Columnistas
14/02/2021

Decime si exagero

Cuando las olas vienen fuertes, lo mejor es surfearlas

Cuando las olas vienen fuertes, lo mejor es surfearlas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Irrumpe en el mundo editorial independiente de la región un libro escrito por un niño de siete años y su tía, ilustrado por Natalia Forés y editado por la editorial patagónica autogestiva Tanta Ceniza. A agarrarse bien agarradx, que la ola es de las fuertes, eh.

Fernando Barraza

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Dice con orgullo y una sonrisa imbatible la poeta y editora Aixa Rava, que estel anzamiento que está en ciernes, el que te anunciamos en el título y el copete de esta nota, “no es un libro de poemas ilustrado, es nuestro primer libro álbum de nuestro catálogo”.

Pero ya hablaremos sobre “Ya vinieron las olas fuertes”, este pequeño gran libro, antes volvamos un poco sobre Tanta Ceniza, el proyecto editorial que Aixa motoriza desde nuestra región - y que te presentáramos en este mismo portal hace dos años justo en el momento en el que iba a salir su primera publicación.

Es bueno, hoy, dos años después, contarte que aquel proyecto con perspectiva de género y promisoria senda, ha dado excelentes frutos: su colección “adulta”, Piel de las Arenas, ya lleva cuatro títulos en edición, y su colección “infantil” verá nacer su tercer libro con la edición de este “Ya vinieron las olas fuertes”. Mucho, muchísimo es el logro para una editorial que nacía en un año que no solo era “el año de una gran crisis económica”, sino el de una de las peores crisis económicas de todos los tiempos para el medio editorial:

No es el mejor momento para lanzar una editorial –nos decía en marzo de 2019 Aixa-pero si no lo hacemos ahora, no lo hacemos más, ahora es el mejor momento para apostar por lo que creemos que vale la pena y por lo que es necesario. La literatura, el arte, la música… son espacios de creación necesarios, nos permiten habitar entre lo inhabitable, y la realidad actual es inhabitable”.

Toda una declaración de principios que viene sosteniendo su premisa en trabajo efectivo: libros cuidadosamente editados.

Sobre “Ya vinieron las olas fuertes”, el próximo lanzamiento de la editorial, el libro que escribieron en conjunto la poeta neuquina Romina Olivero y su sobrino Eugenio, Aixa tiene una suerte de racconto que la lleva por este periplo:

Hace poco más de un año, Romina compartió en Facebook un poema que había escrito con su sobrino, Eugenio, durante una tarde de juego de observar y escribir, una especie de descripción de lo que captaba la mirada. Ella sabía que entre los proyectos que yo quería incorporar a la colección ‘Maras en la barda’ estaban los textos escritos por niños, de hecho le había propuesto publicar en algún momento aquellos escritos que surgían de los talleres que daba con Cali Duarte. Le comenté que el poema de Eugenio me había gustado mucho. Tiempo después me mandó un Word con ese y otro poema —en el proceso se sumó un tercer texto que Eugenio escribió a partir de una consigna que le dio su maestra—, “vos fijate’, me dijo, y eso hice: me fijé, ordené los textos, pensé un formato, hablé con Natalia Forés, la diseñadora de la colección, y le propuse ilustrarlo —porque más allá de apreciar su trabajo de diseño, me encantan sus dibujos—, me parecía que era la ilustradora ideal para este proyecto. Concebimos este libro de un modo diferente a los trabajos anteriores, no es un libro de poemas ilustrado, es nuestro primer libro álbum, fue todo un desafío para Natalia, como ilustradora y diseñadora, y para mí como editora, y estamos muy contentas con el resultado”

 

Hace unos días la editorial lanzó un video de adelanto del lanzamiento y se puede ver en el canal de YouTube de la editorial. La voz elegida para la lectura del poema es del poeta neuquino Cali Duarte:

Y ésta semana se inició la preventa del libro olero, que estará vigente hasta el sábado 20 de marzo a un precio promocional. Para poder efectivizar la compra hay que hacerlo desde la tienda oficial de la editorial, en la pestaña “preventas” de la web oficial.

 

Lxs autorxs

 

Antes de seguir contándoles sobre los horizontes y los sueños de esta editorial autogestiva, pongamos por favor un poco de atención sobre lxs autorxs de este nuevo volumen plagado de olas. El primero del tándem creativo es ni más ni menos que Eugenio, que tiene siete años, y ha decidido que se presentará en sociedad sin apellido, con la simpleza de ser Euge y solo Euge. Por todo esto dice:

Hola, soy Eugenio, me gusta mi nombre, ¿te gusta tu nombre? Vivo en Neuquén que tiene cosas para mirar afuera y con la tía una vez las escribimos. Me interesan los libros de monstruos, soy lector de la noche con un osito de led que me acompaña de luz. No me gusta mucho esperar, pero sí el color azul, mucho. Eso es importante. Me sé canciones enteras, hay canciones en mi cabeza todo el tiempo”.

Acompañando esa ola de desapellidación consciente, su tía Romina Olivero (quien odiará un poco que la hayamos apellidado para esta nota) lanza su comunicación oficial sobre este libro diciendo:

Soy Romina, ‘la tía’, me gusta leer y escribir, más que nada poemas. Las bibliotecas no me asustan ni las plantas difíciles de cuidar. Tengo palabras preferidas y juego a repetirlas tantas veces que se vuelven otra cosa. Los juegos que me atrapan siempre tienen letras y pienso que las máquinas de escribir son muy lindas porque van como en otro ritmo. Ojalá un día que esté en el agua, algún pez me elija para confiarme su secreto”.

Con esta sola carta de presentación biográfica, las personas que lleguen hasta el libro tendrán este único paratexto para conocer a lxs autorxs. Pero nosotros, espíritus inquietos, quisimos saber más, por eso re-preguntamos. Quisimos saber, por ejemplo, cómo nace un proceso creativo para una mujer adulta, que ya tiene un recorrido profesional en las letras, a la hora de trabajar con un niño, que aparte es familia. Romina lo resume fácilmente:

Lo que capta Eugenio no tiene matriz metafísica, ni de búsqueda de explicaciones, declamación de certezas o liberación obsesiva de la forma. Las cosas le existen y las atrapa un rato y las deja ir. La idea de escribirlas le resultó fascinante, siento que la poesía le hace justicia a esa sensación pasajera. Quizás esto no sea otra cosa que un momento más en su vida, y pase. O no, me gusta no saberlo”.

Cuenta también Romina que todo fue descontracturado y muy fluido porque “no me senté con un nene a pensar en un libro a por editar”, sino que fue trabajando junto a su sobrino –por pedido expreso de su editora- diferentes textos con una libertad creativa bien diferente a la obligación.

Con Eugenio todo surgió de imprevisto. Me acompañó a votar a una escuela un día y veía cosas que yo no. Decidí grabarlo. A él le copó la idea. Así salió el que hoy es el segundo poema del libro, que es bien urbano. A Eugenio le parecían extrañas las palabras que decía yo al respecto de lo que él veía. Él estaba en primer grado, y saber escribir le parte la cabeza a cualquiera. Volvimos a casa y le propuse escribirlo en imprenta mayúscula. Desgrabando sumamos cosas y pelamos otras, y le dije que a mí me parecía que andaba un poema por ahí. Lo leímos y a él le provocaba mucha risa y eso que hace con las cejas, como de asombro y curiosidad, no sé decir bien… Después lo leí sola y le hice mil modificaciones y ahí lo arruiné. Pero volvimos al original, traté de desvestirlo de todas esas palabras muy mías de la ‘miídad’ (¿así se dice?) luego lo publico en Facebook y Aixa me contacta por privado…”

Esa fue la primera comunicación de Aixa por este tema, el editar este trabajo conjunto. El primer impulso de Romina era negativo: “No, esto es para jugar” le decía ella, alejada de la idea de editorial. ¿Adivinen quién convenció a quién al final del recorrido?... ja, la respuesta es clara.

La decisión final llegó en una reunión en la que Eugenio y su tía en la que…

Sentimos que lo más justo era entregar esos poemas. Lo decidimos con Eugenio comiendo Billiken de yogurt, esos masticables alargados, los de vainilla. Entregarlos, así, casi sin nombre, sin expectativas, sin ‘sin’, sin toda esa cosa habitual que te pasa cuando escribís para publicar. Aixa pensaba que todo era muy fuerte, lo que pasaba en esa escritura. Y es muy testaruda cuando ve algo. En este trabajo hay muchísima labor editorial, ella me iba preguntando todo y yo iba renunciando una por una a todas las cuestiones en las que aparecía mi yo ¡Esto es lo genial de que la editora sea poeta, amiga y muy buena persona!”

A pesar de que este trabajo es muy especial, no es la primera vez que Olivero desanda el camino de la co-autoría con niñxs. Hace algunos años, el Centro de Documentación e Información Educativa “Alicia Pifarré” de Neuquén editó este volumen que vas a ver:

 

 

Recuerda Romina sobre este trabajo:

Trabajé junto a Cali Duarte (poeta y profesor en letras) mucho en talleres de poesía con niñes en los que nos fuimos adaptando al caos. Yo sobre todo (risas). El CeDie publicó los poemas que escribimos con pibes de Neuquén, de diferentes lugares y edades, pero este trabajo con Eugenio es distinto. Acá nos ocurrió algo que tenía que ver con el lenguaje, en ese proceso de aprender a escribir de Eugenio y mi proceso de aprender a respirar. Algo necesitaba algo juntarse, y se juntó. Y hubo tiempo y hubo mirada y escucha. Entonces pasó lo hermoso, y después entra Aixa, ella es la ola más fuerte”.


 

La de la ola fuerte

 


Terminemos esta nota -plagada de motivadoras buenas nuevas- allá por donde comenzamos: en las esencialidades del proyecto editorial Tanta Ceniza, y los considerando de su principal propulsora, la escritora Aixa Rava. Pero ahora veamos las cosas un poco con la mirada actual de Aixa, todo este camino visto desde el ahora:

Desde que iniciamos el proyecto, en enero del 2019, conocimos gran cantidad de editoriales impulsadas por mujeres (Rosa Iceberg, Concreto, Gerbera Ediciones, Las Juanas, La Bohemia, Editorial Maravilla, La Mariposa y la Iguana, Hekht Libros, Odelia Editora, Gog & Magog, entre otras), sobre todo en la FilFem, la Feria del Libro Feminista. Nuestro proyecto se gestó junto al de Zara Benaventos, Loca Mala Editorial, aunque ella lanzó su catálogo unos meses antes. Con Zara nos conocimos en el taller de proyecto editorial que hacían los editores de Godot y nos hicimos amigas, nos sorprendió saber que las dos éramos de Neuquén (en ese momento yo vivía todavía en Buenos Aires), y desde entonces nos consultamos todo, nos acompañamos, feriamos juntas siempre que podemos y colaboramos en los proyectos de nuestras editoriales. En Patagonia hay varias editoriales de mujeres: en Neuquén está Ruedamares de María Cristina Ramos, Ediciones Migrantes de Julieta Berriel y Ediciones Precarias; en San Martín de los Andes, Orcalumis de María Cristina Venturini y Magdalena Maffeis, y La punta del ovillo de María Marta Paz y Sabrina No, y en Gaiman, Ediciones del Cedro de Julia Chaktoura. Estos proyectos regionales indican un balance positivo y nada estanco, sino todo lo contrario: a pleno, como se dice, y en buena hora”

¿Qué tan raro fue el 2020 para la editorial en sí? Pues Rava lo ha pasado bastante en claro:

Para el circuito editorial, como para muchas otras industrias, el 2020 fue un año raro, y ‘raro’ es un adjetivo suave para describirlo. Durante los primeros meses de cuarentena (abril, mayo, junio) se vivió una especie de locura generalizada, desde España sobre todo nos llegaban mensajes de alarma y llamadas a la acción: había que cambiar la forma de hacer y vender libros, había que digitalizarse, expandirse a muchas y diferentes plataformas, entrar a las casas a través de las pantallas. Se hicieron encuestas, estadísticas, seguimientos, se ofertaban cursos de digitalización de libros, de comercio electrónico y marketing digital, explotó Amazon, todo se virtualizó, ya lo sabemos… Nos vimos arrastradas por esa vorágine de cosas por hacer, de conocimientos y herramientas por adquirir, todo lo cual se sumaba a la incertidumbre, al miedo y a la angustia. Las ventas bajaron en picada, es cierto, pero después repuntaron y se estabilizaron, al menos en nuestro caso. Aprendimos un montón, reorganizamos nuestro sitio web, encontramos nuevas formas de mostrar y hacer llegar los libros a los lectores, creamos nuevas redes de distribución y difusión de nuestros contenidos, creo que todo el sector editorial sufrió una profunda transformación, nosotras tuvimos la suerte de poder acomodarnos, un poco a los tumbos, y de seguir”

Para finalizar esta nota, le pedimos a Aixa que “venda” el catálogo completo de la editorial (los siete títulos) como si estuviera haciendo de vendedora ambulante en el bondi.

Como no podía ser de otra manera, lo que le nació es este poema en pregón…

 

¡Libros, libros Tanta Ceniza!

Pa’ leer sin prisa

Libros con versitos, con ilustraciones:

una antología para todas horas

De los rayos del sol como sogas

un poema aromático, delicioso,

Para tomar un buen té

y otros que los lee, señor, señora,

y ahí nomás adora:

La causa de las cosidas, Monroe y El vientre del lobo,

y por si fuera poco, si me quedo corta,

mire este que se llama

Cuando la muerte sorprendió a Fassbinder

bello por fuera, bello por dentro,

toda belleza como el buen cine.

29/07/2016

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