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11/06/2023

Milei ya ganó

El neofasismo salió del closet

El neofasismo salió del closet | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Diferenciamos tres clases de “propuestas” del candidato de ultraderecha: la “emocional”, las “políticamente incorrectas” y las “económicas y únicas”. Milei ya ganó. No electoralmente, eso se sabrá en poco tiempo. Pero perdimos las y los argentinos en el debate, resignando un piso de derechos sociales y acuerdos democráticos.

Rodolfo Canini

La ultra derecha a nivel electoral es una novedad en nuestro país. No así la derecha, que debutó con su triunfo de la mano de Macri. El fascismo siempre llegó al poder a través de los golpes de Estado durante el siglo pasado. Se mezcló el liberalismo con el fascismo, porque en cada dictadura militar se ponía al frente de la cartera económica a un autodenominado “liberal”. Pero lo cierto es que no es lo mismo. Hace no tantos años nadie se auto-referenciaba con ser de “derecha”. Recordemos el partido Unión de “Centro” Democrático (UCD) del Capitán Ingeniero Álvaro Alsogaray en los albores del último período democrático. Claramente daba un poco de vergüenza, “culpa”, reconocerse de derecha. Pero a partir del conflicto de la Resolución 125 del 2008, cuando arrancaba el primer gobierno de Cristina Kirchner, los autodenominados “somos el campo” comenzaron con un discurso belicoso, antipopular y se dio inicio al “no fueron 30 mil”. El negacionismo a los horrores sufridos en la última dictadura, emergía del sótano. Hoy podemos observar la jactancia de ser de derecha. El neo-fascismo salió del closet.

Milei y sus propuestas

Podemos diferenciar tres clases de propuestas:

Propuesta emocional

La primera propuesta y la que más aglutina es emocional. Es el imán de la bronca. Esa falta de corrección política que invita a canalizar las broncas y las frustraciones de trabajar y no llegar a fin de mes. Bronca con esa casta política y contra los privilegios. Esa bronca enraizada en el 2001, martillando los gruesos chapones de los bancos ladrones. Al fin y al cabo, Milei es el único que propone prender fuego un Banco. Atrae la vehemencia y el apasionamiento del hombre de abundante cabellera ante tanta especulación de candidaturas en otros espacios políticos.

Propuestas políticamente incorrectas

Decía un viejo político: “es bueno que en política se hable de mí, y si se habla bien, mejor”. Las propuestas de “crear un mercado de órganos” o un “mercado de compra y venta de niños y niñas” y otra, menos controvertida pero no menos peligrosa, la “libre portación de armas”, son iniciativas repudiables o desconcertantes, pero no se puede negar que marcaron agenda y Milei estuvo en boca de todos los medios de comunicación. Otra propuesta incorrecta desde el punto de vista liberal, es estar en contra del aborto. Para representar el voto liberal ya está Juntos por el Cambio. Queda a las claras que Milei representa al voto neofascista desde lo social.

Propuestas económicas y únicas

Dolarización:Para superar la inflación, el flagelo que destruye cualquier economía menos la de los ricos, Milei propone cambiar el peso por el dólar. Supuestamente lo elegirá “la gente”. A ningún otro espacio político se le escucha una propuesta para disminuir la inflación. Tampoco Milei dice que realizará una mega devaluación para ello, donde siempre pierden las y los trabajadores y ganan los poquitos que tienen gran cantidad de dólares. Habrá una licuación tremenda y a río revuelto… Pero sobre todas las cosas no dice que el país perderá soberanía y no podrá diseñar jamás una política monetaria. Ecuador, único país en Latinoamérica que tiene la moneda estadounidense como propia, lo padeció en plana pandemia. Recogían los cadáveres en camiones como basura por no poder emitir moneda para acolchonar el flagelo sanitario, como hicieron todos los países del mundo. Quizás tomando el dólar como moneda corriente, corramos la misma suerte.

Reducir el Gasto Publico: Según la propuesta autodenominada “libertaria” es necesario reducir el gasto público para lograr equilibrio fiscal. Sólo 7 países en el mundo lo han logrado y no son justamente los más desarrollados, lo cual demuestra que no es una condición para desarrollar la economía. Es una obsesión para los liberales reducir el gasto público. Recordemos el lema de la última dictadura sangrienta: “Reducir el Estado es agrandar la Nación”. Una mentira que la propia dictadura se encargó de demostrar. Recurramos a ejemplos concretos: Francia destina el 59% de su PBI a gasto público; o a Austria y Finlandia, el 56% o la misma Alemania, el 51,3%, mientras que nuestro país destina un 37,8%. Cabe destacar que a lo que se le denomina “Gasto Público”, como si fuera un cáncer, es el dinero que cualquier Estado destina para cubrir los servicios esenciales como salud, seguridad, educación, transporte, energía. Claro está que si se destina poco a gasto público, éstos servicios los usufructúan pocos o dejan de existir.

Reformas estructurales. Milei afirma que para seducir inversionistas: “hay que dinamitar todo”. Eso implica una reforma estructural. ¿De qué se trata esa reforma estructural?

Reforma Laboral:“Si le das tantos derechos (a los trabajadores) el mercado no funciona. Cuanto más regules el mercado, peor va a funcionar”,dice Milei. Sin embargo, la experiencia demuestra todo lo contrario: funciona mejor cuando se robustece el mercado interno. El trabajador es protegido por leyes laborales, y en consecuencia tiene mejores salarios, hay mayor consumo, y ese consumo necesita más producción.

Bajar la presión fiscal: “Cuanto más presión fiscal, menos trabajo se genera.”sentencia Milei. Otra mentira que se desnuda con la historia reciente. La desocupación más baja fue cuando más “presión fiscal” hubo. Fue en el segundo gobierno de Cristina Fernández. En el 2019, cuando Macri dejó el gobierno, había crecido la desocupación en un 40% y decrecido la recaudación fiscal.

Reforma Impositiva: “Argentina es el país que más impuestos cobra y cae en forma regresiva a todos los argentinos. Me cortaría un brazo antes de subir un impuesto” afirma Milei. La presión tributaria en porcentaje sobre el PBI en Brasil es del 33,1%, en Uruguay el 29% y en nuestro país es del 28%. Si tomamos como ejemplo a países “desarrollados”, Dinamarca está en un 46,9%; Francia 45,1%. La media europea es del 41%. Es decir, lejos está la Argentina de ser el país que más presión tributaria ejerce. Otra mentira.

Contra la casta:“Que se vayan todos”se decía tras la crisis del 2001. Ese “todos” era la “clase política”. Cuando la política es elitista, se transforma en una cuestión de palacio. Si a esto le sumamos que la economía no funciona en favor de las grandes mayorías, suele suceder que la política se vea manejada por una casta. “La casta tiene miedo”.Con este slogan el mal llamado libertario comenzó su campaña desde una posición de poder. “Ellos tienen miedo, porque nosotros somos superiores. Tenemos principios y convicciones”. Pero la casta de hace 45 años sí le viene bien. Familiares y personas cercanas a la última dictadura militar nutren su espacio político. Ser familiar de un genocida es una circunstancia, pero si se comparte los principios de ese genocida, va más allá. Esto sucede con su candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel, hija de Eduardo Villarruel, quien integró el Ejército Argentino durante la dictadura. En 1987 se ordenó su arresto como sanción por haberse negado a realizar el juramento que obliga a todos los oficiales a observar y defender la Constitución Nacional, y por haber promovido que sus subalternos tampoco lo hicieran. Su hija reivindica el accionar de su padre y es una militante activa del negacionismo. Ve al sistema democrático como una traba para resolver problemas. Su candidato a Gobernador por Tucumán, Ricardo Bussi, hijo del genocida Antonio Bussi (ex Gobernador de Tucumán durante la última dictadura) o Maximiliano Patti, quien es hijo de otro condenado por delitos de lesa humanidad, Luis Patti, y además es su candidato a intendente de Pilar, forman parte de su casta. Queda claro que a Milei le molesta la casta de la democracia, pero no la casta de la dictadura. En nuestra provincia recurrió a un comerciante, devenido hace tiempo en locutor y divulgador del odio, que ya estaba en la casta identificado con el ARI. A él se sumaron otras figuras importantes como ex funcionarios del extinto intendente capitalino Horacio “Pechi” Quiroga. Si bien no les fue como se esperaba, el espacio del león cosechó un porcentaje no despreciable, considerando la polarización que se dio entre el MPN y su ángel caído que alcanzó el cielo.

¿Quiénes votan a Milei?

En las encuestas nacionales, perforó los treinta puntos de intención de votos, y en algunas provincias, el 40%. Llamativo el análisis de los encuestadores en el Municipio bonaerense de la Matanza, bastión peronista, que sería en cantidad de habitantes algo así como la quinta provincia. Tiene tres cordones urbanos: el primero compuesto por sectores de mediano y alto nivel adquisitivo; el segundo, el más popular, con bajos ingresos y un tercero también popular, pero con característica rural. Según un estudio realizado por la Consultora de datos Betalab, Milei cosecha votos en el segundo condón y no en el primero, donde los votos de la clase media alta van a parar a Bullrich. Esto quiere decir que el espacio de Milei se nutre de la base peronista, principalmente,y no de la clase adinerada, como se especulaba. Los sectores de alto nivel adquisitivo desconfían de su característica disruptiva y políticamente poco correcta.

En la Provincia de Neuquén ha sucedido algo similar. El Frente de Todos perdió 6 bancas en la legislatura provincial y el espacio de Milei obtuvo 4. No es lineal la transferencia de votos, pero considerando que el sector peronista que acompañó a Rolando Figueroa no obtuvo ninguna banca, es posible que los muy mal llamados “libertarios” neuquinos hayan sumado aquí también muchos votos de la base peronista, muy descontenta con su dirigencia.

Existe una disociación entre las propuestas no “emotivas” de Milei y sus votantes. Un gran porcentaje de ellos/as nada tiene que ver ni con la oscura dictadura ni con el liberalismo económico. Los seduce la emotividad negativa del sujeto, en la cual catalizan sus broncas por la insatisfacción reiterada de expectativas electorales.

Por otra parte, existe un votante que se suma desde el antiperonismo y con una ideología de tipo colonial, con algo de conciencia mágica y profundamente autoritaria. Los dos sectores en su mayoría están compuestos por varones y no es casual, ya que Milei detesta todo lo que huela a feminismo. Aquel varón joven, que tiene un empleo precario, por fuera de los derechos laborales, cree que si el Estado se le mete a su bolsillo es para robarle. Aunque sus condiciones laborales tengan que ver más con la esclavitud que con los derechos, se cree “libre”. Libre porque maneja sus 12 horas de trabajo diario como él quiere. Se siente emprendedor y jefe de su propio trabajo con exigencias externas que no ve ni quiere ver. Esta es una característica que se repite en el nuevo capitalismo occidental, muy bien descripto por el filósofo coreano-alemán Byung Chul Han.

Milei: el distractor

Lo cierto es que Milei, al imponer una agenda tan de derecha y conservadora, no permite el debate sobre la riqueza y su reparto equitativo. Al tergiversar un valor político tan caro como es la Libertad de las personas, reduciéndolo a la libertad de las mercancías, no permite el debate de la construcción de una sociedad solidaria, donde la libertad individual esté relacionada estrechamente con el bienestar comunitario. Negando principios como la justicia social, la independencia económica y la soberanía política clausura cualquier debate sobre qué país queremos y si queremos enterrar la colonia de una vez y para siempre. Evidentemente, la responsabilidad no es de Milei.

Milei ya ganó. No electoralmente, eso se verá en poco tiempo. No hemos perdido sólo las y los peronistas, radicales, socialistas y marxistas; independientes e indiferentes; hemos perdido todos las y los argentinos el debate con nuestra propia historia, resignando un piso de derechos sociales, y acuerdos democráticos que creímos intangibles. Hemos perdido ante una irracionalidad, organizada muy racionalmente. Es el próximo desafío superar las distopías con un programa político que enamore y que se cumpla.

29/07/2016

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