Ni bien se difundió la fórmula presidencial de UxP, aparecieron críticas hacia Sergio Massa y su personalidad política, como si de pronto hubiesen brotado hongos en un territorio lluvioso. Pero no uno ni dos. Muchos más, como para una rica cosecha.

Cabe preguntarse, ¿cuando se incorporó al gabinete de Fernández, no lo conocían? Porque entonces nadie dijo nada acerca de su pasado en la UCEDE, de los WikiLeaks en los que criticaba, sin compasión, a los Kirchner, de su amistad con Rodríguez Larreta, etc, etc.

Si está proscrita Cristina, Massa es la incertidumbre de lo único posible. Está bien que lo poco que tiene para mostrar como peronista es su pertenencia a la gestión de Néstor y ahora la aquiescencia de Cristina a su candidatura. Después hay un espeso CV de génesis de derecha, desde su juventud en la UCEDE hasta sus relaciones con dirigentes también de la derecha.

En realidad se debe admitir que Massa fue una transferencia del partido Renovador al FdT gestionada por el presidente Fernández, quien fue su compañero en la experiencia en la formación de este último partido y cuando el mismo parecía haber agotado sus posibilidades de ser votado mayoritariamente.

Por lo tanto en este momento viste la casaca de este peronismo de coalición, recordado por aquello de “Solos no podemos y con Cristina sola no alcanza”.

Despojados entonces de la líder del espacio kirchnerista, la dirigencia se puso a buscar reemplazantes y pasaron por ahí, el actual presidente Fernández, que más vale solo advirtió su falta de consenso y sin estridencias se bajó de toda postulación a la reelección, aunque retuvo como presidente del PJ la atribución de determinar que la forma de elegir al candidato a presidente fuera a través de las PASO.

Comenzaron entonces a aparecer los candidatos: Wado de Pedro, Grabois, Scioli, Rossi y otros. Ninguno de los nombrados daba el perfil como un indudable presidenciable que hubiese sido capaz de ganar las elecciones de octubre.

Por entonces tanto Cristina como Massa, viejos lobos de mar de estas contiendas, postularon la lista única como la forma más plausible de determinar a los candidatos.

Finalmente se aprobó el nombre de Massa apoyado por Cristina, su hijo Máximo, y el propio Fernández y otros integrantes del actual gabinete. Se admitió que Grabois participara en las PASO, con lo que finalmente hay PASO y Unidad. Aunque ni una ni la otra muestran su cara con una imagen de indiscutible conformismo.

¿Cuáles fueron los atributos de Massa para ser nominado? Era un político de experiencia en la gestión, habiendo ocupado cargos en el Ejecutivo y en el Legislativo, siempre trabajó para ser presidente y nunca como ahora estuvo más cerca, con el apoyo y los votos de Cristina. El kirchnerismo contaba con un solo candidato para el cargo con posibilidades: Axel. Pero no podía dejar la provincia de Buenos Aires.

En concreto, creo que Massa va a defender bien los colores de un híbrido peronismo que se presenta hoy como la única carta posible para ganar la elección.

Dicen que la política es el arte de lo posible. Entonces estamos aceptando y votando por Massa respondiendo a Maquiavelo y a la lógica más contundente de haberse presentado como el único que puede derrotar a quienes fueron sus maestros en la política: la derecha reaccionaria argentina.