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Para estupefacción de gran parte de quienes conocieron la información, y también para repudio de prestigiosos especialistas médicos, se supo que el juez Claudio Bonadío ordenó destruir 60 mil cunas y sacos (bolsas) de dormir asignados al Plan Qunita que formaban parte del stock existente en el ministerio de Salud de la Nación.
El material quedó en depósito desde que hace cinco meses el gobierno nacional interrumpió el Qunita, un programa sanitario destinado a madres que reciben la Asignación Universal por Embarazo.
A esas mamás, el ministerio entregaba un kit de elementos para uso de las propias parturientas y de los bebés recién nacidos.
El rechazo a la decisión de Bonadío fue inmediato entre los especialistas, y en una conferencia de prensa en Isla Maciel -un barrio humilde del sur del conurbano bonaerense- se unieron al repudio, entre otras, Alicia Benítez, quien fue jefe de la Unidad de Neonatología de la Maternidad Sardá; Graciela Bauer, médica pediatra del Hospital Garraham; y Adriana Gorestein, neonatóloga del sanatorio de la Trinidad. Junto con ellas, también se expresó de igual modo el sacerdote Francisco “Paco” Olivera, del Grupo de Curas en Opción por los Pobres.
El Plan Qunita
Es una estrategia sanitariade acompañamiento de la madre y del recién nacido, lanzada por el Estado nacional en Julio de 2015 para acompañar y cuidar la salud de las embarazadas y los recién nacidos en sus primeros meses de vida.
Los objetivos eran disminuir las muertes infantiles evitables, así como potenciar otras políticas sanitarias y sociales que se venían desarrollando para acompañar a las familias en la crianza de sus hijos y fomentar prácticas de cuidado como la lactancia materna, salud sexual, sueño seguro, etc. que científicamente han demostrado ser beneficiosas para la salud y para prevenir enfermedades y muertes.
Otra parte fundamental del Programa se centraba en mejorar los indicadores sanitarios de calidad y cantidad de controles de embarazo,ya que a pesar de todas las políticas impulsadas en los últimos años, cerca del 35% de las mujeres tienen dificultades para acceder a los controles de embarazo en forma precoz y oportuna.
Para lograr estos objetivos se diseñó una estrategia que incluía el control del embarazo en el centro de atención primaria y la entrega de un kit con elementos necesarios e indispensables para el cuidado del recién nacido, el cual incluía una cuna de madera desarmable.
Dicha entrega se realizaba únicamente en las maternidades que cumplieran con las condiciones de seguridad definidas por el ministerio de Salud de la Nación en todo el país.
Las metas de este Programa eran bajar en 2 puntos la tasa de mortalidad infantil (TMI), y también la materna, en un lapso de tres años. Esto implicaba llevar a 8 por mil la TMI y a 1.9 por diez mil la materna. Si se cumplían los objetivos, serían 2.000 niños y 100 madres que no morirían anualmente.
En otros países
Es un proyecto inspirado en estrategias sanitarias similares en países como Finlandia, Chile, México, Perú, y también en distintas iniciativas provinciales locales como en Mendoza o Río Negro.
Esta estrategia ha contribuido a que Finlandia presente una de las tasas de mortalidad infantil más baja del mundo, según informa la cadena británica BBC. Recientemente un diario británico (The Independent) informó que Canadá decidió incorporar una estrategia similar para lograr disminuir la mortalidad infantil en dicho país, a la vista de los excelentes resultados sanitarios obtenidos en otros, como el caso finlandés.
La necesidad de un programa como QUNITA
Desde 2003, gracias una batería de medidas implementadas por el gobierno nacional apoyando a cada jurisdicción, se consiguió bajar la mortalidad infantil y materna de modo continuo, de 16,5 a 10 por mil nacidos vivos en los niños, y de 4,5 a 3,9 por diez mil en las madres.
El desafío era continuar mejorando esos indicadores y uno de los objetivos fue reducir la muerte súbita del lactante. En Argentina, en el año 2013,se registraron 275 defunciones de menores de 1 año por síndrome de muerte súbita infantil, de acuerdo a datos de la dirección de Estadísticas e Información Sanitaria (DEIS), del ministerio de Salud de la Nación. La muerte súbita del lactante es una muerte repentina e inesperada en el domicilio, generalmente durante el sueño. Constituye una de las principales causas de muerte en los niños menores de un año. Aproximadamente el 50 % se relaciona con no tener un espacio propio para dormir. Se estimó que unos 138 niñospodían ser salvados por año por este programa.
El kit que integra el programa Qunita se compró a través de una Licitación Pública, lo cual obliga a activar dispositivos de control de distintos organismos del Estado, además de varias publicaciones que permiten que cualquier ciudadano pueda realizar observaciones y hasta impugnar la compra, lo cual en este caso no sucedió.
Resultados del programa hasta su parálisis en enero de 2016
En los 6 meses que funcionó el Programa se distribuyeron74.408 kits a 289 maternidades en todo el país, de los cuales 43.600 habían sido entregados a las familias destinatarias del programa a diciembre de 2015.Esto implicó que más de 40.000 recién nacidos tuvieron su cuna, protegiendo un sueño seguro.
El programa también logró incrementar en 21 el número de maternidades seguras, pasando del 89 % de partos realizados en esas condiciones de máxima seguridad, a más del 94 %. Esto implicó que cerca de 20.000 nacimientos anuales se produjeron en maternidades públicas con condiciones seguras para el nacimiento, lo que impacta en la disminución en la mortalidad materna.
El impacto de este Programa era realmente significativo y los resultados de adhesión de las embarazadas en los primeros escasos 6 meses demuestran objetivamente que las metas eran alcanzables.
¿Hay elementos incluidos en el kit que han demostrado ser “riesgosos para la salud”?
No. Por el contrario, todos los elementos finalmente incluidos tienen respaldo científico en cuanto a que son beneficiosos para la salud del niño y su familia. No hay evidencia en nuestro país ni en otros, de que el uso de algunos de los elementos del kit haya ocasionado daños a la salud de los niños o sus familias.
El Programa contó desde sus inicios con un 0-800 gratuito que recibía llamadas tanto de usuarias como de instituciones y responsables, para resolver problemas que pudieren surgir durante la implementación del Programa. A Noviembre de 2015 se recibieron 19.848 llamadas. No se ha recibido en el Programa quejas o reportes de accidentes o lesiones ocurridas por la utilización de los elementos del kit.
También contaba con un Facebook y una página web que fueron cerrados por la nueva gestión (75% de los seguidores son mujeres, en su gran mayoría menores de 35 años).
Con respecto a la cuna-moisésincluida en el kit, además de presentar características distintivas que facilitan su armado, su traslado y su guarda, fue imprescindible que la cuna presente estándares de calidad y, sobre todo, de seguridad, para el mejor cuidado de los bebés. Cabe destacar que no existen a la fecha normas nacionales que evalúen la seguridad de las cunas que existen actualmente en el mercado, por lo cual ninguna es evaluada de manera sistemática.
La cuna-moisés está íntegramente realizada en MDF laqueado de 5,5 mm y textiles. Está pintada con laca poliuretánica UV no tóxica. Tiene la dureza de la pintura de automóviles, la protege de los líquidos, la humedad y las rayaduras. Es totalmente lavable: las partes rígidas se pueden limpiar con cualquier producto de limpieza y los textiles en lavarropas.
El espacio entre barrotes fue el resultado de un análisis entre la oxigenación adecuada y las normas internacionales de mobiliario para niños, evitando el aprisionamiento de miembros (brazos y piernas). Las cintas tienen un mecanismo de seguridad para que, en caso de que algún hermanito las suelte, la cuna no se desarma. Tiene asas de agarre para facilitar el traslado dentro de la casa (sin el chico) y también posee calados en la base para la correcta ventilación del colchón. El formato de la cuna impide que la base esté en contacto directo con el piso.
Con respecto al saco de dormir, probados estudios clínicos internacionales demuestran que su uso colabora con el sueño seguro de los niños, ya que al no usar sábanas ni frazadas, disminuye el riesgo de asfixia. Hace más de 40 años que países como Francia, España, Estados Unidos, Australia, Finlandia, Alemania usan las bolsas de dormir para sus bebés.
Por el contrario, varios estudios científicos han demostrado que la utilización de frazadas, colchas, almohadas y otras superficies mullidas durante el sueño, se asocian con sofocación accidental cuando se ubican debajo del lactante o sueltas alrededor de él.
A partir de esta evidencia puede decirse que resulta mucho más inseguro para un bebé, en especial recién nacido, dormir en una cama junto a sus padres o el uso inadecuado de sábanas o frazadas, que poseer un espacio propio como una cuna y elementos como un saco de dormir.
Evaluación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI)
El INTI realizó una evaluación de la cuna-moisés a pedido del ministerio de Salud de la Nación en el año 2015. El análisis realizado fue en base a normas españolas que no se aplican para ninguna otra cuna ni moisés del país. Se realizaron múltiples pruebas definidas por dicha norma. En ningún momento el INTI pone en cuestión la seguridad de la cuna ni emite juicio sobre la misma en dicho informe.
El informe destaca la resistencia, diámetro de los agujeros, distancias y otras cuestiones técnicas de la cuna en base a dicha norma, con sugerencias de algunas mejoras posibles en su diseño. Establece la conformidad o no de los diferentes puntos evaluados. Cabe destacar que uno de los puntos no conformes es la falta de carteles indicativos de su modo de uso, los cuales están dentro del manual de la cuna que no fue enviado pero sí se encuentra en el kit.
Opinión de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP)
Respecto de la cuna para menores de seis meses, la SAP no plantea que resulte riesgosa para la salud. Solo plantea que deben tenerse algunos cuidados por ser una cuna (moisés) de piso, como corresponde, para lo cual sugiere colocar etiquetas con advertencias visibles y claras. Esas leyendas estaban incluidas en el instructivo que acompaña el kit.
En cuanto al saco de dormir, sugiere que la apertura es unos centímetros mayor que lo deseada para evitar que el niño pueda taparse la cara con el abrigo, por lo que no cumple su objetivo que es superar a una frazada a la hora de abrigar a un bebé. En este caso la conclusión sería que el saco de dormir podría igualarse al uso de frazadas en el riesgo de producir asfixia del bebé, hecho que implicaría la destrucción de todas las frazadas también, siguiendo el criterio recomendado por el Juez de destruir los elementos riesgosos.
Una posibilidad sería corregir los centímetros excedentes del saco para permitir su uso y de esa manera posibilitar la reducción de la mortalidad que impulsa su utilización, en lugar de destruirlos. Cabe destacar que es mecánicamente imposible que un bebé se desplace hacia abajo de un saco que tiene enganchado desde sus hombros, ya que requeriría una coordinación de movimientos entre piernas y brazos imposible para los recién nacidos.
Un hecho importante es que la SAP fue consultada durante y al finalizar el proceso de diseño de todo el programa y particularmente de sus elementos, recibiendo sugerencias que fueron tomadas en cuenta para la conformación final del kit. Por ejemplo, el Dr. Alejandro Jenik, presidente del Grupo de sueño seguro de dicha sociedad, fue quien recomendó incorporar un saco de dormir al kit.
A partir de los estudios y evidencias disponibles proporcionados por la SAP, podemos concluir que resulta más riesgoso para los bebés en cuanto a la posibilidad de ocurrencia de muerte súbita, no contar con una cuna o con elementos como el saco de dormir, que han demostrado disminuir la probabilidad de que ocurran ese tipo de muertes domiciliarias, que representan casi un tercio de las muertes a esa edad.
Situación actual
Desde enero de 2016, está suspendida la distribución de kits desde el ministerio de Salud y su entrega en todas las maternidades del país que estaban recibiendo kits. El 15 de abril de 2016 el Programa Qunita fue derogado, por “la peligrosidad de algunos elementos fundamentales que componen los Kits”, particularmente la cuna y el saco de dormir, según fundamentación basada en los informes detallados precedentemente (Sociedad de Pediatría e INTI).
Recientemente se dio a conocer la indicación del Juez Bonadío de destruir las cunas y sacos de dormir que permanecen almacenados en los depósitos del ministerio de Salud, lo cual podría hacerse extensivo a los que se encuentran en las maternidades, que podrían ascender a cerca de 55.000 cunas y sacos.
Conclusiones
Probablemente, y tal como lo ha hecho Finlandia, los elementos que componen el kit sean mejorables en función de la experiencia en nuestro país. Sin embargo, los objetivos del Programa exceden la mera entrega del kit y en los pocos meses de implementación demostró una mejora potencial en los indicadores de mortalidad, de control de embarazo y nacimientos en maternidades seguras.
Se derogó un Programa que en 6 meses logró aumentar el número de maternidades que garantizan nacimientos seguros, así como distribuir y entregar más de 43 mil kits en todo el país, poniendo en la agenda pública la importancia de los controles de embarazo, la calidad de los servicios y el sueño seguro. Derogación únicamente basada en potenciales y no comprobados “riesgos”.
Esta absurda persecución contra los bebés y sus pertenencias únicamente es posible si está enmarcada en el clima de época, que solo apunta a desprestigiar a un adversario político. Pero siguen vigentes las motivaciones que dieron lugar al Programa, esto es, generar acciones que faciliten seguir reduciendo la mortalidad materna e infantil en Argentina.
Al suspender este programa nos preguntamos, entre otras cosas: ¿Qué estrategia integral alternativa se está proponiendo? ¿Cómo planean aumentar la cantidad y calidad de los controles de las embarazadas?, ¿Cómo piensan reducir la mortalidad domiciliario y la muerte súbita del lactante? Finalmente, ¿Tienen alguna buena noticia para los niños por venir?
Sirvan estas líneas para estimular el clamor colectivo suficiente a fin de frenar la aberrante decisión de destruir elementos útiles para los niños, especialmente de los sectores más vulnerables de nuestra patria.
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