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Entrevistas
17/08/2025

Silvia Brouchoud, de Adunc

"Milei tiene un desprecio muy grande por la educación pública"

"Milei tiene un desprecio muy grande por la educación pública" | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La titular de la Asociación de Docentes de la Universidad del Comahue dijo que los salarios universitarios perdieron cerca del 40 por ciento de su poder adquisitivo desde que asumió el actual gobierno. Estuvieron de paro toda la semana reciente, y en las tres próximas realizarán paros rotativos.

Marcelo Castro

Los profesores y profesoras de las universidades públicas han perdido alrededor del 40 por ciento del poder adquisitivo de sus sueldos durante el año y medio que lleva en funciones el actual gobierno nacional, estimó la secretaria general de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Comahue (Adunc), Silvia Brouchoud. Afirmó que el presidente Javier Milei “tiene un desprecio muy grande por todo lo público” y eso incluye a la educación pública.

La representante sindical coincidió con el señalamiento de la rectora de la UNCo, Beatriz Gentile, quien advirtió que si el Poder Ejecutivo vetara ley de financiamiento universitario que ha logrado avanzar en el Congreso en 2026 los salarios perderían casi el 60 por ciento de la capacidad adquisitiva.

En el marco del paro realizado durante toda la semana reciente, y que continuará en las tres siguientes con paros rotativos, la dirigente explicó que resolvieron profundizar el plan de lucha porque la situación es “desesperante”. Confirmó que entre el año pasado y lo que va del actual, renunciaron 114 docentes que tenían cargos estables ganados por concurso.

Entrevistada por Va Con Firma, Brouchoud destacó ciertos “logros” obtenidos gracias a las movilizaciones del año pasado en defensa de las universidades públicas, pero dijo que “la lucha menos exitosa fue la salarial”. Analizó el “furor” por la reciente trasmisión de una expedición del Conicet en el fondo del mar, mientras los investigadores científicos “contaban que se les estaba por terminar la beca y que el desfinanciamiento era enorme”.

-La rectora de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), Beatriz Gentile, dijo que si Milei veta la ley de financiamiento universitario que podría sancionar el Congreso, el año próximo los docentes perderán casi el 60 por ciento de poder adquisitivo de los salarios. ¿Cómo evalúan los docentes ese panorama?

-Lo evaluamos con mucha preocupación. Ya estamos transitando un año que ha sido muy complicado para la docencia universitaria. Venimos de otro año de mucha lucha y de una pérdida salarial que en la actualidad ronda, según nuestros cálculos desde diciembre de 2023 a la actualidad, el 40 por ciento del poder adquisitivo. En función de lo que informa la rectora y que entiendo que es correcto, en caso de no aprobarse la ley de financiamiento que planteaba entre uno de sus puntos el aumento de los salarios de acuerdo con la inflación acumulada, el año que viene estaríamos en una situación aún más grave. Todas estas cuestiones son elementos que nosotros tenemos permanentemente en cuenta y que nos ayudan a caracterizar esta situación como muy grave, inédita, acuciante, y muy necesaria de resolver para la docencia universitaria.

-¿Qué respuesta evalúan frente a un posible veto?

-En primer lugar, decir que sabemos que es una posibilidad muy cercana, que hay altas posibilidades que si la ley se aprueba en el Senado, sea vetada. Lo sabemos por cómo fue el año pasado, pero también porque el propio presidente se ha encargado de decir explícitamente que todo lo que apruebe el Congreso y que él no esté de acuerdo, va a ser vetado. Lo que creemos, y en ese marco está construido nuestro plan de lucha, es que al momento del veto a esa ley de financiamiento vamos a profundizar las medidas de fuerza.

-¿Cuántos docentes han renunciado desde que el gobierno nacional asumió y decidió desfinanciar a las universidades?

-Nosotros tenemos dos tipos de cargos: los interinos, que son sin estabilidad y se renuevan todos los años, y en esos casos las renuncias y designaciones las manejan cada Consejo Directivo de cada facultad. De esos cargos tenemos menos posibilidad de rastrear y de contabilizar, pero ha habido durante el año pasado, a razón de 10 renuncias por mes en algunas unidades académicas de la Universidad del Comahue. En cuanto a los cargos regulares, que son estables y que en otros trabajos se llaman de planta permanente y concursados, las renuncias se tramitan ante el Consejo Superior. Al día de hoy han renunciado 114. Son 114 cargos que hemos perdido en lo que va del año pasado y el actual. Hemos observado que la gente no solo ha renunciado a cargos de baja categoría, sino que aparecieron renuncias en cargos de mayor categoría, como por ejemplo de profesor adjunto.

-¿Y eso cómo resiente el dictado de clases?

-Lo resiente. Porque cada vez que surge una vacante de cargos docentes, hay un mecanismo interno para cubrirlas. En caso que no se cubran se hace un llamado a inscripción con evaluación de antecedentes, de la clase, del programa. Y lo que viene pasando es que en muchos de esos casos no se cubre porque nadie se presenta a esos concursos. Y eso provoca que se resienta la educación, las tareas laborales, porque hay cátedras que antes tenían cinco docentes y ahora tienen tres o dos. Eso sobrecarga de trabajo a quienes se quedan en la universidad. Afecta al estudiantado porque en lugar de ofrecer cuatro comisiones de trabajos prácticos con cuatro días distintos u horarios diferentes, para que los estudiantes puedan optar o acomodarse, ahora tengan dos. Además nos está pasando, sobre todo en la facultad de Economía y Administración de la UNCo, que hay cátedras que no se están pudiendo conformar, que hay recursados que tampoco se pueden conformar. De esa manera un estudiante que cursa una asignatura y la desaprueba, no puede recursar y tiene que esperar hasta el año que viene que se abra nuevamente la materia para poder regularizar esa asignatura. Lo que venimos sosteniendo en los debates que tenemos con el estudiantado tiene que ver con la cuestión salarial de la docencia, pero que de fondo hay una situación más compleja que tiene que ver con el funcionamiento, la calidad y las ofertas que puede hacerles la Universidad. Es un problema de toda la Universidad.

¿Hay asentamientos de la UNCo que estén en una situación límite? Esto, teniendo en cuenta que la municipalidad de Neuquén aporta fondos para pagar los servicios en algunas dependencias universitarias, pero hay otras alejadas de la capital, tanto en la provincia de Neuquén como en Río Negro, que no tienen esa ayuda.

-Creo que por el momento no. Entiendo que la Universidad resuelve cuestiones en el asentamiento Neuquén con los aportes que hace la municipalidad, pero también destina a los asentamientos que están en otras localidades, en las que esos municipios no tienen los recursos que tiene la de Neuquén y que, por lo tanto, no aportan en ese sentido. Sin embargo hay unidades académicas que se ven afectadas. No podemos dejar de mencionar que la facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en Fiske Menuco, tiene un problema muy serio de calefacción en más de la mitad del edificio, lo que hace que se deban distribuir en otras aulas y armar los horarios como para que todos puedan tener calefacción. Y también con cuestiones de infraestructura que cuestan resolver porque hay un presupuesto escaso.

-Viendo lo que fue el inicio de la lucha del año pasado cuando hacía poco que había asumido Milei, con movilizaciones multitudinarias, dio la sensación de que el movimiento universitario iba a ser muy fuerte y que podía impedir lo que el gobierno nacional se proponía. ¿Ese movimiento perdió fuerza?

-No diría que fue perdiendo fuerza, sino que cambió bastante el contexto y lo que se consiguió. Nosotros empezamos el 2024 con una universidad que decía “no podemos pagar la luz y tenemos plata para afrontar los gastos hasta abril o mayo”. Teníamos un estudiantado muy movilizado porque peligraba la universidad, peligraba su posibilidad de continuar cursando, peligraba la universidad para quienes trabajamos en ella. Mucha gente de la sociedad que no está en la universidad también entendió que era un reclamo legítimo, y todo eso fue como sentando las bases para lo que fue la marcha del 23 de abril de 2024, y la posterior del 2 de octubre en el contexto del veto a la ley de financiamiento. Con esa lucha del año pasado logramos, en términos simbólicos, desarticular un discurso que tenía el gobierno nacional para con la universidad. No podemos olvidar que el gobierno hablaba de privatizarla, de su arancelamiento, de estudiantes extranjeros que provocaban un déficit presupuestario, que generó mantos de sospechas sobre qué se hacía con la plata en las universidades instalando el tema de las auditorías. Habló sobre nuestro trabajo diciendo que éramos zurdos, adoctrinadores, ñoquis o vagos. Todo eso se pudo desarticular con argumentos y lo terminamos corriendo del eje. Y al mismo tiempo logramos incrementos en el presupuesto. El famoso 270 por ciento que el gobierno manda a las universidades el año pasado, primero a la UBA (Universidad de Buenos Aires) y después al resto, se logró gracias a toda esa movilización. Entonces, podríamos decir, algún sector como el estudiantado o las gestiones de la Universidad que resolvieron la parte para poder funcionar, tal vez se puede ver como desinflado en términos de lucha, porque consiguieron lo que necesitaban. Pero la lucha menos exitosa fue la salarial. Entonces, esos logros fragmentaron un poco la masividad de la lucha. Pareciera que solo los trabajadores estamos peleando porque el resto, en algún punto, se consiguió.

-El streaming del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en una expedición al fondo del mar argentino fue furor para, quizás, millones de personas, lo que demuestra la importancia de la ciencia y la investigación. ¿Por qué cree que el gobierno no lo tiene entre las prioridades?

-Creo que el gobierno al principio no se animaba a decirlo, pero luego lo dijo expresamente el presidente Javier Milei: tiene un desprecio muy grande por lo público, hacia todo lo que depende del Estado, y por la educación pública. Lo del streaming del Conicet fue un furor. La gente capturaba las imágenes de los organismos que viven en el océano, había muchísima gente conectada, tirando comentarios, y mientras tanto quienes hacían el streaming contaban que se les estaba por terminar la beca, que no había ingresos a las diferentes carreras, que el desfinanciamiento era enorme. Incluso hasta se generaron dudas respecto de si eso lo hacía realmente el Conicet. Era un convenio entre una institución estadounidense y un instituto de bi-pertenencia dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata. La sociedad ha demostrado que la universidad y el sistema científico y tecnológico de Argentina son muy importantes y valiosos, y que son de todos y de todas. Entonces la pregunta sería ¿por qué el gobierno los ataca? Porque cuando se analiza lo que esos organismos de investigación necesitan para funcionar dignamente, tampoco les corre tanto la aguja en términos de gastos. Si tampoco es la cuestión presupuestaria la que va a cambiar la historia de la economía de Argentina, o que va a endeudar a la Argentina, creo que la explicación es: un gobierno que desprecia a lo público, que quiere mercantilizar la educación y la investigación, y que ha encontrado una forma muy perversa pero efectiva para desmantelarlos, por ejemplo recortando las becas, no aumentando el ingreso a carreras del investigador. De esa manera se desalienta que la gente quiera ser investigadora del Conicet, que se vaya de la universidad por los salarios que están por debajo de la línea de pobreza, con estudiantes sin becas que deben dejar de estudiar y ponerse a trabajar. Ese desprecio por lo público lo vemos a través de despidos, del cierre de organismos como en el INTA o en INTI, como Vialidad Nacional. A nosotros todavía no nos echan de nuestros trabajos pero han encontrado esta forma de vaciar o desmantelar las universidades por goteo.

-Adunc ha dispuesto medidas de fuerza durante este mes. ¿Qué va a pasar después?

-Hemos discutido mucho y hemos votado, en Conadu Histórica (una de las federaciones nacionales de sindicatos docentes universitarios), la necesidad de un plan de lucha contundente. De que era hora de cambiar la estrategia. Veníamos con paros de 48 horas una vez por mes y ahora la situación se tornó desesperante. Entonces se votó este mes completo de medidas de fuerza, que empezó con toda esta primera semana (se refiere a la que termina este domingo, 17/08) y va a seguir con tres semanas de paros rotativos. La idea es que una vez terminadas estas tres semanas, en las primeras de septiembre volver a las asambleas, evaluar cómo fue el paro, ver qué se consiguió y evaluar en qué situación estamos y cómo vamos a seguir. Pero hay una tendencia en las discusiones que se encamina hacia una profundización del plan de lucha. Es muy probable que después de estos paros sigan habiendo otros, y nos quedará definir de qué magnitud van a ser.

-¿Qué expectativas tienen los docentes respecto de las próximas elecciones legislativas, teniendo en cuenta que la rectora Beatriz Gentile se postula para una banca en la Cámara de Diputados de la Nación por Fuerza Patria?

-Nosotros, como organización sindical, nos damos esos debates de política nacional y tratar de articularlo con el plan de lucha. Sin embargo evitamos, por ser una organización sindical y tener dentro de nuestra asociación a compañeras y compañeros que vienen desde distintas trayectorias y espacios políticos, evitamos esos posicionamientos. Entendemos que es muy importante, y en esto creo que coincidimos todos lo que estamos en nuestro sindicado, de que este es un gobierno muy duro, que ha venido con un plan muy claro y que hasta que no se vaya vamos a estar permanentemente defendiéndonos y defendiendo la universidad, saliendo a luchar. Y entonces es momento de que hayan alternativas que permitan otra opción al momento de elegir. Eso tiene que pasar en octubre. Es importante que la sociedad que la viene pasando muy mal pueda demostrar en las urnas, aunque sean elecciones legislativas de medio término y que no van a cambiar el presidente, pero sí puede cambiar la conformación del Congreso. Creemos que es momento de presentar otras alternativas y de darle un golpe más al gobierno.

29/07/2016

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