-?
 
 
 
Entrevistas
23/06/2024

Myriam Bregman

“El capital ve a Milei como la última ocasión para el saqueo”

“El capital ve a Milei como la última ocasión para el saqueo” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Al criticar la aprobación de la ley Bases en el Senado, la dirigente del Frente de Izquierda consideró “inexplicable que nadie investigue la compra de votos”. Reclamó que en Diputados no haya quorum para tratarlo por ser un proyecto “viciado por la corrupción”. El ajuste “no pasa sin represión”, apuntó.

Marcelo Castro

Myriam Bregman, la dirigente del Frente de Izquierda, dijo que “el capital financiero internacional ve a (el presidente Javier) Milei como la última oportunidad de garantizar un saqueo profundo” del país, y al mismo tiempo lo considera “descartable”. Agregó que “en toda América Latina estos experimentos neoliberales terminan mal” y “el problema es ver quién paga los costos”.

Sobre la aprobación de la ley Bases en el Senado, calificó de “inexplicable cómo habiendo comprado los votos, por ejemplo el de Lucila Crexell”, no haya “nadie que investigue este escándalo”. Sostuvo que “no tiene que haber quorum” para volver a tratar el proyecto en Diputados, pues en caso contrario “se avalará una ley viciada de nulidad por la corrupción que la rodea”.

Bregman hasta hace poco fue diputada nacional del bloque PTS-Frente de Izquierda Unidad, pero renunció a su banca por el sistema de reemplazos acordado dentro de su espacio. Con trayectoria como abogada de Derechos Humanos, recientemente intervino como defensora de detenidos por la represión frente al Congreso el miércoles 12 de este mes.

En diálogo con Va Con Firma dijo que se está cumpliendo “la máxima de que el ajuste no pasa sin represión”, y afirmó que las multitudinarias movilizaciones realizadas en los seis meses de la actual gestión presidencial han dejado “malherido” al gobierno.

-¿Por qué el gobierno de Javier Milei decidió reprimir la protesta popular?

-Hay dos motivos. Uno, más coyuntural, es el horario en que decide reprimir. Patricia Bullrich había estado montando provocaciones desde temprano, usándonos a los diputados, a los referentes públicos, para que esto se visibilice, porque ella siempre piensa en cómo visibilizar sus propias provocaciones. Y creo que esto fue algo constante durante toda la jornada, pero decide reprimir a la hora en que ella sabía que la plaza iba a comenzar a llenarse, porque es el horario en que mucha gente sale del trabajo. Lo digo porque me consta, porque al día de hoy hay personas que me dicen que salían del trabajo y que iban a ir a la plaza, pero al ver lo que estaba pasando no pudieron llegar. Ella tenía la misma caracterización y decide la represión para impedir la concurrencia. El otro motivo, más profundo, es porque se cumple la máxima que siempre dijimos los organismos de derechos humanos, y es que este ajuste no pasa sin represión. Y este gobierno está haciendo un ajuste brutal que en los primeros meses encubrió con el discurso de que el ajuste lo iba a pagar la casta. Ahora se esta viendo que esto es una mentira total. Entonces, la represión viene a cubrir el aspecto de que el descontento no se exprese mayoritariamente en la calle. Hay luchas que todavía están aisladas, porque no quieren que se agrupen y mucho menos frente al Congreso Nacional. Ella cumple un rol central. Milei vive elogiándola, no creo que por las grandes luces de Patricia Bullrich, ni por sus maravillosos aportes al gobierno, sino porque es una persona decidida a hacer cualquier cosa, como llevar la represión adelante sin importarle mucho y poder garantizarle al gobierno que el descontento no se exprese popularmente.

-¿Por qué tiene tanta libertad para hacerlo? Porque claramente la represión a la protesta popular es una violación a la Constitución.

-Es una buena pregunta. Evidentemente las clases dominantes han decidido usar a Javier Milei como su último intento de aquel experimento que iniciaron fuertemente en la dictadura de (Juan Carlos) Onganía, que luego llevaron a sangre y fuego con la dictadura de (Jorge Rafael) Videla, y que volvieron con (Carlos) Menem, con (Mauricio) Macri. Ese intento por llevar adelante un plan profundamente neoliberal, y que ahora ven que Milei puede ser esa oportunidad. Lo ven a MIlei como un personaje descartable, que lo van a usar para que haga lo que ellos siempre quisieron y no les importa mucho su destino o cómo sean considerados por la historia. En ese marco dejan que Patricia Bullrich, como un perrito faldero o la guardia armada de esa política, la lleve adelante sin cuestionarla. Porque evidentemente es ilegal lo que hace, no puede hacer lo que hace en la jurisdicción de Buenos Aires cuando interviene con tropas federales y dirige la ciudad de Buenos Aires. Las persecuciones de la Policía Federal, o Gendarmería, fueron a varias cuadras del Congreso. Ella no tendría jurisdicción para desplegar sus tropas sin una orden expresa. Ella tiene copada la ciudad, maneja a Jorge Macri como un títere propio. Y esto explica el por qué no tiene nadie que la frene. Creo que hay una clara conciencia de clase en las clases dominantes que dejan que hagan todo lo que quieran y en el menor tiempo posible, porque se explica por esta impunidad de Bullrich, pero también cómo aparecen las ayudas salvadoras en el Congreso. Es inexplicable cómo habiendo comprado los votos, como por ejemplo el de la senadora Lucila Crexell que, a cambio de un favor personal, apoya una ley que había dicho que no iba a apoyar. No hay nadie que investigue este escándalo que creo que supera el de la Banelco (término con que se recuerdan los sobornos a senadores el año 2000 para aprobar la reforma laboral), porque hay lugares para cargos en los directorios de Salto Grande y de Yaciretá. Hay una compra de votos abierta y explícita, más la que no debemos conocer. Las sospechamos por los cambios de voluntades, por los quorum que se fueron logrando. Los dueños del poder alinean también a la oposición, para que le vaya dando no más de lo necesario porque sería incendiarse, pero uno le aporta el quorum, otro un voto, el otro se hace el enojado en un punto pero vota otra cosa, y así van conformando estas voluntades que, por supuesto, llegan hasta el peronismo. Por ejemplo con los votos en el RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones), que es un cambio estructural para las condiciones de nuestro país, se borran las fronteras y empiezan a aparecer votos del peronismo como el de Carolina Moisés, de Jujuy, supuestamente opositora a Gerardo Morales, que ha encabezado fórmulas (en elecciones para gobernador) contra Morales, que hizo la última campaña a senadores diciendo que no había que votar a (el diputado nacional por el Frente de Izquierda de Jujuy, que en 2023 compitió por una banca de senador)Alejandro Vilca sino a ella, porque había que enfrentar a la derecha, y que el peronismo servía para enfrentar a la derecha. Y ahora está haciendo silencio en muchos puntos y avalando el RIGI, que es lo más vergonzoso que se ha visto en mucho tiempo.

-Hay quienes opinan que este es un gobierno débil, que está identificado y sostenido por los grandes grupos económicos. ¿Cree que es débil, pero que responde a intereses superiores?

-Creo que es un gobierno que está muy malherido, y que solo se sostiene por el aval que le dan sectores políticos de la oposición, que van desde (Rodrigo) De Loredo y el radicalismo, o sectores del peronismo, hasta la propia CGT que dejó pasar una reforma laboral retrógrada, como no se veía desde aquella que pergeñaron (José Alfredo) Martínez de Hoz y Videla con Rodríguez Varela, que era el ministro de Justicia. Ellos firmaron el decreto de creación del Fondo de Cese Laboral para la Uocra (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) y ahora, con la ley Bases, lo extienden a todo el movimiento obrero con la eliminación de la indemnización. Esto solo se explica porque hubo un silencio muy grande de las centrales sindicales. Hay un cambio total en el régimen del empleo público, ahora te pueden echar estando embarazada. Es un retroceso de 120 años en los derechos de las mujeres. Creo que todo ese fuerte apoyo del capital financiero a nivel internacional, que lo ve a Milei como la última oportunidad de garantizar un saqueo profundo en nuestro país, los sectores ligados a las multinacionales del extractivismo que ven que pueden avanzar con el RIGI y generar condiciones por 30 años que se dirimirán en tribunales internacionales, es decir una serie de condiciones prácticamente impensada, porque no creyeron que les iban a da tanto, ni siquiera los propios sectores que lo pedían. Todo eso con la pasividad de los sectores del movimiento obrero que deberían estar en la calle enfrentando esto el día que se trate en Diputados. Esa es la combinación que permite que este experimento neoliberal, retrógrado y antiobrero como pocas veces se vio, siga en pie y todavía tenga el tupé de andar viajando por el mundo mostrándose feliz cuando en Argentina los pibes no tienen un vaso de leche.

-Hubo en el país cuatro marchas multitudinarias como hacía muchos años que no se veían. ¿Le trastocó un poco la base de apoyo que aún tiene Milei en sectores populares?

-Por supuesto que le trastocó. Marcaron varias cosas. Una, que cuando somos miles en la calle no hay Patricia Bullrich que valga. Segundo, que cuando Bullrich tuvo que retirar el 24 de marzo su operativo, como también el 23 de abril en la marcha universitaria, o tuvo que retirar su operativo el 8 de marzo, fueron marchas absolutamente tranquilas. Entonces eso demuestra que todas esas movilizaciones tan grandes fueron horadando al gobierno y su relato de que venía a ajustar a la casta, y otras que no fueron tan masivas pero que cumplieron un rol muy importante que se empiezan a ver ahora con el paso de los meses, como todo lo que hicimos en soledad durante el verano con el primer tratamiento de la ley Bases. Porque mientras muchos decían que hay que darle tiempo, que la gente todavía lo apoya y no es momento de salir, ahora se empieza a ver que darle tiempo a Milei significa que avance, no que se va a quedar quietito ni dejar de a atacar a los sectores populares, sino todo lo contrario. Cuando más tiempo le das, más tiempo tiene para su política antiobrera y antipopular.

-¿Qué va a pasar en la Cámara de Diputados con el tratamiento de la Ley Bases que giró el Senado?

-No lo sé. El martes hay reuniones de comisión para dictaminar sobre lo que vino del Senado. Ahí sabremos qué queda. Y el jueves se planifica una sesión. Lo de las comisiones ya está informado en (la comisión de) Labor Parlamentaria. Posiblemente el lunes (por mañana) salga la convocatoria, pero está planeado así. El martes se reúnen las comisiones para que haya un dictamen con relación a la versión que vino del Senado. Lo que tiene que pasar es que no tiene que haber quorum, porque el que se siente a darlo, avalará una ley viciada de nulidad por la corrupción que la rodea. Después viene la discusión del contenido. Pero primero, es sentarse o no sentarse a discutir una ley que está viciada de nulidad. A ojos vista se votó intercambiando favores.

-En la medida que pasa el tiempo y se ven a las claras las políticas aplicadas por el gobierno que afectan a los sectores populares, ¿vale preguntarse todavía cómo hizo Milei para llegar al poder?

-Hay muchas explicaciones. Juan Grabois tiene una muy simple, y dice que es porque le armaron las listas y el sector de Sergio Massa le ayudó a llegar porque ni siquiera tenía fiscales. Esa es una, y la entiendo. Pero estoy segura que hay que analizarlo mundialmente. En las últimas elecciones europeas aparecen este tipo de personajes ante un capitalismo que está totalmente en crisis, que no tiene nada que ofrecer a las mayorías populares. Entonces crea este tipo de personajes muy violentos, enfáticos, encendidos, para canalizar ese descontento. En Argentina, en particular, venimos como en una serie de gobiernos de derecha que son sucedidos por otros que dicen que van a resolver los problemas, que generan ilusiones y que se plantean desde un lugar distinto, pero que terminan desencantando y abriendo las condiciones para gobiernos aún más de derecha. Entonces en el país hay que sacar las conclusiones mucho más profundas, no coyunturales, de por qué llegamos hasta acá, por qué esos gobiernos desencantan, y empezar a elaborar un programa alternativo para cambiar las condiciones estructurales de saqueo y de dependencia que hicieron surgir un Milei. Incluso para aquellos gobiernos que se muestran con un discurso progresista con algún viso nacionalista, si no se cuestiona la dependencia al FMI, o el saqueo a los bienes naturales comunes, no hay salida. Leí en un diario sobre la alegría de algunos sectores porque comenzó la exploración petrolera en Mar del Plata. Eso no va a terminar bien. Lo sabemos, por eso tantos sectores se han manifestado con movilizaciones enormes. El gobierno de Alberto Fernández autorizó esa explotación. Entiendo que el gobernador Axel Kicillof se ilusiona con tener su propia Vaca Muerta, pero ya lo vimos en Neuquén que es riqueza para unos pocos y empobrecimiento para la mayoría. O sea, pocos que se llevan las ganancias y muchos que padecen el pasivo ambiental que quedará con el correr de los años. Por eso le quieren dar el marco del RIGI porque, incluso cuando haya discusiones sobre los bienes naturales comunes, como el agua u otro bien, se priorizan los intereses de las empresas y no de la población. O pensamos un programa alternativo, que proponga la nacionalización de los recursos, de la producción de energía, y de cómo priorizar las necesidades sociales y no las ganancias de empresas con tarifas dolarizadas, o siempre vamos a estar en este círculo que te tira un poco más abajo. Hoy estamos con un 55 por ciento de pobreza y un 18 de indigencia, en un país que es productor de alimentos, y que es productor de energía y la gente no puede pagar las tarifas. Creemos que hay que plantear un programa que organice a la sociedad sobre otras bases, que priorice las necesidades y que termine con la dependencia y el saqueo.

-¿Cómo ve que termina esto?

-Mal. En toda América latina, todos estos experimentos neoliberales han terminado mal. El problema es quién paga los costos. Nuestra pelea desde la izquierda es que los costos no los pague otra vez la sociedad, el pueblo trabajador o los sectores medios. Por eso no hay que regalarle tiempo a Milei, por eso los discursos de miedo son nefastos. Siempre ponemos de ejemplo a las Madres y a las Abuelas. Ellas salieron a pelear frente a una dictadura que secuestraba y tiraba personas desde los aviones. La secuestraron a Azucena Villaflor y siguieron peleando. Para mí las Madres y las Abuelas son el ejemplo de que en los momentos más duros hay que pelearla. Aquel que hoy te dice que no hay que organizarse, o que no hay que movilizarse, como mínimo que no use más el pañuelo blanco como símbolo. Tenemos ejemplos de lucha como el Cordobazo, que unió a obreros y a estudiantes e hirió de muerte a la dictadura de Onganía que llevaba tres años de dictadura feroz. Hay muchos ejemplos históricos que demuestran que organizarse y luchar, y proponer políticas independientes desde la clase trabajadora, es una salida para una situación como esta. Quedarse en casa, callarse o ver cómo te miden las encuestas electorales para ver en qué momento aparecer, es hacerle el juego a la derecha.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]