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La dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y ex candidata a presidenta por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, se refirió a la situación de crisis que atraviesan los obreros de cerámica Neuquén y Zanon, y aseguró que “las gestiones obreras siempre fueron incómodas para los gobiernos que se ponen del lado de los empresarios”.
Habló de la participación en la movilización a Plaza de Mayo en rechazo al fallo que ratificó la condena a Cristina Kirchner y la dejó con prisión domiciliaria. Aseguró que la causa está manipulada y responde a un entramado político y judicial alineado con el macrismo y los poderes fácticos. Afirmó que la movilización es importante, pero si se pretender que derive en un armado electoral, ellos no van a estar.
Bregman también destacó la lucha de los trabajadores del Hospital Garrahan. Dijo que el gobierno de Milei ya entregó a los jubilados y ahora va por la salud y educación que es lo que le exige el Fondo Monetario Internacional. Finalmente señaló que fue acertado cuando definió a Milei como un gatito mimoso del poder económico.
– ¿Por qué decidieron participar en la movilización a Plaza de Mayo la semana pasada?
– Nosotros participamos porque desde hace muchos años tenemos una concepción muy clara de qué es lo que se discute en la Argentina, de qué es lo que están discutiendo los tribunales federales. Acá no se está discutiendo cómo combatir la corrupción —una corrupción que, por supuesto, existe y que nadie puede negar—, pero no es eso lo que están haciendo, no es eso lo que constituye la causa por la cual condenaron a Cristina Kirchner. Esa causa es un recorte de la realidad, donde todo el tiempo se fue armando un entramado para que la propia Cristina Fernández de Kirchner resultara condenada. Es una causa que se cerró varias veces y que fue reabierta tres veces, siempre con el objetivo de recortar la realidad hasta que ella quedara como única responsable. Tan es así que incluso se omite lo que establece la reforma constitucional de 1994 respecto de la responsabilidad de un presidente o presidenta en cuestiones como las partidas presupuestarias. Me parece que es una causa que tiene todos los condimentos de un proceso sumamente amañado, sumamente manipulado, con jueces y fiscales que se encargaron de decirnos abiertamente que estaban alineados con el macrismo. Eso me preocupa sobremanera. Como fuerza independiente, que no tiene nada que ver con este régimen político, no puedo más que alarmarme ante el hecho de que jueces y fiscales digan sin tapujos que van a jugar al fútbol a la quinta de Mauricio Macri o al pádel en Olivos, y que no pase nada, que puedan seguir interviniendo y que eso no sea considerado por la Corte Suprema como una muestra de falta de imparcialidad. El fallo de la Corte Suprema es como la frutilla del postre, porque directamente se afirma que eso no podría ser considerado una parcialidad manifiesta. Eso nos termina de alertar. Ya antes, en otras instancias, había denunciado cosas como cuando el fiscal Luciani apareció con un mate del Liverpool, entre otras cosas, pero que ahora la Corte Suprema se convierta en vocera de esto y encubra al conjunto del Poder Judicial, me parece gravísimo.
– ¿Considera que es importante la movilización y estar en la calle?
– La manifestación es importante y es la respuesta que se tiene que dar. El tema planteado ahora es cómo sigue, porque la movilización terminó con un audio de Cristina Kirchner diciendo, ella misma, “vamos a volver”. Si esto se orienta hacia lo político-electoral, evidentemente expulsa a todos aquellos que somos de otras fuerzas políticas y que estamos allí por un profundo convencimiento democrático, por la necesidad de demostrar —le guste a quien le guste— que tenemos principios, que tenemos valores y que no nos vamos a callar cuando vemos que se están violando, cuando hay un avance antidemocrático. Pero si después se transforma en un mecanismo electoral, nosotros, por supuesto, ahí no vamos a participar. Así que fue importante estar en la calle. El tema es cuál es el rumbo que toma ahora: si toma el rumbo de la movilización, el de la denuncia de los avances antidemocráticos en un régimen político que intentan volver cada vez más policial, o si esto va a ser usado como parte de una estrategia electoral. Eso ya no depende de nosotros. Nosotros tenemos claro en qué caso podemos participar y en qué caso no.
– ¿Esa unidad que se dio en la calle no es posible que se mantenga electoralmente?
– Electoralmente no es que no sea posible. Llevar eso a una disputa electoral, además, sería muy burdo, porque quién puede pensar que, con los poderes fácticos que hay detrás de este fallo, con Marco Rubio diciendo el 21 de marzo que Cristina Kirchner no puede entrar a Estados Unidos porque está condenada por corrupción —adelantando el fallo—, con todas las presiones que hubo en los últimos años para que la inhabilitación perpetua a un funcionario público se incorporara al Código Penal —pedido expreso del Fondo Monetario en junio de 2002—, y que se votó en mayo y se promulgó en junio de ese año, seis días antes de la masacre de puente Pueyrredón (lo menciono porque hoy es 26 de junio), cuando el Fondo Monetario apretaba muy duro a nuestro país, se promulgó esa ley que establece la inhabilitación perpetua para determinados delitos. Cuando detrás está evidentemente el poder económico, algunos grupos muy interesados en esta condena, y todo un sector del Poder Judicial alineado con Mauricio Macri, ¿quién puede pensar que eso se va a frenar con algún acuerdo electoral? Esto lo digo más allá que nosotros somos una fuerza política independiente, anticapitalista, y que no coincidimos con los postulados políticos de la ex presidenta y su fuerza. Pero, más allá de eso, insisto con lo que decía antes: sería sumamente ingenuo pensar que con un armado electoral se va a poder enfrentar a todos esos poderes fácticos. Ya hicieron armados electorales. Ya dijeron lo mismo en 2019, cuando prometieron el gobierno de Alberto y Cristina Fernández, y la verdad es que los poderes fácticos no vieron disminuido su poder; al contrario, Comodoro Py se envalentonó más que nunca.
– ¿Qué representa y qué significa la lucha de los trabajadores del Hospital Garrahan?
– Para mí, el Hospital Garrahan es un símbolo muy grande, porque todos sabemos —los que hemos vivido en distintas provincias del país— que cuando hay una urgencia, un caso muy grave, siempre está la esperanza de que te den un lugar en el Garrahan. El Garrahan no es solo para quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires, sino que representa la esperanza de recibir un tratamiento, de tener una posibilidad de salvar la vida de un niño o una niña en cualquier parte del país. Entonces, creo que, en un país regido por los principios del Fondo Monetario, la salud y la educación empiezan a ser atacadas fuertemente. De hecho, en este momento hay en la Ciudad de Buenos Aires una movilización en defensa del Hospital de Clínicas y por más presupuesto, y el Hospital de Clínicas depende del ministerio de Educación porque es un hospital de la UBA. Salud y educación siempre fueron las prendas que el FMI pide a cambio, junto con las jubilaciones, y este gobierno se las está entregando. Ya entregó a los jubilados, y ahora está atacando con fuerza a la salud y la educación. Creo que lo próximo que se viene es una reforma laboral muy, muy regresiva, que va a profundizar incluso la que se aprobó con la ley Bases. Así que esa es la discusión que viene.
– ¿Cree que hay manera de frenar a este gobierno? Porque cada vez avanzan más con medidas crueles, como desfinanciar al Garrahan.
– Son tan crueles como cruel es el capitalismo en el que vivimos. Yo creo que el alto grado de insensibilidad es lo que lleva a aplicar políticas para cumplir con el Fondo Monetario, políticas neoliberales y conservadoras como las de este gobierno, ni más ni menos. Entonces, aquel que no enfrente decididamente esas políticas difícilmente pueda después horrorizarse por su crueldad. Yo creo que, claramente, se las puede enfrentar, y que cada vez que se convocó masivamente a la sociedad, la sociedad respondió: respondió en las marchas universitarias, respondió el 24 de marzo en defensa de las libertades democráticas, respondió cuando la CGT llamó a paros. Pero desde la dirigencia política, y de sectores que se pasaron abiertamente a La Libertad Avanza —como el PRO, sectores del radicalismo, algunos del peronismo—, hay quienes no ponen toda la fuerza que tienen la clase trabajadora, los movimientos sociales y los potentes movimientos que hay en nuestro país para enfrentar al gobierno. Por eso me parece que son dos sectores, y hay que marcar eso: que incluso aquellos que hacen muchos discursos de oposición no ponen toda esa potencialidad para enfrentar al gobierno y para derrotar el plan de Milei y el Fondo Monetario. No se puede adjudicar eso a falta de decisión de la sociedad. Me parece que la propia complicidad o cobardía política no se le puede adjudicar al pueblo.
– ¿Qué le parece la situación en la que están las gestiones obreras en Neuquén, Cerámica Neuquén y Zanon?
– Me parece gravísimo. Las gestiones obreras siempre han sido incómodas para los gobiernos que se ponen del lado de los empresarios y, con el paso de los años, la situación ya es insostenible. Las gestiones obreras no tienen ninguna de las ayudas que reciben los grandes empresarios radicados en la provincia de Neuquén o en cualquier lugar del país: no tienen acceso a crédito, no tienen subsidios, no tienen absolutamente nada. Y, a pulmón, se han mantenido todos estos años. Pero la verdad es que lo que se necesita ahora es que el Estado se haga cargo, que no se pierdan esos puestos de trabajo, porque es mucho lo que estas gestiones le han dado a toda la población. No se puede mirar para otro lado respecto de lo que han significado en términos de recuperación de empleo, solidaridad y presencia constante cuando otros trabajadores y trabajadoras las han necesitado. Así que creo que sería un crimen social muy grande que se perdieran esos puestos de trabajo.
– ¿Le llamó la atención que Javier Iguacel, ex secretario de Energía de Macri, ahora tenga una empresa petrolera y que YPF le haya vendido áreas para explotar?
– Sí, me llamó la atención porque se da en la misma provincia de Neuquén, a pocos kilómetros de distancia: en un lugar están los trabajadores, las familias obreras, sufriendo la falta de suministro de gas, y en Vaca Muerta le están dando negocios a Iguacel, que tiene causas penales, que está involucrado en causas penales, sin que demuestre con qué capital va a sostener esos negocios, armando una sociedad trucha, según informan los medios de comunicación. Ya le están dando contratos. Yo creo que el gobernador tiene que explicar, tiene que investigar y explicar qué es lo que está pasando, qué son estos contratos que está teniendo Iguacel, porque no puede haber esta inequidad tan manifiesta: que quienes se levantan todos los días a trabajar estén sin gas, y esta gente, que vive de arriba, que vive por ser amiga del poder, por conseguir contratos a través de sus conexiones con el poder económico y político, tenga tantos beneficios, mientras que los trabajadores y las trabajadoras tienen que pagar las consecuencias de la crisis.
– En el debate en campaña dijo que Milei era un gatito mimoso del Poder Económico. A un año y medio de gobierno, ¿qué es Milei finalmente?
– Yo dije que era un gatito mimoso del Poder Económico, y creo que no me equivoqué en absoluto. Lo más asombroso es que en cada lugar al que voy, en cualquier parte del país, incluso hace unos días en un acto internacionalista que realizamos en Francia, y también en España, donde participé de varias actividades en el Estado español, me preguntaban por esa calificación a Milei. Ha trascendido las fronteras notablemente, porque se demostró que es un gatito mimoso del Poder Económico. Él venía como un león, diciendo que iba a terminar con la casta, y la casta está feliz, está feliz como nunca, como pocas veces, teniendo todo tipo de beneficios, como estos que acabamos de mencionar sobre Iguacel. Es un claro ejemplo de cómo aquellos que integran la casta política, pero sobre todo la económica, están muy contentos con este gobierno. Después de un año y medio podemos decir que fue muy acertado. Eso que empezó como una contraposición, porque él cantaba un tema de La Renga y decía "yo soy el león", bueno, se demostró que no era ningún león.
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