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“La Argentina del ajuste es historia”, dijo anoche el presidente Alberto Fernández en el discurso de cierre del acto el que se conmemoró el Día de la Democracia y de los Derechos Humanos ante una multitud que desbordó la Plaza de Mayo. Fue una frase pronunciada en el contexto de los límites que el gobierno tolerará en el marco de la negociación de la deuda que contrajo Mauricio Macri con el Fondo por 44 mil millones de dólares.
“Voy a tomarme todo el tiempo que haga falta para garantizar que el acuerdo que se firme nos sirva a los argentinos y eso significa que el crecimiento que tuvimos no se detenga”, agregó el presidente que cerró la lista de oradores que comenzó con los mensajes de los expresidentes de Uruguay, José “Pepe” Mujica, de Brasil, Luis Lula da Silva, y con de la la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que signifique comprometer el desarrollo de la Argentina”, agregó el presidente y también dijo que “ si el FMI me suelta la mano voy a estar agarrado de la mano de cada uno de ustedes”.
Fernández sostuvo que “ a esta Argentina no la arrreglan Alberto y Cristina; a esta Argentina la arreglamos entre todos o no la arregla nadie”.
El presidente se dirigió a Cristina porque la vicepresidenta dedicó un capítulo a la negociación con el FMI. “Ante las grandes adversidades, grandes acciones”, le dijo a Alberto y le pidió que le diga al Fondo que “nos ayude a recuperar los dólares que tiene afuera, en paraísos fiscales” porque “a la Argentina no le faltan dólares”.
Cristina también le pidió al presidente que convoque a “un gran acuerdo nacional” con la participación de todos los partidos políticos con representación parlamentaria para que “todos los argentinos le digan al Fondo que no se va a aprobar ningún plan que no sea el que permita seguir con esta recuperación económica”.
Tanto Alberto como Cristina recordaron la historia política y económica desde el fin de la dictadura hasta la actualidad. Hablaron de las marcas que dejó el terrorismo de Estado y el endeudamiento privado que se estatizó con el FMI durante la dictadura.
El uruguayo Mujica abrió la lista de oradores. “Cuiden lo que tienen. La democracia no es perfecta, porque los humanos no somos perfectos” pero “ hasta ahora no encontramos un sistema mejor. Cuídenla y no la estropeen”, concluyó.
Lula recordó a la generación de gobiernos latinoamericanos que compartió junto a Néstor y Cristina Kirchner, a Hugo Chávez de Venezuela, a Rafael Correa de Ecuador, a Evo Morales de Bolivia, entre otros, y sostuvo que “la democracia no es un pacto de silencio, es una sociedad demostrando sus diferencias”. Aquél momento como el actual, continuó, “es extraordinario para una construcción efectivamente más justa, igualitaria y humanista”.
La fiesta comenzó temprano en Plaza de Mayo. Mucha gente comenzó a llegar al mediodía y durante la tarde musicalizaron el 38° aniversario del retorno de la democracia Súper Ratones, Bárbara Recanati, Massacre, Teresa Parodi, Víctor Heredia, Orkesta Popular San Bomba y Ráfaga, entre otros.
Premios
Antes de los discursos, el presidente Fernández encabezó junto a la vicepresidenta, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, la entrega de los premios Azucena Villaflor 2021, con los que se distinguió a distintas personalidades por su compromiso con los derechos humanos. De la ceremonia participaron los exmandatarios de Uruguay y Brasil; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, entre otros funcionarios nacionales, y referentes de organismos de derechos humanos.
Recibieron el premio en reconocimiento a su lucha por los derechos humanos "Taty" Almeida de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; Estela Barnes de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo y el documentalista Pablo Torello. También fueron reconocidas las trayectorias del exsenador y abogado Hipólito Solari Yrigoyen; de la integrante de la organización Madres contra La Violencia Institucional Dolores Sigampa de Demonty y de la jueza Lucila Larrandat.
En ese acto, Fernández sostuvo que “Argentina trabaja por respetar incansablemente los derechos humanos”, y consideró que "en estos días se valora la unidad de los sectores populares”, al hablar en el acto por la entrega de los premios Azucena Villaflor, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
Al hablar de Lula y Mujica, dijo: “ambos fueron víctimas de la persecución, y Lula fue injustamente condenado. Sus presencias, y esto sé que es compartido por Cristina (Fernández de Kirchner), nos muestran en estos días de posiciones extremas lo importante que es la unidad de los sectores populares”.
El premio "Azucena Villaflor de De Vincenti" fue instaurado por Néstor Kirchner en 2003 y se entrega los 10 de diciembre que coincide con el Día de los Derechos Humanos, en tanto fueron discontinuados por el gobierno del expresidente Mauricio Macri.
Campo de Mayo, espacio de memoria
Antes de la entrega de estas distinciones el presidente Fernández firmó un decreto junto con el jefe de Gabinete Juan Manzur, y los ministros de Justicia, Martín Soria, y de Defensa, Jorge Taiana que dispone un espacio de memoria para Campo de Mayo, uno de los mayores centros de exterminio de la dictadura argentina.
El espacio permitirá mantener en la memoria lo que padecieron las 5000 personas que allí estuvieron secuestradas y, en su gran mayoría, fueron desaparecidas.
Con esta decisión, el presidente derogó el decreto de Mauricio Macri del 15 de noviembre de 2018 en el que proponía la creación de una reserva natural en Campo de Mayo –medida que había sido objetada por Naciones Unidas– y dispuso que se cedan dos fracciones del terreno, que está en manos del Ministerio de Defensa, a la Secretaría de Derechos Humanos, que conduce Horacio Pietragalla Corti, para conformar un espacio de memoria, tal como reclamaban sobrevivientes y organizaciones.
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