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Este acto de memoria es un reconocimiento a la lucha de los organismos de DDHH: la APDH de Neuquén y las Madres de Plaza de Mayo, que de manera incansable, perseverante y valiente han mantenido las banderas de memoria, verdad y justicia durante todos estos años.
Por eso esta señalización que hoy estamos inaugurando está en el camino de esta lucha, y queremos reconocer la concreción de esta iniciativa por parte de la subsecretaría de DDHH de la provincia de Neuquén y la construcción de un sitio de memoria y un espacio de Memoria donde están las bases de lo que fue “La Escuelita”.
Este acto de memoria es un reconocimiento a la valentía y astucia de Noemí Labrune, que una tarde de abril de 1984 –cuando había pasado pocos meses de la vuelta a la democracia- organizó con las comisiones de derechos humanos de Neuquén y Río Negro, la Conadep, algunos medios de comunicación y un puñado de sobrevivientes, la identificación de este lugar.
Entramos de ‘prepo’, por un alambrado caído y llegamos corriendo hasta acá. Los soldados del batallón no sabían si disparar, hasta que nos metimos a la construcción que era “La Escuelita”, que ese día dejó de ser clandestina.
En aquellos años de dictadura cuando los genocidas quisieron que este lugar permaneciera clandestino, ilegal, y quedara oculto –es decir sin memoria- nunca imaginaron que 40 años después íbamos a estar aquí, reivindicando este espacio como sitio de memoria.
Memoria necesaria para recuperar las experiencias de lo que sucedió, para que no vuelvan a repetirse. Memoria que no es solo mirar el pasado sino memoria para transformar la realidad.
Por eso, este es un acto de memoria tan necesario cuando en nuestro país hay presas y presos políticos como Milagro Sala, que lleva 1.000 días presa sin ninguna condena. Por luchar por la dignidad del sufrido pueblo jujeño y por hacer lo que nunca hizo el Estado en esa provincia. Como ella dijo presa: “Por pobre, por negra, por india y por ser mujer”.
Memoria tan necesaria cuando en nuestro país hay una justicia que persigue a la oposición con la complicidad de periodistas, medios de comunicación y servicios de inteligencia del Estado. No solo los dirigentes políticos, sino toda organización social opositora es perseguida por este mecanismo. Cuando no se estigmatiza a una parte de la sociedad y se la pone como “el enemigo”, como ocurre con el pueblo mapuche.
Es más se silencia una parte de la sociedad que pasa a ser “sospechada” y “avergonzada”. Todo esto nos trae a la memoria lo que sucedió durante la dictadura militar, se parece demasiado….
Es una acto de Memoria, porque en nuestro país se llevan adelante políticas neoliberales que disminuyen el salario real, aumentan la desocupación con el cierre día a día de empresas, industrias y comercios, disminuyen las jubilaciones, recortan los derechos sociales y endeudan a la Nación como solo había sucedido durante la dictadura militar con el plan neoliberal de Martínez de Hoz.
Estas políticas neoliberales son incompatibles con la democracia. Se aplican no solo en los económico sino también en lo político y social, transformando nuestra realidad en democracias restringidas y condicionadas, que recortan derechos económicos, sociales y políticos y crean “muros”. Muros que excluyen a los pobres, los inmigrantes, los mapuches, a los “otros”…Y otra vez es importante recurrir a la memoria y acordarnos que más tarde o más temprano el pueblo derriba estos “muros”…
Este es un acto de memoria cuando en toda nuestra América Latina hay un mismo plan, que se repite calcado en Brasil, Ecuador, Paraguay, en nuestro país… La justicia, los medios de comunicación, los poderes económicos, los servicios de inteligencia, todo esto solo es posible si el plan viene de los EEUU con sus prácticas imperialistas como en aquel plan Cóndor durante las dictaduras militares.
Ahora se lleva adelante con estas democracias condicionadas, restringidas para aplicar en todos los países las políticas neoliberales e impedir nuevos gobiernos progresistas. Allí está la posibilidad concreta de que asuma como presidente en Brasil un neofascista con el voto popular, un presidente que seguramente levantará muros entre nuestros países y cuyas políticas repercutirán en la Argentina.
Por todo esto, yo le pido señora subsecretaria de DDHH que cuando se haga este espacio de memoria en este lugar, allí junto a los nombres de las compañeras y compañeros que estuvieron detenidos aquí y hoy están desaparecidos, junto a las fotos de sus rostros y su historia, junto a su militancia y su sueños de una sociedad más justa, más igualitaria, más libre, estén no solo el Nunca Más a una dictadura militar sino también el Nunca Más a las políticas neoliberales, el Nunca Más a las democracias restringidas, condicionadas….
Esta señalización, este museo de sitio y este espacio de memoria serán un lugar de memoria para que las futuras generaciones de neuquinas y neuquinos luchen y construyan esa sociedad que ellos soñaron y entonces ellos estarán siempre presentes entre el pueblo.
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