Carlos Verna le reclamó al ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, que se "olvide" de que "es radical" y se pliegue a la política del "gobierno liberal" del que forma parte. "Si hay libertad de mercado, dejen que yo venda y los rionegrinos compren y no sigan pagando 200 pesos el kilo", completó.

Con esa lógica reclamó una vez más en contra de la barrera sanitaria a la que considera una aduana.

“Me dicen que tengo que discutir con los gobernadores patagónicos porque están cuidando el desarrollo genético del ganado y armando los rodeos… Con ese criterio yo no tendría que dejarle entrar el vino a Mendoza porque estamos desarrollando la zona vitivinícola en 25 de Mayo, en Casa de Piedra, en Duval… Y sin embargo competimos con Mendoza, que tiene miles de hectáreas de viñedos y cientos de bodegas. Nosotros tenemos dos o tres bodegas y no pedimos protección, ¿por qué nos piden protección a la posibilidad de vender asado?”, reprochó el gobernador.

También aclaró que en su perspectiva la discusión dio un paso hacia adelante “creo que dejaron de lado que se trata de un problema sanitario, porque la nota que nos mandó Senasa reconoce que la posibilidad de que se transmita aftosa por el asado con hueso es insignificante y que, al contrario, la prohibición aumenta siete veces el riesgo por el contrabando”.

Explicó que La Pampa también propuso medidas para minimizar los “riesgos” que dicen correr los que la avalan y que es que un levantamiento supondría la chance de que ingrese carne Córdoba o Buenos Aires a la zona. “Para eso propusimos la trazabilidad” que permitiría demostrar que el ganado es puramente pampeano.

En función de estos argumentos, indicó que están dadas las condiciones como para que la barrera deje de existir. “Y dicen que está supeditado a un acuerdo con Estados Unidos” para vender carne que se pondría en vigencia en noviembre. “Entonces, que me digan cuál es el impedimento para vender carne con hueso al sur del río Colorado”, repitió.