-?
En estos días circula en redes digitales un archivo de audio que difunde el escritor Pablo Iglesias. En él, macky corbalán define su relación con la poesía y discurre sobre su condición de autora. No hay fecha, pero se sabe que es en los últimos tiempos de la poeta.
El despojo es casi total: “no me preocupa que me lean o me difundan”, dice, “me preocupa que la poesía esté presente en la vida de la gente, de una manera como la gente decida”. Y concluye, de manera terminante: “A mí no me importa mi nombre personal, me importa esta parte de poesía que a mí me ha tocado”.
Tenía una obra que, en 2013 había llegado a la austeridad casi absoluta. Parecía que su pensamiento, como en otras poetas, había confluido en una sencillez donde nada sobra y se sabe que un universo se esconde detrás de esa modestia del lenguaje. Como muestra, en ese año publicó la plaqueta Anima(i)s que contieneun conjunto de poemas cuyos protagonistas son una gata y una golondrina en situaciones que la autora observa como en acto de contemplación. Con esos elementos elaboró una metáfora del mundo en que viven los animales no humanos y que es necesario respetar.
Ese poemario fue el corolario de una trayectoria meditada, desplegada con un cuidado casi místico desde su ya lejano La pasajera de arena, de 1992. Había allí un camino y el desarrollo del nombre de una autora plural en el azorado universo de la poesía patagónica.
También expresaba en forma larval un temor al canon. Nada más lejos de macky corbalán que asociarla a esos listados de prestigio conferidos por academias o instituciones detentadoras de poder. Ni salones ni monumentos: nada más lejos (ni adversario más a su altura) que el poder, los poderes: el patriarcal, primero; el capitalismo, luego; el lenguaje, siempre. Todos serían vencidos, según ella, por la poesía que horada sin cesar toda solidez, todo blindaje.
Y por eso, hacia su final en septiembre de 2014, su nombre en los libros varió de macky corbalán a macky poeta, siempre en minúsculas. A manera de manifiesto, había escrito, en la contratapa de la citada Anima(i)sque “macky poeta es una ficción de su autor(aeiou), que también es una ficción, tal como tú”.
Parecía que ése sería el final de esta obra luminosa. Pero ahora, a ocho años de su partida, aparece el segundo libro póstumo, La ramaque, con su predecesor Conversaciones en la noche del amor, de 2017, significan un viraje en la poesía de esta mujer de Cutral Co. En estos dos libros ella y su poesía son nuevas, distintas, otras.
Un ejemplo. La ramacontiene dos citas específicas: un poema completo de Philip Larkin (“Los árboles”, como introducción al texto homónimo) y un epígrafe de Sylvia Plath (“Es fácil culpar a lo oscuro”) para “Construcción de la noche”.
Macky corbalán cultivó una cierta camaradería con Larkin. Había iniciado, varios años atrás, la traducción de la obra del inglés, iba y venía de sus poemas, los atesoraba en un trabajo que le servía para cincelar su propia obra.
Con Plath la unía otra clase de vínculo: una mujer atormentada que pelea por su lugar en la poesía y en la vida, y fracasa una y otra vez. Pero encuentra, aun en la derrota, un lugar en la poesía y un sitio inexpugnable en la vida. Como una prefiguración de la propia vida y de la propia lucha: desigual, difícil, necesaria.
Larkin y Plath funcionan entonces como una especie de guías en este pequeño libro: el primero en la estética, en esas morosas imágenes que reconstruyen lo cotidiano con una mirada certera e impiadosa clavada en la realidad. Y Plath, porque justamente su verso encabeza el poema “Construcción de la noche” que describe el mundo de la autora entre el lenguaje, el amor, la naturaleza.
Dice allí: los días que pasan no son la vida/la vida es el movimiento, el tenue/tul que te acerca y te aleja con su vaivén/constante./Decir: “Es fácil culpar al viento” es decir/que la culpa siempre está afuera. Que la culpa/es del vaivén, de la altura, de la lejanía./La culpa es la vida.
Aquí, la palabra “tul” es la marca de macky corbalán. Por cierto, no son muchas las que definen su estilo, que se hace reconocible, identificable justamente por esos usos. Son palabras casi fuera de uso -fruición, opalescente, epifanía entre las que puedo recordar- que ella tercamente incluye en su poesía. Son términos que distraen la lectura cómoda y, entonces, funcionan como llamados de atención, mensajes encubiertos, botellas al mar que cualquier náufrago o náufraga puede desentrañar.
El libro será presentado en la próxima edición de la Feria del Libro de Neuquén, el jueves 15 de septiembre a las 18 en el Auditorio Macky Corbalán. Participarán de esta actividad su hermana Paola Corbalán; Cristina Cid; Raúl Mansilla y Oscar Sarhan, coeditor de la obra.
Macky Corbalán (Cutral Co, 19 de junio de 1963-Neuquén, 14 de septiembre de 2014). Autodefinida como poeta, lesbiana y feminista, trabajó muchos años como periodista. Su carrera profesional de grado fue la licenciatura en trabajo social.
Publicó La pasajera de arena, 1992; Inferno, 1999 (ambos en Ediciones Tierra Firme); Como mil flores, Hipólita, 2007; El acuerdo, La Mondonga Dark, 2012 y Anima(i)s, la cebolla de vidrio, 2013. Estos cinco libros se reunieron en un volumen póstumo, Poesía (1992-2013)publicado en 2015. Y luego se editó Conversaciones en la noche del amor, en 2017. Ambos figuran en catálogo de Ediciones En Danza.
Antologías: Poesía en la Fisura, por Daniel Freidemberg, 1995; Antología de Poetas de la Patagonia, 2006, Poetas Argentinas(1961-1980), 2008; Antología Poesía del siglo XX en Argentina, 2010; Poetas de Neuquén en La Habana, 2015; Antología Federal de Poesía, 2015, Patagonia literaria IV. Antología de poesía del sur argentino, 2015.
FICHA TÉCNICA
La rama, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Chubut y Neuquén; publicado por Espacio Hudson en coedición con la Fundación Oscar Sarhan para la Cultura, abril 2022.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite