Las expectativas en torno a la recuperación de Vaca Muerta definen un escenario desfavorable para que avance la investigación contra dos empresas que habrían acumulado un pasivo ambiental calculado en 400.000 metros cúbicos de residuos provenientes de la actividad hidrocarburífera.

El fiscal de delitos ambientales, Maximiliano Breide Obeid, que investiga las denuncias de la Asociación de Abogados Ambientalistas de Argentina (AAAA) contra Comarsa S. A, y Treater S.A., lejos está todavía de identificar responsabilidades de funcionarios provinciales y altos mandos de las empresas.

Así lo informó a el fiscal, quien indicó que actualmente se encuentra abocado "exclusivamente" a causas encuadradas en la unidad de delitos sexuales y que luego de concluir algunos juicios se dedicará "de lleno" a este tema. Además, indicó que "dudo" que antes de fin de año se pueda avanzar en la formulación de cargos.

En los últimos meses, la investigación tuvo algunos avances impulsados por la parte denunciante. A mediados de año, presentaron en una audiencia pública en la Legislatura neuquina un informe denominado "La basura del fracking en Vaca Muerta", elaborado en base a documentación que surgió de un pedido de información realizado por el diputado provincial del PTS- FIT Andrés Blanco a la subsecretaría de Ambiente de la Provincia.

Allí se detallaron irregularidades de la empresa Comarsa que van desde la apropiación ilegal de tierras fiscales hasta la instalación de piletas clandestinas o la acumulación de una cantidad de residuos muy superior a la que era capaz de procesar.

Además de hacer la denuncia pública, la AAAA pidió ampliar la denuncia penal en la fiscalía y solicitó la declaración testimonial de los autores del informe sobre basurales petroleros: Blanco; la Ingeniera y Coordinadora del Área Tóxicos de Taller Ecologista, Cecilia Bianco; y el Licenciado en Comunicación y coordinador del Observatorio Petrolero Sur (OpSur), Fernando Cabrera Christensen.

"En el marco de esas declaraciones testimoniales, estas personas ratificaron lo que se había manifestado tanto en el informe como en la presentación pública, y en el caso de la doctora Bianco, diseccionó cada una de las irregularidades de la empresa Comarsa, de donde se desprenden cada una de las actas de inspección a las que tuvimos acceso", explicó a Rafael Colombo, abogado de la AAAA.

"Pronto vamos a tener novedades", anticipó, pero evitó dar detalles para no afectar la investigación. Resaltó la voluntad de la Asociación de colaborar con la investigación y apuntó contra el fiscal: "Cabe preguntarse qué es lo que ha hecho efectivamente hasta ahora la fiscalía conducida por el doctor Breide Obeid, dado que es el titular de la acusación pública", expresó.

Por su parte, Breide Obeid respondió a este medio que "seguimos recibiendo testimonios" y que "faltan varias pericias" por realizar.

Profundización de la dependencia de una matriz extractivista

Días atrás, el gobernador Omar Gutiérrez proyectó un presupuesto con superávit para 2022 basado en un crecimiento un crecimiento del 26% en la producción de petróleo crudo y del 9% en la de gas. Para Colombo, este contexto es "muy preocupante porque Argentina sigue apostando a un modelo energético que el mundo ya está considerando como obsoleto y agotado".

El abogado agregó que "al mismo tiempo que se está llevando a cabo la Cumbre sobre el cambio climático en Glasgow, por un lado el gobierno firma compromisos no vinculantes sobre deforestación cero para el año 2030, y por otro lado se expande la frontera hidrocarburífera en Vaca Muerta y la política de expansión hidrocarburífera en el Mar Argentino, lo que se denominan muy pomposamente como la Vaca Muerta bajo el mar".

Agregó que al mismo tiempo "Argentina no está adoptando políticas de transición energética". Sostuvo que "hay algunos anuncios, como el relativo al hidrógeno verde, pero todavía tenemos muchas más preguntas que respuestas, todavía no vimos la letra chica de ese tipo de inversiones" pero destacó que "la apuesta por Vaca Muerta en un marco de un retorno a la aparente normalidad tras la pandemia significa para Argentina una profundización de su dependencia a una matriz extractivista".