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18/06/2023

Argentina new age

Argentina new age | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La naturaleza progresista o conservadora de los candidatos es su programa geopolítico: hoy no es la reforma agraria sino el multilateralismo lo que instaura a organizaciones y líderes en uno u otro podio. Cierta política, como la música “new age”, no dice nada, y al no decir nada le dice a todo el mundo que es mejor no hacer nada.

Juan Chaneton *

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El enorme servicio que Alberto Fernández le prestó a la derecha argentina ha sido el de permitir su recomposición política luego de la derrota electoral del 2019. El no menos enorme favor que un mal candidato de la flamante Unión Por la Patria le haría a esa misma derecha sería, si fuera el caso, tornar probable -y finalmente posible- su regreso al poder como representación gestionaria de los intereses corporativo-empresariales que mantienen al país como satélite geopolítico de Washington. Es lo que ocurrirá si un mal candidato resulta ungido para representar las ilusiones y esperanzas de los que deberían ser los primeros pero están últimos, para decirlo con tufillo bíblico.

Con el protagonismo destacado de descerebrados y unineuronales varios transcurre la vida política nacional. Sólo alguien que hace de la frivolidad costumbre, puede decir que el FdT no debería ser un "frente de pocos" y, al otro día, recriminarle a un miembo de ese FdT su pasado radical. A "madame Albistur" nos estamos refiriendo.

Pero el bochín del desvarío circula por andariveles polícromos y variopintos. La derecha, en la Argentina, luce, a veces, más vivaracha que el progresismo. No sólo dominan en los medios de comunicación sino que allí dicen lo que nunca atina a decir la izquierda y el progresismo, que no lo dice unas veces por ignorancia histórica y otras porque especulaciones inconfesables les dictan la conveniencia de ejercer una provechosa corrección política.

Las elecciones y los candidatos dominan el power point de la coyuntura y hasta hoy el mejor apoyo a Wado de Pedro ha sido el "Tata" Yofre, pues todo lo que éste calumnia luce, por contraste, brillante como el oro. Sin embargo, hay un punto que amerita, por lo menos, el retiro espiritual y el examen de conciencia. Con Hebe esto no pasaba. Es decir, si se le hubiera hecho caso a las Madres (que siempre dijeron que pedirle al Estado burgués "indemnizaciones" por las muertes de familiares que habían combatido a ese mismo Estado, era un error político, una inconsecuencia ideológica y un quiebre ético), hoy el movimiento de derechos humanos de este país no estaría haciendo piruetas para encontrar argumentos contra decisorios judiciales que supuestamente deberían entregar dinero a familiares reclamantes o los cuerpos de militantes asesinados, sólo porque ese reclamo ha sido interpuesto en los tribunales. Si aquella posición de principios hubiera sido directriz en los actores involucrados de la sociedad civil, tal vez hoy no habría -contrafactum est- Milei en puerta ni derecha en condiciones de regresar.

Que no son sólo, ni mucho menos, los únicos problemas que afloran en la coyuntura. Por caso, los amigos de Capitanich son parte del lodo ideológico en que consiste la política de ciertos progresistas que creen que con el bienestarismo de la Anses funcionando a pleno, el podio nacional y popular les está asegurado per sécula seculorum. Pero eso era antes, Ahora, no sólo hay que estar a favor del pueblo. Además, hay que parecerlo. Hacerse amigo de punteros delincuentes y pretender, en simultáneo, que Cristina los bendiga como candidatos a alguna vidriera apetecible, es dañoso para todos, en primer lugar, para la credibilidad de esas "mil flores" que supuestamente, constituyen el jardín de senderos convergentes hacia un país justo, libre y soberano, como dice el rito misal peronista. Un poco más de idealismo y menos de pragmatismo, Coqui ...!! Aunque esperar idealismo de un contador público nacional sea una demanda huérfana de realismo, malgrado las honrosas excepciones que pueda haber habido.

Viene solo a la memoria y sin que nadie lo llame el caso que se conoció como doble crimen de La Dársena, cuando fueron asesinadas las jóvenes Leyla Bashier Nazar y Patricia Villalba, en aquel Santiago del Estero de 2003: el gobernador comprometido con el crimen -Juárez y el régimen juarista- debieron clavar las guampas en el barro de la acusación popular.Capitanich no es Juárez, pero Emerenciano Sena, su mujer y el hijo de ambos, señalados como autores de un delito atroz, son socios políticos del gobernador, además de amigos personales y hasta compadres. En aquel lúgubre momento santiagueño, la intervención federal al poder judicial fue propuesta de la entonces subsecretaría de derechos humanos de la Nación. Hoy, a menos que Capitanich haga de la transparencia tardía virtud, su destino y carrera política están sellados. Nada de lo cual justifica ni da crédito a las insidias de una derecha que, rápido, se ha subido al tren de la descalificción in totum de todo cuanto signifique oficialismo peronista, incluidas, por supuesto, las calumnias contra "el kirchnerismo" voceadas por habituales atorrantes con dedicación exclusiva.

Y así, no se sabe a quién votar. Y no se sabe ya qué es izquierda y qué no lo es. Por eso, cabría hacer de la reflexión ejercicio constante y recurrente.

En la región, la "narrativa" que instaura a Nicolás Maduro como émulo del demonio y a Venezuela como sucedáneo del infierno, es simétrica con aquella otra que alucina a Estados Unidos como sinónimo de democracia y campeón de los derechos humanos. Se trata de ficciones sobre la realidad, no de realidades políticas. Salvo el "pedro sánchez " de cabotaje que gobierna en Chile, nadie se toma ya muy en serio las mentiras estadounidenses que circulan por el mundo.

En el escenario global, si algún efecto político ha tenido la extensión de las relaciones de producción capitalistas a todo el orbe (globalización), ese efecto ha sido el sacrificio, en el altar del anacronismo, de las estrategias de poder que las clases obreras y sus aliados sociales validaron, durante el pasado siglo XX, como aptas para acceder a modificaciones sustantivas en los sistemas políticos. La internacionalización que implica la globalización encuentra resistencias bajo el formato nacional soberanista que con frecuencia asume la forma de regímenes fascistoides. Pero éstos devienen, así, nuevo "enemigo principal" cuya estabilización es imperativo impedir, pues se trata de formas institucionales que, en la emergencia burguesa, los propios sistemas políticos generan como vía hacia la prolongación de un capitalismo que empieza a dar signos de fatiga.

Así, lo que pasa a ser la piedra de toque de la naturaleza progresista o conservadora de los candidatos es su programa geopolítico. Hoy en día no es la reforma agraria sino el multilateralismo lo que instaura a organizaciones y líderes en uno u otro podio. Bien entendido que ninguna política antihegemónica podrá tener éxito sin el apoyo y la movilización constante y sostenida de las clases trabajadoras en "alianza básica" con sus aliados naturales favorecidos por políticas sociales y salariales que garanticen tal apoyo y movilización. Esto significa, entre otras cosas, que ni la escala mundial ni la local escapan a la dialéctica que rige la materialidad de los procesos históricos.

Y así, por ejemplo, hay que tratar de que el bolsonarismo no se transforme en un elemento definitivo del panorama político brasileño.Y esto será lo difícil, pues el “bolsonarismo” es la forma latinoamericana del fascismo global.

Debemos unir las piezas sueltas del universo complejo de los asuntos humanos, disímiles pero conectados siempre por sinapsis neuronales renuentes a dejarse capturar por retinas acostumbradas a ver sólo cuando la luz es abundante. Y nada más oscuro que esta política, que es un dato de la cultura, como lo es la música, sobre todo esa música así llamada "new age", con la cual suele ocurrir que sus espantosas letra se desgranan como si flotaran, sin querer, en el bello efluvio de su música. Es amable esa música como detestables son esas letras que no dicen nada para, al no decir nada, decirle a todos que mejor no hacer nada, eso es lo implícito en esas letras que parecen no decir nada y que dicen: mejor solo que acompañado, mejor egoísta que solidario, eso dicen.

Es de lamentar que no aparezca ningún candidato que proponga ponerle música new age a estas palabras: Y si este fuera mi último poema / insumiso y triste, / raído pero entero / sólo escribiría una palabra: compañero...

El legado más noble, puro y maravilloso que el Uruguay ha dejado para el fin de los tiempos han sido aquellos hijos del Uruguay que pudieron inspirar y escribir palabras como esas de Mauricio Rosencof a Eleuterio Fernández Huidobro, ambos de esa naturaleza humana pero rara, humana pero casi en el borde, humana pero a un tris de parecer de otra dimensión. Y compañeroes una palabra sublime como para rebajarla a lenguaje inclusivo berreta, como eso de "cumpa" o "cumpita", que en Perito Moreno y Amancio Alcorta, en aquella Zavaleta I y II, nadie decía, en esa villa miseria, cumpa, sino que decían compañero, así de simple, nadie dice ni en la villa ni en la fábrica, "cumpa", los negros serán negros pero saben hablar, nada de paternalismo estúpido que es una falta de respeto y, en el fondo, una estafa, un fraude ideológico. Eso de "cumpa" ha sido, en la lánguida historia de este país, la "creación" de un medio pelo perejil que fungía como base social bullanguera de multitudinarias formaciones sin brújula firme ni norte demasiado claro. Néstor y Cristina no fueron parte de esa estudiantina.

Y uno piensa, cómo puede ser que un país que ha dado hijos como Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro tenga como presidente a un tilingo como Lacalle Pou... Pero a uno enseguida le cae la ficha: no es el presidente de un país, es el presidente de una clase social.

A votar, pues, que se acaba el mundo. No me creo el argumento de que la proscripción formal eventualmente dictada por la Corte a una también eventual Cristina candidata, la sacaría del juego y debilitaría al peronismo que, de ese modo, perdería las elecciones. Creo, más bien, que impedir una candidatura de Cristina está muy por encima de las posibilidades de badulaques como los cuatro fantásticos que arropan sus hemorrorides en las mullidas poltronas del cuarto piso. Ninguna elección legítima podría tener lugar en la Argentina con Cristina impedida de participar si esa hubiera sido su decisión... Por lo demás, Eduardo de Pedro es un mediano productor rural de la provincia de Buenos Aires, como también es un cristiano creyente en la Santisima Trinidad pues el Verbo es uno con el Padre y ambos, aun distintos, son iguales y son Dios y de ahí, de paso, se deriva la propiedad de la tierra. Eso -y tal vez la tierra- es lo que lo diferencia del compañero Kicillof.

Pero a no llorar sobre la leche derramada. Carpe Diem ...! Y sepa el pueblo votar ... En algún momento, la clepsidra deja caer la última gota, dijo alguien de cuyo nombre no hace falta que me acuerde. Pero, si esa gota es la última, se acaba el tiempo, y llegamos con el caballo cansado a un programa miserable: cerrarle el camino a la derecha y cerrarle el camino a Scioli, que con la derecha tiene diferencias imperceptibles a simple vista. "Te voy a necesitar, Patricia", le dijo el "motonauta" a un esperpento que gerencia en el cono Sur los intereses geopolíticos que Israel le asegura a Estados Unidos allí donde ambos Estados criminales se reparten el trabajo. Yo también te voy a necesitar, Daniel, devolvió gentilezas la señora de Yanco. El asco que inspira ese diálogo sólo es comparable a la incredulidad que asalta a la gente honrada cuando cae en la cuenta de que semejante infiltrado es uno de los candidatos peronistas en la interna del FdT, hoy Unión por la Patria. Se trata de un hombre que se lleva mejor con las amistades que ha hecho a su derecha que con las que concita a su izquierda, pues éstas lo conocen en demasía, mientras que con aquéllas mantiene comuniones inconfesables.

Sepa el pueblo votar, entonces ... y que Dios nos asista y, sobre todo, que ilumine a los que quieren llevarle al enemigo de Cristina y el peronismo el ofrecimiento de que sean ellos, los enemigos, los que diriman a quién le asiste la razón en la interna del FdT, hoy Unión por la Patria.



(*) Abogado, periodista, escritor.
29/07/2016

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