Argentina
01/11/2021

Claudio Lozano

“Congelar es una estrategia razonable para frenar la inercia inflacionaria”

El director del Banco Nación valoró el congelamiento de precios dispuesto por el gobierno aunque aclaró que se debe avanzar con “el desacople” de precios internacionales y con medidas antimonopólicas. “Hay que armar un sistema de control social de la formación de precios”, aseguró.

Diego Colao

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Claudio Lozano, economista e integrante del directorio del Banco Nación aseguró que el congelamiento de precios “es una medida absolutamente necesaria” que implica “una estrategia razonable para frenar la inercia inflacionaria”, aunque aclaró que hay que “avanzar en otras cuestiones” como el “desacople” de precios internacionales de las commodities y los mercados oligopólicos; porque en definitiva “esta discusión con respecto a los precios lleva por detrás la discusión respecto al tipo de modelo de crecimiento y de distribución que la Argentina tiene”.

“Es una medida absolutamente necesaria, había que parar la pelota de alguna manera y en el marco de una experiencia inflacionaria de mucho tiempo como la que tiene la Argentina, congelar es una razonable estrategia para frenar la inercia; el fenómeno de remarcar porque estamos en un contexto inflacionario”, definió Lozano en diálogo con Va Con Firma.

El secretario de Comercio, Roberto Feletti, declaró el viernes que “el programa” de precios congelados “se está cumpliendo en todas las grandes cadenas excepto un caso, que es el de ChangoMás, con quienes nos vamos a entrevistar el lunes” y sostuvo que “el ordenamiento sobre las grandes cadenas va forzando de a poco el ordenamiento en el resto de las comercializaciones minoristas, que son las más importantes para las provincias”.

El director del Banco Nación sostuvo en este sentido que “lo que hay que distinguir es que el congelamiento es un instrumento y que en todo caso falta avanzar en otras cuestiones porque hay algunos temas centrales en el tema inflacionario, por ejemplo, el de desacoplar la evolución de los temas internos de los precios internacionales en aquellas commodities que la Argentina coloca en el mundo y que si no hay intervenciones y regulaciones específicas los precios internacionales arrastran los precios internos”.

Como ejemplo de estas commodities mencionó la soja, el trigo, el maíz, la carne y el acero; los primeros “que son productos vinculados a la canasta alimentaria, porque tanto la soja como el maíz son alimentos para pollo, vaca y cerdo; y el trigo tiene que ver con el pan y con la harina”; y el acero como “insumo fundamental de la cadena automotriz, del sector de la construcción”.

“La manera de intervenir es con retenciones por un lado, establecimiento de cupos cuantitativos que garanticen el abastecimiento a precios razonables del mercado interno para que el resto pueda en todo caso ser exportado y me parece que estos instrumentos no se utilizaron ni con la celeridad, ni con la oportunidad, ni con la decisión que debieron haber tenido”, opinó el referente de Unidad Popular y candidato a diputado nacional por el Frente de Todos en la ciudad de Buenos Aires.

El otro punto que mencionó Lozano tiene que ver con “el carácter oligopólico que tenemos en la gran mayoría de los mercados más importantes”.

De acuerdo al economista, en Alimentos, el 6% del total de las empresas concentra el 85% del mercado; en Bebidas el 7% de las empresas concentra el 93%; en Medicamentos el 11% concentra el 83%; en Química 7% concentra el 82%; en Metalurgia el 6% ocupa el 90% del mercado; en Cemento el 4% concentra el 71% del mercado; y en Comercio minorista, el 0,6% del total de las empresas concentra el 70%.

“El fenómeno de un mercado con elevado nivel de concentración y grupos empresarios que tienen presencia en varios mercados a la vez o que tienen varias empresas a lo largo de una misma cadena de producción, obliga a distintas estrategias de regulación antimonopólicas y antitrust que efectivamente hay que diseñar con precisión”, explicó.

Y planteó que “esta discusión con respecto a los precios lleva por detrás la discusión respecto al tipo de modelo de crecimiento y de distribución que la Argentina tiene”.

En este sentido, Lozano señaló que “más allá del movimiento de los precios hacia arriba, la inflación es un proceso de disputa por la distribución de los ingresos entre cada actor de la economía; los salarios expresando a los trabajadores, los precios de los diferentes productos expresando a los distintos procesos productivos, las tasas de interés reflejando los procesos de endeudamiento y de especulación financiera, las grandes empresas proveedoras de divisas vinculando su suerte a la evolución del tipo de cambio, y lo mismo aquellas vinculadas a las importaciones”.

Dentro de esta puja, el economista remarcó que el hecho de que “unos precios se muevan por encima del otro, implican que ése está sacando una tajada superior del ingreso total generado con respecto al resto”.

A diferencia de lo que ocurrió en el gobierno de Macri, donde “los precios definían alimentos caro, salarios baratos, baja capacidad de demanda industrial, tarifas altas y tasas de interés altísimas”, el ex diputado nacional aclaró que “el diseño de precios que necesitamos hoy es otro”.

El esquema que planteó tiene que ver con “alimentos baratos para que los salarios sean más altos y por lo tanto haya demanda de producción industrial; tarifas bajas y costos más bajos de energía para mejorar los costos de producción, administrar el comercio exterior para proteger la producción local y tasas de interés más bajas para poder mejorar las condiciones de financiamiento”.

“Este sistema de precios es el que se intenta gestar de la mano de la estrategia de política económica del gobierno, que en realidad es resistida por aquellos que son privilegiados por el sistema de precios anterior”, definió Lozano y dijo que “el conflicto inflacionario que vivimos es esa resistencia a que en todo caso podamos ordenar los precios de manera tal de poder crecer con desarrollo industrial y con mayores criterios de justicia social”.

El papel de los gobernadores y el control

El miércoles, el presidente Alberto Fernández se reunió con 20 gobernadores, quienes firmaron un convenio para garantizar el cumplimiento de la resolución de la secretaría de Comercio Interior en las provincias.

“Todo lo que permita extender y mejorar la capacidad de control institucional sobre la decisión tomada me parece importante”, indicó Lozano, y señaló que “la situación en materia de cumplimiento es bastante razonable para el primer momento de desarrollo de esta resolución”.

Para el economista, “además de involucrar a los estados, tanto nacional, provincial como municipal, hay que armar un sistema de control social de la formación de precios”.

“Esto implica elegir las cadenas de producción estratégicas como las de alimentos y a insumos de uso difundido, y que estas cadenas de producción incorporen en una mesa de concertación y control a los distintos actores que participan de ella”, describió y agregó que deben incluir “no solamente la relación con los grandes empresas, si no la relación con los pequeños y medianos productores que dependen de esas cadenas de producción, con los trabajadores que participan de las mismas, con los consumidores asociados a estas”.

Lozano definió que el objetivo sería que “el Estado junto con los actores sociales vaya diseñando alianzas en cada cadena de producción que le pongan límites a los abusos de posición dominante de los sectores que tienen en esas cadenas la capacidad de fijar precios de manera dominante y traccionar todo el excedente que la cadena genera en beneficio de sus empresas”.

29/07/2016

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