El robo a la casa de la periodista Cynthia García y al estudio del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno y la agresión al dirigente de Nuevo Encuentro Martín Sabbatella, en Santiago del Estero, pusieron en debate ayer la creciente violencia política que se vive en el país tras la asunción del presidente Mauricio Macri.

Si bien en los dos primeros casos no se conocen  los autores, aunque se presumen tintes políticos, los insultos que sufrió Sabbatella, y que le impidieron tomar un vuelo hacia la Capital Federal, estuvieron a cargo de Pedro Criceo, que se reivindicó como “uno de los fundadores del Pro de Pilar”. Aunque desde el municipio de esa localidad bonaerense negaron que el agresor sea empleado municipal y repudiaron el hecho, lo cierto es que Criceo se atribuyó su pertenencia al gobierno de Macri.

También se conoció ayer que fue víctima de un robo la concejal Zulma Vela, del Frente para la Victoria de Malvinas Argentinas. El diputado nacional  Edgardo Depetri envío una nota al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, y le pidió que se esclarezca el hecho.

Quizá la situación más compleja la vivió la ex panelista de 678. El domingo a la noche, cuando llegó a su casa con sus dos hijos, la encontró toda revuelta. Le habían robado sus cosas de trabajo pero le dejaron una caja que contenía 50 mil pesos. “No quiero ser paranoica pero me robaron donde trabajo, revolvieron todo y se llevaron mis cosas de trabajo, en un archivero tenía anotadores y se los llevaron. También robaron un disco rígido, un smartTV y dejaron un mensaje: un recorte del diario Clarín que decía ‘Todas estas preguntas tienen respuestas’”, le relató al diario Página 12.

Uno de los hechos que denunció como llamativo fue encontrar unos muñequitos con la imagen de Eva Perón, Juan Perón y Hugo Chávez que  tenía sobre una caja de cartón, en un sillón del living, prolijamente apoyados arriba de un sobre con su nombre. “El sobre ya estaba, simplemente acomodaron eso así, será casualidad o no, no lo sé, y no estoy asustada pero sí preocupada por esos detalles, uno trata de frenar la paranoia pero el escenario es que te robaron en tu lugar de trabajo”, confesó. Las puertas no fueron forzadas, por lo que especuló con un trabajo de inteligencia para ingresar al condominio. Los investigadores, que acudieron rápido, pudieron llevarse dos huellas digitales.

Horas después,  Moreno denunció un episodio de características semejantes: dieron vuelta sus oficinas en el barrio de San Telmo y sólo se llevaron computadoras. “Entraron a mi oficina, que estaba vacía, y se llevaron computadoras y teléfonos”, sostuvo. Fiel a su estilo ironizó: “Viste cómo son los oligarcas, quieren quedarse con todo. Este es otro ‘choreo’ más de la oligarquía”, afirmó.

“El Gobierno es el responsable del clima de violencia que se vive”, sostuvo ayer Sabbatella, sobre la agresión que sufrió en Santiago del Estero. Explicó que dos personas, que luego se identificaron como Pablo Manchini y Claudio Porta, comenzaron a insultarlo cuando hacía los trámites para subir a un avión en el aeropuerto de Santiago del Estero. “Mi esposa los escuchó y se acercó primero a preguntarles qué les pasaba y por qué hablaban así. Inmediatamente, se calmaron y hasta se disculparon. Pero un tercero, empezó a insultar más violentamente, a gritar, a hacer gestos e intentar agredir, lo cual hizo que el personal policial interviniera para contenerlo y separarlo. Esa persona dijo ser Pedro Criceo y se identificó como político del Pro del Municipio de Pilar”, indicó Sabbatella.

Entrevistado por una radio local, Criceo ratificó su pertenencia al partido de Macri: “Yo soy del Pro de Pilar. Fuimos los que iniciamos el Pro en Pilar. Fuimos con el corazoncito mío del PRO”, contó.