Concejales del Frente de Todos de Neuquén creen que el oficialismo congeló el proyecto para modificar el uso del suelo en la Isla 132 hasta después de las elecciones de octubre, debido al rechazo que la propuesta generó en organismos ambientalistas y colegios de profesionales de la provincia. Como contrapropuesta, presentaron esta semana en el Concejo Deliberante un proyecto que busca preservar el ambiente y desarrollar el uso de los espacios con fines recreativos y deportivos, en una de las zonas más caras de la ciudad.

"Alertamos que hay una intención no manifiesta de dejar pasar las elecciones y que luego vuelvan a la carga y lo aprueben", dijo a el presidente del bloque y candidato a renovar su banca, Marcelo Zúñiga, en referencia a la iniciativa presentada por el ente Cordineu en marzo pasado, y a la que el MPN impulsó en el Concejo Deliberante.

Ese texto era muy similar a otro que había presentado el concejal del PRO, Marcelo Bermúdez, el año pasado. Su punto nodal es que promueve la modificación de la ordenanza 10.100, para permitir la edificación de viviendas multifamiliares en la Isla.

"La propuesta del gobierno, Cordineu y el Pro, que no se ha retirado, es cambiar el uso del suelo y permitir la construcción de edificios de departamentos", apuntó el concejal, y explicó que "como existió el rechazo público de distintas instituciones y organizaciones a partir de lo que dimos a conocer nosotros, ellos perdieron el debate público hasta ahí y lo escondieron, dejaron de discutirlo en el Concejo Deliberante".

Para contrarrestar la iniciativa, desde el FdT presentaron el lunes último otro proyecto que busca modificar la ordenanza Nº. 10.010 y "generar nuevos mecanismos de protección urbanos ambientales en el Distrito 132".

La iniciativa del FdT apunta a la protección de las especies autóctonas y silvestres de la flora y fauna, la conservación del paisaje natural y cultural, a que los vecinos puedan seguir realizando actividades físicas y a que se preserve el ambiente. El espíritu de la modificación es no beneficiar a desarrolladores inmobiliarios sino priorizar el uso social y recreativo de la isla.

Otro aspecto importante del proyecto es que busca socializar el debate con la comunidad, algo que el oficialismo no hizo con su propuesta.

"Aspiramos a que se debata públicamente y la ciudadanía se informe sobre lo que ha preocupado a miles de vecinos y vecinas, y ha generado el rechazo del Colegio de Ingenieros, del Colegio de Profesionales del Ambiente, de la Red de Defensa de los Espacios Públicos", dijo Zúñiga.

El edil agregó que "en un contexto de campaña electoral, queremos que se debata públicamente cuál es el uso del suelo que se pretende dar en la ciudad. Si el uso del suelo que prioriza a las 4 o 5 empresas privadas que monopolizan tanto la obra pública como la apropiación de tierra pública a bajo costo -y que son las que presionan y motivan el cambio del uso del suelo-, o el modelo que proponemos nosotros, que prohíbe expresamente el levantamiento de edificios en toda la tierra pública que queda en la Isla 132", sostuvo.

Una iniciativa "fruto del debate"

A principios de julio, representantes del Colegio de Ingenieros expusieron en la reunión de la Comisión de Obras Públicas, donde se trata la iniciativa de Cordineu, y señalaron que la propuesta carece de los estudios de impacto ambiental necesarios para evaluar qué consecuencias traería la urbanización de la isla.

Luego de esa presentación adversa, el tema no fue puesto nuevamente en el orden del día para continuar con el debate. El FdT ahora busca poner fin a la discusión de ese proyecto y en su lugar poner en agenda el que ellos promueven.

"Presentamos una iniciativa concreta para debatir con el MPN: o defienden la propuesta de ellos, o la retiran", indicó Zúñiga.

El texto del FdT establece una serie de artículos en los que se fijan pautas para el uso y ocupación del suelo. Por ejemplo, se crean áreas que tendrán como objetivo albergar actividades sociales, educativas, recreativas, culturales, feriales y deportivas, y que deberán ser parquizadas por la municipalidad.

El mismo es "fruto del debate" que se viene dando entre los Colegios de profesionales, los grupos ambientalistas, la Red de Defensa de Espacios Públicos, el grupo Hábitat Neuquén y la multisectorial en defensa del parque Bardas Norte.

Entre los actores que se busca sumar se encuentran la Universidad Nacional del Comahue y la Defensoría del Pueblo. El objetivo es que aporten "lo mismo que los Colegios de profesionales, datos de rigor técnico, académico y científico de acuerdo a su competencia", indicó Zúñiga.

Por último, aclaró que la propuesta contempla que los edificios que ya existen sobre la costanera "quedarían como están", con los fines comercial, administrativo y hotelero.