El titular del gremio petrolero y secretario adjunto de la CGT Azopardo, Guillermo Pereyra, anunció que mañana deja su cargo en la central obrera y que la propuesta del sector que encabeza junto al camionero Hugo Moyano propone como nuevo secretario general a Juan Carlos Schmid.

En el marco de la reunificación de la CGT Schmid, secretario general de Dragado y Balizamiento, es uno de los tres nombres que se barajan para la conducción junto con Omar Maturano, de Maquinistas Ferroviarios y Gerónimo “Momo” Venegas, de Peones Rurales.

Pereyra se refirió también a su decisión de dejar la conducción del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. Sostuvo que aspira a ser “garantía del recambio” y de “unidad” desde “una segunda o tercer línea”.

El sindicalista explicó que en cuatro años más va a tener 77 años y “llega el momento en el que uno dice, bueno, que tome otro las riendas”.

Respecto de su sucesor dijo que no iba a dar nombres pero admitió que Ricardo Astrada, el actual secretario adjunto, podría ser el hombre.

Anunció que el viernes hay una reunión de consejo directivo donde se va a hablar el tema, y que su propósito es evitar “una interna muy fuerte porque la situación actual del sector es “delicadísima y no podemos tomarnos el lujo que haya divisiones”. 

Respecto de Lucila Crexell, su compañera de bloque en el Senado, Pereyra sostuvo que no tiene “ningún problema” con ella, en tácita referencia a los pronunciamientos en su contra por parte de intendentes y diputados de su partido.

No obstante, dejó sentado que no comparte el voto de Crexell en contra de la ley ómnibus y sentenció que “es impensable que un senador puede estar alejado del gobierno de la provincia”.

Sostuvo también que “los cruces que (Crexell) tiene con el gobernador Omar Gutiérrez “los tendrán que resolver ellos. Yo sigo trabajando para la provincia”, afirmó.

Precisó que está “articulando” las acciones que desarrolla en el Senado con el gobernador, sobre todo “donde están involucrados intereses provinciales, como en la ley ómnibus”.

Respecto del tarifazo en el gas, Pereyra salió a defender su necesidad y al cuestionado ministro de Energía Juan José Aranguren, de quien dijo que era “solvente”.

Justificó los aumentos en la situación “heredada” del gobierno anterior y en la necesidad de tener un precio del fluido que haga atractivas las inversiones extranjeras.

Sin embargo, reconoció que los aumentos deberían haber sido “escalonados” y en recuperar las tarifas el transcurso de “tres años”. “A veces el apuro hace que se hayan cometido algunos errores”, admitió.