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14/11/2021

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Madrugada en Fátima

Madrugada en Fátima | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Fabián Domínguez se refiere a la masacre y dice que “es un hecho muy conocido y a la vez muy silenciado. Extrañamente, la noticia salió en todos los diarios al día siguiente, cosa que no era común durante la dictadura". Su investigación recupera los últimos días de las víctimas.

Gerardo Burton

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En la madrugada del 20 de agosto de 1976, diez mujeres y veinte hombres sedados y maniatados son trasladados desde el edificio de Coordinación Federal en la calle Moreno de la ciudad de Buenos Aires hasta un descampado próximo al pueblo de Fátima, unos kilómetros al norte del conurbano. Al llegar, sus custodios los fusilan y rematan con un tiro en la cabeza y luego agrupan sus cadáveres para dinamitarlos.

La explosión conmovió a los pobladores vecinos. Poco después, la zona se llenó de soldados, al día siguiente la noticia apareció en los diarios hasta desvanecerse. Los cuerpos fueron enterrados sin nombre en una fosa común en el cementerio de Derqui. Mucho tiempo después, la historia comenzó a vencer al olvido.

Habrán pasado ya 45 años cuando Fabián Domínguez se niega a que la cuarentena iniciada en marzo de 2020 lo paralice en su casa del noroeste del Gran Buenos Aires. Ordena sus papeles mientras afuera el otoño acomoda las hojas caídas sobre las baldosas. Sentado ante su notebook, mira tras la ventana y su mirada viaja hasta Fátima, en el espacio y en el tiempo. Pacientes investigaciones reconstruyeron los últimos días de las víctimas, y él ya tiene una base testimonial -habla de “microhistorias”- que reivindica la memoria de los dinamitados esa madrugada de 1976.

Al cabo de unos meses, termina con la escritura de El secreto de Fátima. Memoria para treinta olvidos.Domínguez dirá en una entrevista que “es un hecho muy conocido y a la vez muy silenciado. Extrañamente, la noticia salió en todos los diarios al día siguiente, cosa que no era común durante la dictadura. Los detenidos estaban en la ciudad de Buenos Aires desde un mes y medio antes y, por alguna razón, se eligió este pequeño pueblito cercano a Pilar para cometer la masacre. El operativo estuvo a cargo de la Policía Federal. Luego de dinamitar los cuerpos, los enterraron como NN, por eso sostengo que los mataron varias veces... Este libro es mi aporte para que el hecho siga estando vigente, que nuevas generaciones sepan lo sucedido. Estos hechos de la dictadura suelen tener esa característica, están ahí pero nadie los ve, entonces hay que ayudar a que salgan a la luz”. (Abrir enlace El Secreto de Fátima", el nuevo libro de Fabián Domínguez contra el olvido).

Contar Fátima es un intento de mostrar los rostros de los masacrados, de entender sus oficios, sus militancias, sus pasados y sus proyectos truncos. Darles nombre y apellido a esos NN, darles carnadura y tratar de descubrir sus emociones, alegrías, dolores, sueños y entusiasmos... A la vez que pretendo ponerles nombres y rostros a las víctimas, es imprescindible conocer los nombres de los victimarios. Siempre hablamos del que torturó, del que secuestró, del que mató, y nuestra imaginación dibuja a un hombre de uniforme y sin rostro. Y me parece que hay que decir quiénes lo pensaron, hablar de aquellos que lo tramaron, de quienes lo ejecutaron, de los que fueron cómplices y no quisieron investigar, y de aquellos que quisieron construir olvido. (del Prólogo, páginas 11-12)

El trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) resultó fundamental, consideró Domínguez, ya que pudieron identificarse 25 de las 30 víctimas con sus nombres y sus historias. Recordó que hacia 2000, estudiantes de la Escuela 9 de Fátima, se propusieron crear un pasaje de la memoria y un lugar para recordar la masacre muy cerca del establecimiento. En el lugar de los hechos se instaló una especie de monolito con el nombre y apellido de los masacrados.

Aun cuando la dictadura buscaba ocultar los hechos de represión ilegal, en este caso dio amplia difusión, al punto que la masacre de Fátima apareció en la portada de los diarios del país. A los dos meses, ANCLA -la Agencia de Noticias Clandestina que dirigía Rodolfo Walsh- publicó una primera crónica que, dos semanas después completó con una lista de los nombres de quince supuestos identificados. Domínguez afirmó que “ninguno coincide con los nombres que tenemos hasta hoy”, y se preguntó si no fue una táctica para que los funcionarios militares los desmintieran “y publicaran la lista verdadera”.

El libro establece una serie de círculos concéntricos alrededor de la masacre de Fátima. Recoge testimonios -un agente de la Policía que declaró, en 2008, como testigo en el juicio; el de una mujer detenida en el mismo centro clandestino que las víctimas, entre otros- y también establece redes, contactos, con otros hechos, porque Domínguez ve “una continuidad histórica del espíritu masacrador de las fuerzas armadas” que, en Fátima, significó, “coyunturalmente, el toma y daca de la Policía Federal con Montoneros”, en alusión a la bomba colocada en el comedor de Coordinación Federal semanas antes de la masacre. Dice también el autor que “me interesa mucho la historia local, pero esto no es una historia local que pasó en un pueblito, sino que es el espejo de lo que pasaba en Argentina en ese momento, desde la década del '50”.

En una conversación telefónica, Domínguez se referirá a hechos ocurridos en Grand Bourg y en San Isidro por esa época, que también relata en el libro. Y terminará la charla con una especie de enigma: “y no sabés cuando leas lo de Fátima”. El tema había sido el conflicto en la fábrica Bendix y el protagonismo de los hermanos Gaetán.

y uno de los delegados de Bendix, Pedro Nolasco Gaetán, quien venía militando en las FAP desde 1968, fue convocado para asesorar en temas laborales al grupo de diputados de la tendencia revolucionaria. Cuando esos diputados renuncian, enfrentados por el entonces presidente Perón, Gaetán pierde la asesoría y lo despiden de la fábrica... A fines de diciembre de 1975, con los secuestros de Seguil y Guzmán, los obreros de Bendix estaban muy molestos y reclamaban que desde la JTP tomaran medidas concretas en contra de la patronal. A ello se sumaban otros secuestros similares de obreros de fábricas vecinas como Tensa... Con la dictadura en marcha, el 15 de junio fueron secuestrados en la localidad de José C. Paz otros tres obreros: Claudio Benjamín y Juan Nicolás Gaetán (ambos hermanos de Pedro Nolasco, que había renunciado y partido a Córdoba en 1974), y un cuñado, Jorge Anselmo Carrizo (los tres oriundos de Chilecito, provincia de La Rioja). Vivían en Grand Bourg y José C. Paz respectivamente, pero para refugiarse y salir de sus ámbitos habituales pasaron a una localidad vecina, donde montaron un taller. Conducidos a Coordinación Federal, el cuerpo de Claudio apareció masacrado junto a otras seis personas en Villa Soldati (Villa Lugano, indican otras fuentes), barrio de Capital Federal el 3 de julio, luego del atentado al edificio de la jefatura policial. Hubo otra aparición de cadáveres ese día, esta vez fueron ocho (cinco varones y tres mujeres, según un informe del CELS), y fue en el garaje de la calle Chacabuco, en San Telmo... (páginas 99, 99 y 100)

Pequeñas historias se imbrican como tejuelas en un gran mural donde cada una condensa el dolor y la esperanza de toda epopeya. En este caso, Domínguez recorta una etapa y propone una geografía que le sirven para demostrar la sistematización del horror, aplicado para imponer un modelo determinado de sociedad, erradicando todo elemento discordante, disidente. Distinto. Erradicar lo otro irreductible, distinto del sujeto dominante.

Fabián Domínguez nació en Santa Rosa (Corrientes), en 1965. Estudió y ejerce como periodista y profesor de historia. Publicó Rodolfo Walsh. Bitácora de un clandestino; Historia del partido de la Costa;Los aviones negros yTierra de sombras. Con Alfredo Sayus, editaron tres libros sobre la década de 1970 en la Argentina. Este año, en 3Banderas editores, con introducción y selección de fotos de Roberto Baschetti y edición de Luis Fucks, publicó El secreto de Fátima. Memoria para treinta olvidos, que circula actualmente en ferias y está ilustrado en la tapa por la imagen de un mural de la Escuela 9. El libro puede solicitarse al autor a la dirección electrónica [email protected].

 

Ver más en:

Relatos de tiemps difíciles  (Va Con Firma)

Tierra de sombras, memoria para seguir reconstruyendo (Va Con Firma)

La carta del capellán (Va Con Firma)

Masacre de Fátima: "Muchos hechos de la dictadura están ahí pero nadie los ve" (APU)

29/07/2016

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