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09/02/2021

Crítica de los propios, solaz de los ajenos

Crítica de los propios, solaz de los ajenos | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

En las filas de quienes apoyan al gobierno popular se teme que, al cuestionarlo, el oficialismo se debilite en las elecciones de este año. No se deben acallar las voces críticas, sino crear un lugar donde ventilarlas sin perjudicar la subjetividad de los electores del Frente de Todos.

Osvaldo Pellin

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La mayor parte de las críticas al gobierno popular provienen de sus propias filas. Si son o no peronistas los que las hacen, es harina de otro costal, porque suponemos que la adhesión a la corriente está refrendada por el voto y la militancia.

Creo que el temor a la crítica va en paralelo con la circunstancia posible de que la misma debilite la posición del oficialismo en las elecciones de este año.

Por otra parte, la oposición no tiene argumentos políticos, y espera gozoso una transfusión draculiana del peronismo para armar los suyos.

En realidad, dicho en criollo, el temor existe porque la oposición es ampliamente conocida en sus malas artes y sabemos cómo maneja los hilos de un poder aún esquivo para el gobierno de Fernández.

El planteo no es acallar las voces críticas. El planteo es poder crear un lugar donde ventilarlas sin que eso perjudique la subjetividad de los electores del Frente de Todos.

Votos se pueden perder por dispersión, por abstención o por conversión. Frente a esos eventuales cambios en el humor electoral de la población, se impone tener presencia política e iniciar la puja por algún lado vulnerable del adversario. Habrá que plantarse contra la connivencia de algunos jueces con el macrismo. No es cuestión de insistir con la reforma del poder Judicial. Es cuestión de pelear cada fallo basado en el armado de causas y que son del conocimiento público.

Seguir la pormenorizada denuncia de sus delitos y transgresiones. Ellos tienen muchas voces, el oficialismo pocas y muy selectivas, que pueden tornarse inaudibles frente al incesante pavoneo de los opinadores pro macristas.

A pesar del dilema aún no resuelto, creo que es mucho lo que se ha hecho y ha permitido ganar opinión en los propios y en muchos otros.

El humor político de la población favorece a las fuerzas populares, fuerzas que todavía tienen presente el desastre adonde los llevó el macrismo. Sin embargo, el saldo lamentable en que quedó la situación social no ha cambiado sustancialmente por la perdurabilidad manifiesta de los resortes del poder que todavía atesora el macrismo en la vida nacional.

Pero cabe reafirmar que el gobierno de Fernández es un gobierno decente que si no ha hecho más es porque, como señalamos, está maniatado, y la táctica parece ser expectante, esperando que actúen los que naturalmente les corresponde actuar, sin excluir a las mayorías, por supuesto, y silenciar las eventuales confrontaciones lo más posible. No dar de comer a la desinformación de los medios que aumentan cada episodio en detrimento del gobierno.

El manejo de la pandemia está ya consagrado que fue bueno, y que los sesgos negativos se debieron más a la propia determinación del público que a las advertencias de Salud Pública.

Creo que es el momento de que el gobierno actúe en todos aquellos rubros que están esperando su intervención, más allá de la mayor o menor eficacia que logre su intervención. Se sabe que el poder real se abroquela muy bien en el Poder Judicial y en los medios.

La síntesis pasa por que el gobierno debe tener más presencia que la que hasta ahora ha mostrado. La instalación social del peronismo fue históricamente insoslayable y protagónica. Sería bueno que retome ese carácter.

29/07/2016

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