El diputado provincial Eduardo Fuentes (Frente Grande – Nuevo Encuentro) describió a la Legislatura actual con profundas críticas. Aseguró que, en la Cámara, “se vuelve a dar una situación en la cual las comisiones no representan la voluntad popular”.

En diálogo con , se pronunció a favor de elevar el reglamento interno de la Legislatura a rango constitucional, para que sólo se pueda reformar con mayorías agravadas.

Fuentes es legislador por tercera vez, su último período fue el de 2003-2007, y se mostró sorprendido por la “desprolijidad” y la “falta de contenidos” de los proyectos con los que el oficialismo comenzó esta gestión.

-¿Cómo evalúa estos primeros meses en la Legislatura?

-Ha sido complejo atender las demandas del Ejecutivo. En una construcción legislativa, habitualmente el Ejecutivo tiene mayoría de representación, por consiguiente impone la agenda al principio. Eso es lo que trató de hacer el MPN, imponer la agenda en concesión a los 11 proyectos que mandó el gobernador a la Cámara el 1 de marzo; y ha sido muy difícil eso porque los proyectos, mayoritariamente, carecían de contenidos fáciles de procesar, en términos legislativos, con una estructura técnica administrativa muy deficitaria y con un contenido, en términos generales contradictorio y en algunos aspectos confrontativo con los intereses populares, como por ejemplo los hospitales públicos, las escuelas, la producción. Todos proyectos que para poder decir que “tiene un sentido discutir esto”, hubo que trabajar demasiado.

A mí me sorprendió un poco eso, dada la experiencia que el MPN tiene en la administración de la provincia, empezar una gestión con esa desprolijidad y esa falta de contenido y de proyección, me sorprendió.

-¿Qué opinión tiene sobre la constitución de las comisiones?

-El MPN ha sido siempre astuto para la administración de los reglamentos. Ha habido épocas en las que han cambiado el reglamento en el ínterin entre el acto electoral y el acto de entrega de gobierno, porque cuando se consolidó el acto electoral visualizaron una Legislatura que les resultaría inconveniente en cuanto al reglamento vigente, le estoy hablando con precisión del 2007, fines del 2007; cambiaron el reglamento porque la Legislatura, de acuerdo a los resultados, lo desfavorecía en las futuras comisiones. Y en esta Legislatura se vuelve a dar una situación en la cual las comisiones no representan la voluntad popular

-¿No convendría que los reglamentos se reformen con una mayoría especial?

-Sí, pero lo que ocurre en la escala de construcción de la normativa es que el reglamento es una ley que la modifica la mayoría, habría que subirla a rango constitucional, meter el reglamento dentro de la Constitución, esa sería una forma de darle seriedad, porque si no el reglamento no es en sí mismo una herramienta de neto corte republicano y menos aún democrático.

-¿Y no es esa una cuestión de fondo, teniendo en cuenta que los reglamentos permiten o conceden la posibilidad de que se sancionen leyes?

-Sin ninguna duda, la forma de darle tranquilidad al pueblo, que en el fondo es el dueño de la pelota, en lo que hace a la participación y la democracia, es darle al reglamento rango constitucional. Entonces lo sacas del debate de las Legislaturas, porque si no la misma Legislatura te lo va a cambiar.

-¿Cómo ve los debates en las comisiones, que a veces son llamativamente duros?

-Lo que yo veo con dificultad, en este momento, es la capacidad de concertación del oficialismo, que pareciera tener disminuida su capacidad. Todavía no ha definido las líneas de acción política provincial-nacional, está en un romance que parece recontra definido, pero posiblemente para todo el partido gobernante no esté tan claro, entonces es como que esperan directivas para concertar, aunque sea concertar el “buen día”.

Hay algo ahí que hace que se demoren los procesos de concertación o se bloqueen, y terminamos descalificando por disensos, propuestas que serían mucho más potentes si fueran consensuadas.

Por ejemplo, en el tema de derechos humanos están desdibujando parte de su historial. Si ellos no aceptan el juicio y castigo a los culpables en el caso de la desaparición de Sergio Ávalos, es inexplicable desde el proceso histórico argentino, desde el proceso de la provincia de Neuquén, y desde el proceso del propio Movimiento Popular Neuquino. Y uno dice ¿por qué retroceden en algo que está consolidado, como que un desaparecido en democracia es una causa que amerita que todas las fuerzas políticas se comprometan en el esclarecimiento del hecho y el castigo a los culpables?

¿Qué les pasa? Si cualquier manual básico de política les diría “muchachos en esto no hagan sapo” y sin embargo no lo resuelven.

-¿Cómo ve el segundo semestre para Neuquén?

-El segundo semestre tiene un primer trimestre que es el más frío y eso es muy grave para la realidad patagónica, luego de los aumentos en las tarifas de gas. Si a eso se le suman los aumentos de la luz y del costo de la canasta alimentaria -y que todo impacta más en el invierno que en el verano, la gente con el frío se enferma, y si no se alimenta bien se enferma peor-; lo veo duro, muy duro.

El agua le va a llegar al cuello a todos los que tienen salarios medio bajos, y más a los que viven en el periurbano. Los que viven en el campo, cazan una liebre la meten en la olla y zafan, los que viven en las tomas de las ciudades, no tienen casa, no tienen gas, la van a pasar muy mal. El frio va a ser muy duro.

La zona petrolera va a volcar de acá a agosto, van a aparecer los problemas de un día para el otro. La gente está en su casa con sueldos muy deprimidos. Es muy difícil seguir así.

El precio del gas, aún con la quita que dicen que van a hacer, va a tener como consecuencia una temporada de invierno muy mala para el turismo en nuestra provincia.

Veo dificultad con el salario, con el trabajo, sería necio de mi parte imaginar un descanso durante el segundo semestre, quizás lo único que logre Macri sea bajar la inflación pero a costa de congelar toda la economía.