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El Senado rechazó el proyecto de ley denominado ficha limpia. Con ello la ex presidenta Cristina Kirchner podrá presentarse en las próximas elecciones sin que su candidatura pueda ser cancelada.
El nombre del proyecto era de por sí una provocación y una excusa justamente para proscribir a la ex presidenta.
Hablar de ficha limpia en momentos en que un senador es detenido en Paraguay con una buena cantidad de dólares sin declarar, cuando la sospecha de soborno es la única explicación del fundamento con que se expresan numerosas voluntades en el Congreso, cuando el presidente de la República aparece involucrado en la estafa por las criptomenedas, en momentos en que se habla de una fuga de 50 millones de dólares pertenecientes al ministro de Economía Caputo, que se hallan depositados en algún paraíso fiscal y cuando las entrevistas con el Presidente de la República están tarifadas.
Evidentemente hay un caradurismo fenomenal con la estrategia de imponer una doble moral, en que no importa la verosimilitud de los hechos con tal que su sola mención sirva para dejar afuera del juego, a aquellos que se configuran como adversarios temibles.
Si la ficha limpia solo sirve para estigmatizar y dejar fuera de la carrera al poder a quienes no se ha probado su responsabilidad penal, (el juicio de Vialidad contra Cristina es fallido del principio al final) su utilización terminaría siendo un nuevo instrumento malévolo y artificial para excluir de la competencia electoral a aquellos que aspiran a seguir en la política.
Se aparenta que la corrupción importa e inmediatamente los que promueven esa lucha, son sospechados del mismo delito que dicen combatir.
Hay una carencia de autoridad moral evidente que nunca servirá para los fines que aparenta. Y si quienes juzgan o legislan adolecen de la confianza más elemental, la conclusión terminará en consagrarse como falsa.
Es lamentable que se conciban estas maniobras que por su hipócrita intención terminan siendo rechazadas ya que es grave utilizar la ética con un disfraz que la denosta en los hechos.
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