Junio de 2023. Alguien (...) ha volado la presa Nueva Kajovkaen el sur de Ucrania y, como consecuencia, se inundó una vasta región de 600 km². Se han ahogado personas y muerto miles de animales.Es una catástrofe que cambiará para siempre la región. Las partes en conflicto (recordando a Esteban Bullrich cuando se refirió como “desavenencias” las que causaron la muerte de Anna Frank) se acusan mutuamente y dan razones: según los ucranianos, los rusos lo hicieron para, mediante una barrera hídrica, disuadir la contraofensiva que ellos mismos anunciaron desde meses atrás.Para los rusos, es un acto de sabotaje que afecta la parte rusa del territorio anegado (68%). ¿Cómo los afecta? Tal como afirma Scott Ritter⁽¹⁾la inundación ha inhabilitado campamentos y armamentos rusos. Y la bajante del Dniéper dejaría el paso libre a operaciones terrestres, lo que supone facilitar un ataque ucraniano a la región de Zaporiyia. Y, como bonus, afecta significativamente la provisión de agua dulce a Crimea.

Completando lo que pueda opinar Macron, que acierta en calificar lo obvio como“un acto odioso que pone en peligro a la población", pero que tácitamente piensa en Rusia como culpable, el enviado estadounidense Robert Wood (representante suplente para asuntos políticos especiales de los EEUU ante Naciones Unidas)suponeque nada de todo esto habría pasado si Rusia no hubiera “invadido” Ucrania. Siguen en lo mismo, ahora el sentido del ridículo los inhibe para acusar a Rusia directamente y, de paso, no niegan que los ucranianos puedan ser los responsables de la destrucción del paredón de la presa; pero, como sea, Rusia es responsable. Todo esto, aunado a las inclinaciones nazis de la cada vez más radicalizada dirigencia ucraniana, hacen pensar, como Ritter, que esto lo hicieron los ucranianos, acaso emulando las aficiones inundadoras de sus predecesores en Berlín cuando, en mayo del 45 y con la guerra perdida, decidieron inundar la red de subterráneos, pereciendo tanto rusos (afortunadamente aliados entonces, porque no habrían dudado en Occidente de calificar el acto como provocado por la "invasión rusa") como alemanes. Qué importaba ya.

Atrapados continuamente en esta peligrosa como delirante retórica, Occidente insiste en refocilarse frente a un espejo que va ondulándose con el tiempo. Ignoro si habrá tiempo para que la exposición occidental de "verdades" comience a resultar desagradable al paladar del consumidor norteamericano o europeo, y se ejerza presión por una causa que se ha mantenido cuidadosamente oculta en el relato: admitir que la OTAN no tiene nada controlado y que solamente está jugando a favor de un desastre termonuclear. Otro título, en el ámbito local argentino, nos informa textualmente, "Zelensky dice que al menos 500 niñes (sic) ucranianos murieron en la guerra". Más allá de que dudamos que el propio Zelenski esté preocupado por cuidar el lenguaje inclusivo y que de paso se olvidara de escribir "ucranianes" por consistencia, las cifras resultan totalmente antojadizas, no dice ni cuándo ni cómo. La carnicería sí existió y existe, pero son los jóvenes ucranianos enrolados los que mueren de a racimos.

La reunión de los Siete Locos en Hiroshima

El G7, colectivo que se integra de un actor, de un patiño y de cinco comparsas, se despidió de Hiroshima sembrando arbolitos después de haberle rendido tributo a las víctimas del aciago 6 de agosto de 1945. Pese a que muchos japoneses se manifestaron en las calles en contra de la OTAN y del propio G7 (esto no lo verán en CNN), el primer ministro de Japón, Kishida, le ratificó a Zelenski el apoyo en la contraofensiva: es natural que responda a la voz del amo, aún con el peso de, indirectamente, declararle la guerra a Rusia y, lo que es peor, a China, que esos sí que no olvidan. Quisieron marcar territorio en una ciudad/santuario de la Humanidad. Los italianos deben lamentar pertenecer a un grupo tan belicista que algún día les pedirá cumplir un poco más que regalar territorio para bases de misiles de alcance intermedio de la OTAN. Y nadie tiene nada en contra de Italia: es patrimonio de la humanidad; ni nadie en su sano juicio tiene nada en contra de Ucrania, salvo que hay allí demasiados nazis. Pero qué puede decirse si sus dirigentes están empeñados en autoinmolarse por algo que definitivamente NO es su soberanía. Si fueran soberanos habrían desoído las órdenes de la OTAN de provocar a Rusia y enviar a sus jóvenes al matadero. Su soberanía fue entregada hace ya muchos años, en la Revolución del Maidan.

La incongruencia también tiene patas cortas

El juego de las simetrías le molesta al común occidentalista. No captaron o no quisieron captar el mensaje de Putin, que se preguntó cómo se sentirían allende el río Bravo si, simétricamente, los rusos pusieran bases con plataformas de lanzamientos balísticos en México, en la frontera, a tiro de piedra de San Diego y la flota del Pacífico allí estacionada. Cuidado con los argumentos: si la doctrina "Enola Gay" fue vendida en todo el mundo por los US como válida, podría suponerse -en tanto amenazada de forma directa por la OTAN- que Rusia se está tardandoen sembrar algunos megatones en Kiev o, ya que estamos, sobre algunas bases de la OTAN en Polonia.

Pedido de captura a Vladimir Putin

Mientras, Avaaz sale con la humorada de pedir firmas (y, si se puede, algunos dólares de contribución) para que el gobierno sudafricano cumpla los mandatos de La Haya y detenga -sí, detenga- a Putin en cuanto pise pide su territorio en una próxima reunión del grupo BRICS. Braman "¡Con un millón de voces clamando justicia se podría conseguir que Sudáfrica se comprometiera a detener a Putin!".

Pero África es otra de las esperanzas del verdadero mundo libre. Libre de toda esta bazofia de la cual debemos avergonzarnos si alguna vez fuimos ciegos o engañados por las tentaciones de San Antonio. Sobre la cuestión, Fikile Mbalula (Secretario General del Consejo Nacional Africano (ANC) de la RSA, fue muy claro⁽²⁾respondiéndole al insidioso periodista de la BBC sobre lo que cualquier país soberano haría.

La opinión pública occidental debe entender de una vez por todas que existe enfrente una Rusia que apoya a Putin y lo seguirá apoyando si aparecen más Hummersa destruir en su territorio y Himarsatacando sus líneas. Y Rusia no se parece a Bélgica, Holanda o Canadá, dicho con todo respeto (un occidentalista contestaría sin duda que "afortunadamente"). Vale la pena tomarse el trabajo de leer el libro de Juan Antonio Aguilar -militar y analista político español- sobre el Presidente Putin, referido en el espacio del excelente Miguel Ruiz Calvo, youtuber andaluz ⁽³⁾.

Resulta urgente concientizar al mundo del peligro que enfrenta la Humanidad. Para ello, es necesario espabilarse un poco.

Referencias

⁽¹⁾

Scott Ritter sobre la responsabilidad del ataque a la presa

(2)

Fikile Mbalulabailando en una baldosa a reportero de la BBC:

⁽³⁾

Juan Antonio Aguilar sobre Vladimir Putin: