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La abogada laboralista y ex delegada regional del ministerio de Trabajo de la Nación entre 2020 y 2023, dijo que la anunciada reglamentación del capítulo de la Legislación Laboral comprendida en la ley Bases “no beneficia a ningún trabajador” y consideró que la legislación laboral de la era libertaria “nos retrotrae a los años 30” en la que no existían derechos para los trabajadores.
-¿Cuál es su opinión sobre lo que marca la ley Bases respecto a la legislación Laboral y cómo impacta en los trabajadores y en las empresas?
-Está toda redactada para beneficiar a los empresarios. Es una aberración. Altera todos los principios del derecho del trabajo. Dejarían de ser trabajadores, porque altera la presunción de que exista la relación del contrato de trabajo, que es un pilar de la ley de Contrato de Trabajo, ya que lo ponen como monotributista o simplemente lo bancarizan y automáticamente cede la presunción. Ya pasaría a ser un colaborador de la empresa. Una verdadera locura. Ya pasa a ser válido. Todavía es nulo, pero cuando se promulgue el decreto, entra en vigencia ese aspecto de la ley Bases.
-¿Es igual a suponer que se legaliza el trabajo en negro?
-Absolutamente. Se habilita el trabajo en negro, se le condonan deudas que tengan los empleadores por falta de registración y por falta de aportes previsionales. Todos los perdones de sanciones son para los empleadores e inventan sanciones para los trabajadores.
-¿Cuáles y por qué serían esas sanciones?
-Por ejemplo, si se adhiere a una protesta en el lugar de trabajo, te pueden echar con causa; hacer una protesta por aumento de sueldo y también pueden echar con causa y sin derecho a indemnización. Se considera grave injuria laboral, participar de medidas de protesta sindical.
-¿También se modifica el llamado período de prueba?
-Así es. Se pasa a seis meses y en empresas chicas que tengan hasta cinco trabajadores se puede extender hasta un año. Entonces podrán tener a un trabajador un día menos que cumpla el año, lo despiden y no lo tienen que indemnizar. En el caso de empresas grandes, un día antes que cumpla seis meses, también lo despiden sin indemnización y toman a otro trabajador. Se eliminan las horas extras, inventan un sistema llamado de ahorro de horas, lo que hace que puedan estar híper explotados juntando horas que en algún momento se las van a pagar como ordinarias y no como extras. Arma la posibilidad del cese laboral, similar al que tiene la UOCRA pero para todos los sindicatos y sería optativo para cada trabajador. ¡Imaginemos entonces la libertad de determinadas condiciones de contratación que tiene un trabajador en soledad! Esa asimetría que hay entre el empleador con los trabajadores, que la resuelve cien años del derecho del trabajo y los principios de la justicia social, la naturalizan como si fuesen iguales y van a contratar en un ejercicio libre. Además impone sanciones a los trabajadores y perdona las que hoy están vigentes para los empleadores.
-¿O sea que las empresas que tengan trabajadores no registrados no van a sufrir sanción alguna?
-Exacto. Eliminan las multas por falta de registración. El Programa Nacional de Registración Laboral que se hizo con legislación Liberal de 1995 en el gobierno de Carlos Menem, fue para proteger la registración, porque como Menem precarizó y habilitó el trabajo eventual, de lo que hubo uso y abuso, también impuso la obligatoriedad del blanqueo e trabajadores y las multas. Todo eso, no va a existir más.
-¿Hay algún sector del trabajo que se pueda ver más afectado, en base a la actividad que desarrollen?
-Los que tengan sindicatos más débiles, fundamentalmente. Los que tengan sindicatos más fuertes van a poder hacer planteos judiciales porque la norma es inconstitucional. Tiene el vicio de haber sido sancionada en forma irregular y además viola el principio de progresividad de la Constitución Nacional, que es básico de la Declaración Americana de los Derechos del Hombre desde 1994, que establece que los derechos van hacia adelante, hacia más derechos. Las normas no pueden retroceder derechos. Los que tengan sindicatos fuertes podrán defender sus condiciones actuales como siempre, pero quienes estén en gremios como el de Comercio, muy descuidados sindicalmente, van a quedar muy vulnerables. Los agrarios también. Pero el daño va a ser general. Esta es una normativa general que precariza a todos los sectores.
-¿A los trabajadores del Estado también se les aplica esta legislación?
-No, no serán alcanzados por esta legislación. Igual, ya los destrozó a los trabajadores estatales con otros ítems de la ley de Bases. Esta es la reforma laboral que contiene desde el artículo 80 para trabajadores privados, que altera la ley de Contrato de Trabajo. Esto nunca nadie se animó a tocarlo, porque es un núcleo de derechos con mucho consenso en el país. Y la Corte Suprema de Justicia tiene una trayectoria muy grande de fallos que revocó y relativizó muchas cosas de la ley de Menem en protección de los trabajadores. Esos fallos dicen lo contrario a lo que está proponiendo Milei hoy con su ley de Bases. Por lo tanto, la Corte debiera violar su propia jurisprudencia para sostener la ley de Bases.
-¿Y hay varias presentaciones hechas en la Justicia?
-Por el decreto de diciembre, la CGT logró un fallo de la Cámara Nacional del Trabajo que está firme, porque el gobierno no presentó el escrito de agravios, por el que lo anuló. Pero ahora Milei lo impone por ley.
-¿Tiene conocimiento de algún país en el mundo que aplique una legislación laboral como esta?
-Estados Unidos siempre tuvo una legislación muy precarizadora en materia laboral. No tiene la trayectoria, en materia de derechos laborales, de la Argentina. No tuvo un peronismo o una organización sindical como en nuestro país. Entonces siempre estuvieron precarizados. Para nosotros, por ejemplo, la indemnización por despidos, que se presuma el contrato de trabajo, es para nosotros muy importante, porque el trabajador no tiene herramientas para explicar si no es con la realidad, eso es al principio de realidad en el derecho del trabajo, demostrar que el otro controla su vínculo con el trabajo. Ahora lo normal será el monotributo.
-¿Las organizaciones sindicales también se verán afectadas?
-Sí, absolutamente. Va a haber afectación de aportes sindicales, pro desde ya lo que vulnera es el derecho de huelga, porque sanciona el derecho constitucional de huelga, es una barbaridad. Argentina es firmante de tratados de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que son de aplicación obligatorios para el país, respecto de la no reglamentación y el ejercicio libre del derecho de huelga. Si se hace un paro con una olla popular en la puerta del lugar de trabajo, es pasible de un despido con causa por injuria al empleador. Esto es lo que pasaba en nuestro país hace casi 100 años. Por eso, con Milei, los derechos laborales vuelven a 1930.
-¿Será por eso que Milei siempre añora la época en la que a la Argentina se la consideraba el granero del mundo, es decir cuando no existían los derechos laborales?
-Absolutamente. Con trabajadores esclavizados que cobren lo que al patrón le dé la gana, o cuando al empleador le dé la gana, y con una exigencia de horario y productividad. Además, quien esté en el régimen de monotributista, no tendrá ni ART ni obra social. Estará a la buena de Dios. Si tiene un accidente y pierde aptitud para el trabajo, lo despedirán como monotributista sin indemnización.
-Da la sensación que la dirigencia sindical más visible, no está a la altura de la circunstancias. No da la respuesta que el estado de situación necesita...
-Comparto plenamente. Debería ser de un alerta para las organizaciones sindicales gravísima. Y si no hay una actividad y un rechazo masivo de la protesta sindical contra estas medidas, lo que hay es complicidad. Es un guiño para que avancen los empleadores. En algunos medios se habla que la CGT va a hacer acciones judiciales, cuando eso es lo mínimo que debería hacer. Lo que tiene que hacer es tomar medidas sindicales, porque esto es ir por todo. Es para que los trabajadores no tengan derechos. No son superficialidades. Van por el nudo de los derechos laborales, que es el acuerdo social que tenemos desde 1945.
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