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09/03/2025

Belleza Americana

Belleza Americana | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Las izquierdas domesticadas occidentales, cuando no son directamente beneficiarias de la USAID, vuelven a “confundirse”; enseguida se ocupan en denunciar que Trump y Putin han pactado para “repartirse Ucrania”, cuando no el mundo entero.

Oliverio Jitrik

Disculpándome de antemano por el profuso empleo de comillas, casi indispensable en el mundo contemporáneo de citas textuales cuando no de la manifestación de pura apariencia. El hecho “Oval” ha sido ya comentado con amplitud por todos lados, y aporta para el lado de la paz en Ucrania, pese a quien le pese y a los llantos otanistas. Llantos otanistas: eso prueba el valor de lo sucedido para el mundo. Hechos aparentemente sin importancia, pero ilustran lo sucedido: al salir de Washington por patas, Zelenski canceló conferencias previstas y el semanario “Político” se perdió la entrevista con este “pequeño judío adalid de la libertad”, y la fotógrafa Annie Leibovitz se habrá quedado con las ganas de otra sesión de fotos con el alguna vez vendido como rutilante matrimonio Z. La embajadora de Kiev habrá continuado sus lloros con su colega en Naciones Unidas, aquella que no paraba de mirar su celular en sesión plenaria justo cuando hablaba su homólogo ruso, Vasily Nebenzia. Pero esa noche, Nebenzia se fumó un Churchill en la residencia diplomática, si no es que se fue a cenar con Tucker Carlson a “La Grande Boucherie” y allí a repasar al más tonto de la semana, Macron acaso, y también con puro en mano. En la felpa de la Casa Blanca, de tonto calificó Trump a Biden, quien dio a Ucrania “350 K millones de dólares” en armamento en 3 años, aunque se sabe que fue mucho menos y de eso, buena parte de su dotación fue revendida a grupos criminales por todo el mundo.

En Europa Orban, Fico, o Vucic, los que son calificados recurrentemente por la prensa del “mundo libre” como “ultraderechistas” habrán festejado. ¿Cómo no hacerlo? Como siempre, los rusos mesurados y sobrios, no hay necesidad de sonrisas públicas. El torpedeo se lo dejan exclusivamente a Dimitri Medvedev, casi único con licencia para los arietes verbales.

La implacable Ursula “UE” Von der Leyen se manifestó rauda: “Nunca estarás solo, sé fuerte y valiente”, le dedicó a su amigo Volodimir, quien también contó enseguida con la solidaridad del presidente de Lituania, que parafrasea la famosa canción de Rodgers y Hammerstein e himno del Liverpool FC. En todo el mundo de demócratas y eurotanistas ya difunden que Trump prácticamente se ha entregado a “Putin”, como ilustra la portada de ‘Le Point’. Después de la raspada Oval, Zelenski viajó a Londres y fue esta vez muy bien recibido por el grupo UE+, es decir la pandilla de Bruselas + UK y Canadá (que anda en estos días muy gallitos contra Trump, por el tema arancelario) y por el rey de turno HM Charles. En algunos medios europeos ya ajustan de emergencia una narrativa “antiimperialista”, que resalta “la valentía” de Zelenski al plantársele al mismísimo PUSAy a su vice. ¿Tendrá la UE una carta oculta que les permita soltar así la lengua?

Macron ya había declarado que, si no se pone freno al presidente ruso Vladimir Putin, "sin duda avanzará sobre Moldavia y quizás incluso más allá, sobre Rumania” (cita 1). Pero ayer Macron amaneció rudo, Brigitte lo puso de malas o el Camembert estaba soso. Y entonces empezó con la tarabilla: “si un país (Rusia) puede invadir impunemente a sus vecinos europeos entonces nadie puede estar seguro de nada” (…) “Ha movilizado soldados norcoreanos y equipos iraníes en nuestro continente” Dijo también que “Rusia es la principal amenaza a Europa” y faltó que acusara a los rusos de pisotear piedras. Una colección de lo mejor de la mitología europea sobre Rusia. Como siempre, pura retórica vacía, infantil. Para rematar, declaró que “es necesario (…) prepararse para usar armas nucleares contra Rusia” (sic). La amenaza de Macron a Rusia ocurre en momento equivocado: justo cuando está Trump y no Kamala Harris. Menos mal. Pero el huevo de la serpiente se sigue empollando en Europa.

La presencia de las “fuerzas de paz” en Ucrania propuesta por la parejita francobritánica significa, como debe aclarar una y otra vez Lavrov (cita 2), que eso es la OTAN en el teatro de operaciones y, por lo tanto, que el plan sea inaceptable. La insignia que elijan portar las tropas elegidas sería absolutamente irrelevante, así sea el escudo de los Templarios o el logotipo de Eurodisney. Lo único que lograrían es ponerse amablemente a disposición de la familia de los Iskander y las FAB termobáricas.

Las izquierdas domesticadas occidentales, cuando no son directamente beneficiarias de la USAID, vuelven a “confundirse”; enseguida se ocupan en denunciar que Trump y Putin han pactado para “repartirse Ucrania”, cuando no el mundo entero. Para ellos, tal como para Mujica, se trata de la manifestación de dos imperialismos (sic) simétricos e igualmente agresivos. Al denunciar a Trump, de paso, suponen que eso les da suficientes credenciales de progre, al estilo del español Pablo Iglesias (cita 3). Otros tantos se declaran afectados por las “malas maneras de Trump”, y se quejan de la celada tendida con el “reaccionario” Vance, y les parece irrelevante la calaña del personaje humillado y su señalado interés en seguir la guerra lo más que se pueda: esa izquierda no tiene ya ninguna participación en los verdaderos problemas mundiales.

Mientras, ya se desactivaron los sistemas de los lanzacohetes HIMARS, lo que implicará un declive aún mayor de las posibilidades de la OTAN de mantener la guerra. Prueba de que, por el momento, Trump es el único actor occidental con la voluntad de buscar la paz en Ucrania. Europa, como se lamentó Mélenchon, está hoy siendo humillada (cita 4). ¿Qué pasaría si sucediera lo contrario? Todo demuestra que una Europa orgullosa desataría la Tercera Guerra Mundial.

29/07/2016

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