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31/03/2019

Municipales y nacionales

Municipales y nacionales | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Así como la elección del pasado 10 fue una puja desigual entre tres con un favorito que era el MPN, la elección municipal que se avecina tiene un actor fuerte que es Horacio Quiroga y un retador principal que es un MPN fortalecido por su último triunfo.

Héctor Mauriño

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A veces soplar a favor del viento ayuda o parece que ayuda, da casi igual. Lo malo es cuando se sopla en contra y se cree que hay viento a favor.

Provinciales, municipales o nacionales, las elecciones son todas diferentes. Si hay algo que la gente tiene en claro es que no se vota lo mismo y en cada caso hace la lectura que, equivocadamente o no, considera que más conviene a sus intereses.

Si se toma como ejemplo las últimas elecciones provinciales, la fuga de votos del radicalismo y el Pro hacia Gutiérrez fue soplar a favor del viento. Ese sector social que hoy compone Cambiemos suele votar al partido provincial cuando se trata de preservar el statu quo local, pero luego cuando hay que hacer valer sus posiciones políticas de cara al país, elige el partido o la alianza nacional que, según cree, más se ajusta a sus intereses.

Algo parecido ocurre con la clientela del MPN. Entre los que votan al ‘movimiento’ para gobernar la provincia hay un poco de todo: los que conservan su corazoncito peronista y los liberales –en realidad conservadores- que detestan visceralmente al peronismo (a veces en contra de sus propios intereses, aunque lo ignoren). Y unos y otros esperan que llegue el turno de la elección nacional para desfogar sus verdaderos instintos políticos.

Con todo lo obvio que pueda tener lo anterior, es bueno tenerlo presente en épocas electorales, porque así como la elección del pasado 10 fue una puja desigual entre tres con un favorito que era el MPN, la elección municipal que se avecina tiene un actor fuerte que es el oficialismo de Horacio Quiroga y, todo parece indicarlo, un retador principal que es el MPN.

Las elecciones nacionales de octubre, se presentan en cambio como una puja entre el oficialismo de Cambiemos, maltrecho por el fuerte fracaso de Macri, y la oposición peronista kirchnerista. Lo normal en ellas sería que el MPN juegue por debajo.

Pero esto no quiere decir que las distintas elecciones no se influyan entre sí cuando se libran en la misma fecha, ni que una no pueda ‘traccionar’ o, por el contrario, servir de lastre respecto de la otra.

Es la duda instalada en el sector de “Pechi” Quiroga. El intendente sabe que ahora puede tener su revancha por la derrota del pasado 10, pero la duda que flota en el aire de su espacio es si le conviene adelantar las elecciones municipales o atarlas a las nacionales.

Desde luego, un político experimentado y pragmático como Quiroga no ignora que Macri se está consolidando como un salvavidas de plomo y que la alianza del Pro con los radicales está herida de muerte. La cuestión es cuánto le resta, por otro lado, fracturar el frente Cambiemos en el escenario local.

La decisión que parece haber tomado el intendente y líder de Cambiemos en la provincia es que sus aliados se cocinen en su propia salsa. Convocará a la mesa de Cambiemos en la provincia y le pedirá a los que quieren ser candidatos que decidan ellos mismos si conviene juntar o separar los comicios.

Como es sabido, “Pechi” va por su cuarto mandato y el segundo consecutivo y la Constitución le impide la reelección. El intendente ha encajado rápidamente su fuerte derrota de las elecciones provinciales y en lugar de dar rienda suelta a su encono por la traición del macrismo, parece haber optado por reducir pérdidas.

Esto no significa que después no vaya a tomar posición a favor de un candidato u otro de la coalición, pero en todo caso todo hace presumir que lo hará en el marco de una interna, legítima como tal en cualquier frente político.

Es un secreto a voces que el candidato de Macri es el líder de Pro neuquino Marcelo Bermúdez, y no es menos secreto que Bermúdez no es el candidato preferido de Quiroga.

Si tuviera que elegir “Pechi” apuntaría a la tropa propia, como el presidente del Deliberante Guillermo Monzani o el diputado nacional David Schlereth, Pero como perdió las últimas elecciones, si no tiene otro remedio apoyará al que sea, mientras hace valer su capital político propio en la elección de los candidatos a concejales, de la misma manera que lo hizo para los diputados.

Por otro lado, en las elecciones de octubre se juegan diputaciones y senadurías y “Pechi” ya ha dicho que el parlamento lo “aburre”, pero con seguridad no le hará asco al asunto si eso es necesario para ordenar el reparto de cargos dentro de Cambiemos.

Por el lado del MPN surgen otras novedades. En los últimos años el sapagismo ha tendido a garantizarse la provincia y a mostrarse más flexible en la puja por la municipalidad de Neuquén.

Esta vez no iba a ser diferente, e inclusive se aguardaba alguna forma de retribución por los votitos prestados por el gobierno nacional a Gutiérrez, no necesariamente apoyando al candidato de ‘Mauricio’ sino al menos no haciendo todo lo necesario para ganar.

Pero ahora se han juntado dos factores. Primero, porque Macri está escorado y ya pocos creen que pueda repetir: si hubo algún guiño ya no tendrá demasiadas consecuencias violarlo.

Por otro lado el MPN ganó también en la capital, donde no lo hacía desde hace mucho y, lógicamente, está un poco agrandado. ¿No será esta su oportunidad para recuperar la ciudad más importante de la provincia?

Mariano Gaido, el candidato emepenista, no tiene un perfil demasiado político. Más bien lo suyo ha sido hasta ahora la gestión. Pero sus espónsores ahora tienden a pensar que si se lo arropa bien, puede hacer una buena elección.

Como el MPN si algo sabe es sumar y restar, ya habría contactado a la conducción del PJ para ofrecerle un acuerdo, algo así como ‘si ustedes nos apoyan en la elección municipal, nosotros se lo retribuimos en la nacional’.

Por lo pronto, es poco probable que el PJ UC FN acepte este amable convite y lo más seguro es que se ciña a trabajar para la elección de octubre, que es la que realmente le interesa.

Claro que es este espacio no todos piensan igual. Algunos, evalúan la posibilidad de que Darío Martínez, cuya figura creció a pesar de la derrota, sea el encargado de pujar por la intendencia.

Otros, en cambio, adhieren a la lectura de que en esta etapa el PJ se debe dar un trabajo más asequible, como sacar algún concejal más. Para este sector, el hombre que construye en la ciudad a largo plazo es el concejal Marcelo Zúñiga, presidente del PJ de la capital y dirigente del Movimiento Evita.

Para el sector de Martínez, la idea es que el titular del PJ apunte a una senaduría, tal como según dicen habría quedado acordado con la propia Cristina Kirchner.

Falta saber qué hará Ramón Rioseco, pero es un hecho que todos los sectores que componen esa alianza coinciden en la necesidad de preservarla por sobre cualquier diferencia, de movida hasta octubre y de ser posible durante el próximo período legislativo. Desde su perspectiva, harían bien en lograrlo.

29/07/2016

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