El consejero gremial del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN), Ángel Zalazar, sostuvo que el desequilibrio en las cuentas del organismo podría achicarse si el Estado provincial incorporara el cobro de un impuesto a la actividad hidrocarburífera que ayude a equilibrar la caja que, según las proyecciones para este año, tendrá un déficit superior a los 7 mil millones de pesos.

"En una provincia como Neuquén, donde la explotación hidrocarburífera es la consecuencia de la inversión del Estado en la cuenca petrolera, se podría pensar en un impuesto a esa actividad para contribuir a financiar la caja", dijo el consejero a .

"Esto habrá que discutirlo. Nosotros decimos el impuesto hidrocarburífero porque Neuquén es una provincia hidrocarburífera pero habrá que pensar cuáles pueden ser esas fuentes de financiamiento que cubran esa situación y donde desde ningún punto de vista la variable de ajuste podemos ser los trabajadores", aclaró.

Zalazar remarcó que destinar un porcentaje de otros impuestos es una forma de disminuir el desequilibrio que emplea, por ejemplo, la Anses, que "se nutre de impuestos como una parte del IVA, impuesto a cigarrillos, entre otros".

"Pensar en incrementar el aporte de los trabajadores no es una posibilidad", destacó el consejero aunque agregó que sí "podría incrementarse algunos punto más la contribución patronal", pero remarcó que "hay que pensar en una fuente de financiamiento que dé tranquilidad y previsibilidad a la caja".

En la provincia de Neuquén hay alrededor de 27 mil jubilados. Uno de los datos que desequilibran la casa del Instituto es que la planta de trabajadores activos no crece a la par de lo que crecen las personas que se jubilan. Actualmente la ecuación está en 2,5 activos por cada trabajador pasivo.

Los trabajadores de la educación hacen un aporte del 16,5 y el resto de los trabajadores es del 15,5, exceptuando la policía, que aporta una cifra levemente superior.

"Cuando asumió el gobernador Omar Gutiérrez, en su primera gestión, lo que hizo para solucionar el desequilibrio fue incrementar 4 puntos porcentuales el aporte previsional y la contribución patronal. Ese desequilibrio fue equilibrado pero dos años más tarde volvimos a tener esta misma situación que es la que tenemos hoy y que año tras año se va incrementando. El año pasado fue de alrededor de 5 mil millones (de pesos) y este año está proyectado alrededor de 7", describió.

Agregó que el desequilibrio también se generó porque "durante muchísimos años el Estado provincial no envió la totalidad de los aportes que los trabajadores activos realizábamos y esa es la famosa deuda histórica que hemos reclamado todas las organizaciones sindicales", la cual "le impidió al Instituto capitalizarse".

"Si el Instituto hubiera recibido lo que le correspondía en términos previsionales, probablemente hubiera podido también haber generado inversiones que le dieran rentabilidad en un momento de estrechez financiera", detalló.

Como dato positivo, Zalazar resaltó que pese a las inclemencias que trajo aparejada la pandemia, en Neuquén no se dejó de jubilar a las personas que estaban en condiciones de acceder a ese beneficio.

"En lo que va de la pandemia se han venido jubilando a razón de 200 trabajadores por mes. Es decir, no bajó la intensidad porque Instituto garantizó que, en el medio de todas las restricciones que tuvimos, que la gente acceda al derecho a jubilarse", gracias al desarrollo de un software propio que permitió el trabajo.

Traumatólogos, prestadores en forma individual

Desde junio de este año, los traumatólogos de Neuquén capital dejaron de pertenecer al Colegio Médico de Neuquén, tras denunciar la falta de actualización de los honorarios y retrasos en los pagos. Esa medida impactó en la atención que prestan a través de Instituto porque ya no pueden facturar las prestaciones que realizan.

Zalazar sostuvo que "es un problema complejo, donde la decisión de estos médicos es muy delicada porque muchos te diría que hicieron abandono de pacientes" pero señaló que "es una situación muy compleja que nos excede como organismo".

Explicó que "no es un problema de Instituto en sí mismo sino externo porque los traumatólogos se pelearon con el organismo que los nucleaba, a través del cual facturaban a Instituto y al resto de las obras sociales que trabajan en la provincia, y esto generó que los afiliados a la obra social que se venían atendiendo con estos profesionales no pudieran atenderse".

"No dejaron de ser prestadores porque nunca lo fueron" señaló, y apunto que "la situación de fondo no se ha arreglado" pero "se ha venido avanzando en algunas discusiones respecto de esto".

En ese sentido, detalló que "todas las obras sociales que atienden en la provincia han venido trabajando juntas para poder intercambiarse y ofrecer los profesionales que están atendiendo en el área traumatológica para que los afiliados puedan acceder a la prestación, sino también se abrió la posibilidad de que los traumatólogos que quieran hacer convenio directo con la obra social lo puedan hacer".

Las personas que necesiten esa prestación, deben comunicarse con el área de Prestaciones del Instituto y consultar las cartillas de profesionales que actualmente están brindando servicios.