de las personas y/o de las sociedades. Sin embargo, una observación más atenta permite discernir que eso no es verdad, o que al menos no siempre es así.

La decisión del actual gobierno argentino de construir la primera parte del GPNK tendrá una traducción muy directa en beneficios productivos y de bienestar social para amplias zonas y hogares del país, sobre todo porque hará posible el traslado de volúmenes de gas que potencialmente pueden ser extraídos de Vaca Muerta, pero que hasta ahora no había capacidad suficiente para transportarlos.

Ese aumento de producción y transporte del fluido permitirán disminuir las importaciones gasíferas, con el consecuente ahorro de dólares para una economía estrangulada que destina gran parte de ellos (de los dólares) al pago de la deuda externa generada por el macrismo, y que además necesita de esa moneda para importar los insumos que requiere la actividad productiva.

Asimismo, el ahorro de dólares posibilitará un incremento de las reservas monetarias del Banco Central. De ese modo el Estado democrático se fortalece para enfrentar los ataques del capital especulativo contra la moneda nacional, que dan lugar a la nefasta cadena inflacionaria en nuestro país: subas del dólar, con su contracara que es la pérdida de valor del peso, y tras ello los aumentos de precios y los consiguientes daños para las economías familiares.

Tienen mucha razón y legitimidad los/las integrantes del gobierno y del frente Unión por la Patria que tanto exaltan en estos días la “soberanía energética” implícita en la inauguración del flamante ducto que transporta gas. Lo simbólico, en este caso, está relacionado de manera absolutamente estrecha con la vida cotidiana del pueblo.

La obra que se negó a construir el régimen de derecha encabezado por Macri, como una demostración más de que estuvo al servicio de intereses extranjeros, fue realizada a extraordinaria velocidad por el gobierno del presidente Alberto Fernández.

El mandatario en funciones, y su gestión en general, es objeto de crítica generalizada por parte de amplios sectores de la población y dentro de la propia coalición oficialista. Pero la construcción del gasoducto Presidente Néstor Kirchner marca una diferencia rotunda entre un gobierno como el actual, y otro como el que detentó el poder entre 2015 y 2019, y cuyas políticas pueden volver si en las próximas elecciones ganara una alianza entre la derecha y la ultraderecha.